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Carmen Xía, la rapera que aúna hip hop y flamenco: "Tener calle no es vender kilos, sino conocer a la vecina"

Jueves 16 de marzo de 2023

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Carmen Xía, durante un concierto.

MADRID 11/03/2023 ALBA MESEGUER ALACID Público

Carmen Xía (San Fernando, Cádiz, 1995) es una de las protagonistas del reivindicativo género de hip hop coplero. Inspirada en la música flamenca de su tierra y en raperas contemporáneas como Gata Cattana, Xía plasma la lucha por las mujeres obreras y el colectivo LGTBI en sus letras escritas en la ortografía no oficial de Estándar para el andaluz (Êttandâ pal andalûh), que refleja los dialectos andaluces.

El éxito de su primer sencillo Orguyoça, lanzado en 2021, le empujó a continuar en el camino de la música. Dos años después, está trabajando en su segundo disco tras La Herida mientras da conciertos por toda España.

"Rabia, ternura y arte" es lo que reivindica en la biografía de su perfil en Instagram, y es la definición perfecta del proyecto musical. La artista proclama con sus letras una lucha antifascista a través de las redes de cuidados entre vecinas, al mismo tiempo que lucha contra el estereotipo andaluz en el que no se ve representada.

¿Cómo nace el proyecto?

Nace un poco sin buscarlo, a raíz de sacar un tema. Yo hacía música con amigas mías en Cádiz, era un grupo de rap feminista y dábamos conciertos. Cuando llegó la pandemia se fue todo un poco a la mierda, y entre eso y que cada una vivíamos en un lado de Andalucía los ensayos eran imposibles. Y yo, como soy un culo inquieto y no puedo estar parada me dije: "Voy a sacar yo un tema". Mi productor Tarik y yo sacamos Orguyoça un 4 de diciembre y a la gente le gustó muchísimo. Yo sentía que tenía más cosas que decir, así que ya empezamos a venirnos arriba y a creérnoslo de verdad. El problema es que siendo piba una no se cree que es buena en lo que hace. No te tomas realmente en serio lo que se te da bien, así que hasta que no vino el refuerzo del exterior no me planteé "¿por qué no"?

¿Hasta entonces a qué te dedicabas?

Yo realmente soy maestra, me estaba preparando para las oposiciones. Me vino todo esto y lo dejé, pero si no habría seguido con mi carrera de maestra. A mí me flipa también. Junto con la música es mi vocación total.

¿Cómo definirías tu música?

Pfff [risas]. Diría hip hop, flamenco, copla, rap comprometido y arriesgado, con mensaje político y social.

¿Referentes?

Principalmente mujeres. Gata Cattana obviamente, Lauryn Hill, Tribade. En general mujeres en el rap. La Yoha. Y después las punkis, se les da muy bien decir cosas y que se la pele todo. Y después las copleras, obviamente: Rocío Jurado, Lola Flores, Pepa Flores, Gracia Montes, Marifé de Triana. También las flamencas vaqueras de Jerez: Bernarda de Utrera… Las mujeres contemporáneas traen un mensaje más reivindicativo, pero Paquera de Jerez ya estaba ocupando un espacio que solo era de hombres, y eso ya es un montón, incluso a día de hoy, sin necesidad de decir consignas feministas.

¿Crees que tú también estás ocupando un espacio que siempre ha sido de hombres?

Claro. Yo y todas las mujeres que nos subimos encima de un escenario, aunque no digamos nada. Las instrumentistas también son esenciales en el mundo de la música, porque normalmente las mujeres somos cantantes, pero yo flipo cuando veo a una piba tocando la batería, ocupando el espacio de los hombres. Imagínate hace cincuenta años con las folclóricas. Incluso a día de hoy sigue siendo reivindicativo subirse a un escenario, por suerte o por desgracia.

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¿Qué mensaje intentas reivindicar?

Un poco todo. El mensaje que mando es político porque trata temas que afectan a muchas personas: tema LGTBI, mujeres, clasismo... pero realmente también tiro un poco de mi experiencia personal: el ocupar el espacio musical. Y tiro de ello porque he tenido peleas o conversaciones acaloradas con hombres. Me han llegado a insinuar: "¿Qué haces ahí"? Cuando estaba con el grupo con el que empecé, en 2019, nos subimos a cantar en un festival de rap en el que habían unos 20 grupos y nosotras éramos las únicas mujeres de todo el cartel. Antes de subirnos a tocar el moderador nos dijo: "Bueno sois las únicas mujeres, ¿a ver qué hacéis, no?". Era una forma de decirnos que teníamos que demostrar algo sólo por estar ahí, mientras que los hombres no tienen que hacerlo. Nosotras tenemos que demostrar el cuádruple que nos merecemos el espacio y el tiempo.

