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Argentina. Soledad, otra víctima de la justicia patriarcal

Lunes 15 de octubre de 2018

Resumen Latinoamericano, 3 de Octubre de 2018

Una mujer está en prisión por defender a su hija de ser violada por su pareja. Soledad está presa desde el domingo 2 de septiembre de 2018 por haber defendido a su hija de 14 años de ser abusada sexualmente por su padrastro. . Luego de nueve meses de violaciones sistemáticas intramaritales y de amenazas de abuso y acoso explícito a su hija, Soledad la defendió cuando su marido intentó violarla dentro de un auto en el que se encontraban lxs tres, ahorcando a su pareja con el cordón de su campera. Acto seguido, se entregó a la comisaría 4ta de Berazategui. . Hoy se encuentra a la espera de que el Juez Damián Vendola resuelva si confirma su prisión preventiva, tal como lo pidió el Fiscal Carlos Riera. . Lo vivido por Soledad es un caso de legítima defensa de terceros establecido en el código penal. Se dan todos los requisitos que exige el artículo 34: Soledad defendió a su hija de un ataque contra su integridad sexual. Ese ataque de su pareja hacia la niña era una agresión ilegítima, no provocada por Soledad; y la defensa fue racionalmente necesaria, porque Soledad estaba dentro de un auto con su hija y el agresor, cuando este intentó violar a la adolescente (quien además no podía escapar por sus propios medios porque tenía un pie enyesado y no podía correr). En la desesperación y utilizando, no sólo un medio de defensa racional sino, el único medio a su alcance con la intención repeler la agresión, Soledad se arrancó el cordón de la capucha de su campera y ahorcó a su marido. Soledad sólo pensó en defender a su hija de la violación, no en matar a su pareja. .

A Soledad –como a la mayoría de las mujeres que se defienden– se le exige otras respuestas mágicas, hipotéticas y fuera de su alcance, como bajarse del auto y que su hija también se bajara y escapar de su pareja, a quien, sin dudas, seguirían viendo y quien las había amenazado con matarlas. . Llama la atención que si bien el código penal presume que “cualquier persona que mata a alguien que ingresa a su propiedad por la noche” actúa en legítima defensa, no presume lo mismo de una mujer que se defiende en un contexto de violencia machista o que defiende a su hija de un violador. En esos casos el código penal habilita a generar “cualquier daño” (y esas son las palabras textuales) a quien ingresa al domicilio por la noche sin consentimiento del dueño. Sin embargo, pareciera no habilitar a una mujer a defenderse o a defender a su hija de un ataque contra su integridad sexual. . Las feministas seguimos denunciando lo problemático que resulta que la interpretación de estos hechos esté en manos de fiscales y jueces, en su mayoría hombres, que resuelven los casos sin perspectiva de género, y nos declaramos en estado de alerta y movilización ante este caso que nos duele y nos conmueve. . . Datos:

Detenida en la Comisaría Nro. 2 Berazategui (previno la 4ta)

Defensoría: Unidad de Defensa Nro. 17 Departamental de Berazategui

Fiscalía: Unidad Fiscal de Investigación Descentralizada Nro. 5 a cargo de Carlos Riera de la Departamental de Berazategui

Juzgado: Juzgado de Garantías Nro.4 Departamental a cargo de Damián Véndola . Contactos Fuente:

Sofia Veliz: 1155129287 – sofiveliz@gmail.com

Julieta Greco: 1150099726 – julietagre@gmail.com . . . . Las siguientes citas fueron extraídas textualmente de la declaración de Soledad . Magdalena en el Juzgado frente al Fiscal y la Defensoría, el día 28 de septiembre. . “Siempre vivimos dentro de todo económicamente bien, viajabamos salíamos, con el tiempo las discusiones comenzaron a agravarse, empezó a celarme demasiado, yo había dejado de trabajar porque él mismo me obligó, también tenía amistades las cuales las perdi con el tiempo, ya me empezaba a controlar qué es lo que hacia, adonde iba, con quién hablaba, me mantenía cautiva, los celos, los golpes empezaron a ser más diarios, cotidianos, pero siempre de la puerta para adentro, con el tiempo, durante este año me revela y me declara de que estaba obsesionado con mi hija S. En ese momento me quedé turbada, congelada, no lo podía creer, tambien me confiesa que quería que yo esté presente en el momento que él abusara de mi hija, la noche que me confiesa eso, que fue a mediados de marzo abril de este año, me da a elegir entre mi hija o yo, obviamente le dije que jamás iba a permitir que tocara a mi hija, esa noche fue el inicio de los abusos hacia mi, el se descargaba conmigo sexualmete y todo era para no llegar a ella, yo me ponía siempre en el medio de los dos, esa noche fue la primera vez que abusó sexualmente de mí, me viola, me amordaza, me ata de manos hacia atrás con una camiseta y fue algo muy brusco, jamas lo habia vivido en mi vida, no podía creerlo, sentí el abuso por primera vez y él en todo momento me obligaba a que diga el nombre de mi hija, como si fuese yo mi hija, y él repetía una y otra vez como si fuese yo ella, descargó toda su ira, excitación, violencia sobre mí. (…)