¿Has vuelto a encontrarte cosas así?

No es una violencia directa, porque para mí eso es violencia, sino que se nota en el trato. No me han dicho cosas directamente pero se nota en la forma de dirigirse a ti. Conmigo hay gente que monta eventos que ha sido "muy cariñosa", cuando no tenía que serlo. Yo soy una trabajadora como todo el mundo, lo que pasa es que soy una mujer. Sí se nota, claro que se nota.

¿Crees que el ’mainstream’ te va a dejar entrar?

No lo sé. Creo que hoy en día el mainstream está un poco "andalucizado". Ahora C. Tangana, Rosalía, etc, tiran un poco del estereotipo español castizo, que básicamente es el andaluz. Yo creo que el mainstream no es andaluz pero hay cosas que se cuelan dentro, y creo que hay formas de "torearlo". Pero bueno, que si no entro en el mainstream voy a dormir bien.

¿Vives de la música?

Ahora mismo sí. Toco madera.

¿Qué es "support your local maris"?

"Your local maris" es un poco como tu vecindad. Esa cercanía en tu barrio, sobre todo con las mujeres, que son las que están siempre en casa. También va por el tema de la gentrificación. Cada vez hay menos barrios de toda la vida. Si no hay barrio esa estructura social se va yendo, se pierde. Así que "support your local maris" es que si haces un potaje vayas a llevarle un tupper a tu vecina. Ese continuo flujo de cuidados es lo que significa para mí esa expresión.

¿Te mudarías a Madrid?

No. Intentaría por todos los medios que no, aunque me tenga que pegar la pechá de viajar a Madrid cada dos por tres. Se nota aquí que hay muchas cosas que no están, que se han roto. La ciudad no te permite "support your local maris". Ya me jodería quedar con una amiga tres días antes porque vivimos cada una en una punta de Madrid. Yo ahora mismo me bajo a mi barrio y lo más lejos que estoy de mi amiga o mi familia son 20 minutos andando. El ritmo y la calidad de vida de las ciudades grandes… no.

¿Qué es para ti calidad de vida?

Para mí es la cercanía. El poder vincularte con la gente de manera cercana, y no estoy hablando en el ámbito emocional ni sexual. Si para ti calidad de vida son 47 museos "ole tú", yo me conformo con tres y tener a mi gente cerca. La cercanía, la tranquilidad y la seguridad, saber que estoy en un sitio donde la gente me aprecia de verdad, se interesa por mí y se acuerda de cuando tengo una cita en el médico. Creo que las relaciones intelectuales y la oferta cultural no son suficientes para la felicidad de alguien. La calidad de vida es otra cosa: comer bien, comida casera, casita, las cosas con tiempo y con solera, eso es para mí.

Háblame de la discriminación que se siente por ser una mujer andaluza

La primera vez que fui consciente de que me dijeron algo tenía unos 13 o 14 años. Me preguntaron si nos enseñaban a hablar así en el colegio. Se siente como violencia, que somos el estereotipo que vende Andalucía desde el siglo XVIII, que la mujer andaluza es graciosa, pasional, exótica en lo sexual. Directamente me han pedido que cuente chistes.

¿A qué te refieres en tus letras con que no se tiene en cuenta la memoria?

Yo lo digo por la posguerra y la cantidad de fosas comunes que hay en Andalucía, que es una burrada. Cientos de fosas que a día de hoy siguen ocultas, y eso es la memoria bajo tierra en sentido figurativo: los muertos están debajo de la tierra, la memoria sigue ahí.

Hablo de la memoria por eso y por reivindicar que Andalucía es mucho más diversa de lo que nos han intentado vender. Franco necesitaba una identidad española, así que cogió la andaluza y la estereotipó al máximo. A Andalucía le han intentado meter en un molde para que sea bonita, y ha sufrido una exotización muy grande que a día de hoy se está volviendo a retomar.

¿Qué quieres decir con que esta exotización se está volviendo a retomar?

A día de hoy creo que están empezando a convivir la teoría de que sí es así, porque tenemos una crisis de identidad gorda, y la idea de lo contrario. Creo que ya somos bastantes grupos, no solo de música, sino colectivos que se dedican a reivindicar que Andalucía no es este estereotipo creado.

¿Escribes en Estándar para el andaluz para reivindicar esto?

Sí. Lo utilizo porque me parece una herramienta perfecta, es una forma de dignificar la lengua.

¿Crees que falta reconocimiento institucional?

Claro que sí, es evidente. Anuncios de la Junta de Andalucía o Canal Sur en los que quienes hablan parecen de Valladolid, hacen un híbrido rarísimo entre madrileño y andaluz. Es ridículo porque no corresponde nada con la realidad, cualquier persona andaluza que vea eso se pregunta en qué idioma están hablando.

¿Por qué crees que pasa eso?

Porque todavía tenemos el estereotipo de que somos unos catetos. De que el andaluz es una catetada. Como no es oficial, no está registrado en ningún sitio, seguimos siendo unos analfabetos.

¿Crees que esto cambiará?

No tengo ni idea de hacia dónde va a ir esto, pero creo que el trabajo que estamos haciendo está estupendo. No se si vamos a llegar a las instituciones o nos quedaremos en el underground, pero cada vez hay más gente que se conciencia de que esto pasa y que es un problema. Con eso estoy bastante contenta.

Háblame del nuevo disco en el que estáis trabajando

Eres la primera a la que le voy a hablar del disco. Llevamos componiendo cosas desde que empezamos a dar conciertos del anterior, estamos todo el rato maquinando. El siguiente disco va a llevar mensajes de lo que yo intento visibilizar y expresar. Musicalmente van a haber cosas nuevas porque nos gusta mucho arriesgarnos, tenemos la suerte de que nadie ha hecho rap coplero antes y de que es un campo abierto, y tenemos muchísimas ganas de experimentar y explorar. Va a ser un poco más duro y contundente, diría yo. Queremos sacarlo a final de año o principio del año que viene. Se está preparando con solera.

¿Tienes alguna meta a largo plazo o vives al día?

Pues las dos cosas, porque si estuviera con un objetivo no disfrutaría las cosas que me están pasando, no disfrutaría el presente. Pero si estuviera exclusivamente en el presente sería una cabra loca dando coces y haciendo cosas por hacerlas, que tampoco es el plan. Estoy fluctuando entre las dos. A mí esto me ha caído del cielo, lo que estaba planteando en mi vida era ser maestra. La música ha surgido y ojalá me pueda dedicar toda mi vida a ello porque me encanta, pero como siempre tengo el otro colchoncito puedo hacer un poco el cafre. Si tengo un objetivo es visibilizar la lucha de las mujeres y la dignificación del andaluz. Que las niñas andaluzas se vean y se sientan dignas, porque creo que nosotras no nos hemos visto nunca representadas en ningún lado.

¿Nunca te has visto representada? Fuera del estereotipo muy poco, hasta que llegó Gata Cattana, pero yo tenía ya 14 o 15 años, que es muy tarde. Y no sólo yo, casi ninguna niña andaluza. Es importante que desde pequeñas podamos pensar "esa puedo ser yo".

¿Te ves andaluza antes que española?

Yo sí.

¿Crees que ese sentimiento patriota está generalizado en Andalucía?

En general creo que no. Mucha gente sí. Pero no es un sentimiento patriota, sino más bien cultural.

¿Alguna colaboración que te encantaría?

A mí me encantaría hacer una colaboración con Samantha Hudson. Me parece una genia, de esa tía se puede rascar muchísimo. Ella sí que está ocupando un espacio que no le pertenece para nada y encima está haciendo lo que le da la gana, y lo hace perfecto. Me parece una persona muy admirable.

¿Qué le dirías a las feministas transexcluyentes?

Pues que se lo miren. Creo que les falta calle. Ese tipo de feminismo viene de la academia, de la universidad, de los ayuntamientos, de las instituciones. No es un feminismo real, no es un feminismo a pie de calle. Me da igual que puedas hacer teorías sobre mi hermana trans, si se queda en el libro pues para tí, pero el problema llega cuando se pone en práctica.

¿Crees que a la gente en general le falta calle?

Sí. Y no la calle que dicen los raperos y los traperos. No estoy hablando de vender kilos, sino de conocer a la de la frutería de debajo de tu casa, a la vecina, a tus compañeras trans que están en la calle y que existen.

¿Algo de promo?

Que estamos trabajando y vamos a seguir sacando cositas. Vamos a estar todo el año dando conciertos aunque sigamos trabajando paralelamente en el disco. Vamos a parar de dar conciertos menos de un mes. Que esté la gente atenta.

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