Después de esto la apariencia de la vida familiar fue normal, como si no pasaba nada, todo pasaba en el cuarto, todo pasaba ahi, despues con S. fue normal, yo no quería que tengan ningun roce, ni nada, el estaba tan obsesionado que la perseguía, la observaba, la controlaba a donde iba, con quién estaba, se fijaba su manera de vestir, la perseguía con la mirada, siempre la buscaba, intentaba estar lo más cerca posible (…)”

. . “(…) el viernes mi hija S. me pregunta si se compraba una planchita nueva de pelo o le pedía Cristian que se la arreglara, le dije que no gaste, y le dije que se la diera la planchita a Cristian para arreglarla, ella esta conmigo cuando le entrega la planchita, y vuelve a la pieza donde estaba yo, ahí es cuando le digo a S., que se quede lo menos posible acá, que se vaya, escucho de fondo que él la llama, yo le dije andate para lo de los abuelos, y ahí fue cuando él la obliga a desbloquear el patron del celular de ella, le dice desbloqueá el celular o te lo saco y no te lo doy mas, ella se negó y él volvió a insistir, ella también con el miedo que tenía , como tambien tenian todos mis hijos, mas sabiendo que cuando bebía era mas violento, ella lo desbloquea al celular y ése lo arrebata y le saca tres fotos de ella, se las envia por watsap a su celular, ahí fue cuando mi hija vuelve a avisarme a la habitación donde estaba y ella me avisa qué es lo que había hecho, ahí ella de lo enojada e impotente que estaba, rompe el celular, lo tira, yo le pregunté qué había pasado y ella me contó, me dijo que se iba a ir y salió corriendo, y él se reía detrás de ella a carcajadas, me levanto y me acerco a él y le digo qué hiciste y él me responde, ‘vos sabes que yo siempre hago lo que quiero’, yo le arrebate el celular y se lo saque para borrarle las fotos, sabía que eso iba a ser peor, sabiendo que estaba obsesionado con ella, me llevo el celular a la habitación donde estaba y ahí forcejeamos, el pone su hombro en mi cuello y no tuve fuerza para seguir sosteniendo el celular y me lo saca, me dijo que eso era el principio que de ahi el le iba a pedir a ella más fotos y que le iba a pedir las cosas que él quería.

No pude hacer nada esa noche me sentía totalmente incapacitada. Después él entra al baño, cierra la puerta con llave y ahí fue cuando cambia el patron del celular, hasta ahí yo sabía él de él y él el mio, asi que cuando sale del baño se va directamente a acostar, cuando estaba durmiendo lo revise y no podía acceder al celular, esas fotos de mi hija me las pasa a mi, se que despues escribio algo pero no llegué a leerlo, me decía verbalmente que linda que esta tu hija, que linda cola, que lindo cuerpo, ya lo voy a tener ya lo voy a agarrar.

El viernes a la noche antes que se acostara me lleva al baño, cierra la puerta con llave, me desviste siempre de la misma manera brutal, me tira hacia el inodoro y me vuelve a violar otra vez, pero ahí es cuando me expresa no como lo hacía siempre, de que ya mi cuerpo no era el de S., me dijo esta no es la cola ni los pechos de S. y vos no sos S. , yo la quiero a S., después me sienta hace que le haga sexo oral y siempre me repetía lo mismo, que yo ya no era S., termina en mí, se viste y se va”. . . “El sábado trabajaba hasta el mediodía (…), me avisa que le prepare sus cosas, su ropa, todo, que había encontrado un alquiler (…) le prepare su ropa en bolsas de consorcio y a eso de las 4 o 5 de la tarde me manda un mensaje diciendo que si podía venir a bañarse, le dije que no había problema, vino, y la discusión fue la misma (…) Me pide que le prepare el baño (…) entra a bañarse, cuando sale, me tira toda la ropa que le había preparado (…) que le buscara otra cosa (…) se vistió y siguió tomando (…) va hacia la cocina y se queda tomando ahí, empieza a preguntarme otra vez sobre S., yo le dije que no estaba, que se había ido, empezó a preguntarme dónde está, con quién, a qué hora se fue y qué hora viene, que el quería hablar con ella y verla, yo le dije que se vaya tranquilo, yo le menti porque sabia donde estaba mi hija (…) él sale de casa (…) cargó su ropa en la camioneta, lo que estaba embolsado (…) antes de salir me vuelve a hostigar diciendo que entregará a S. (…) sale con sus cosas en la camioneta, enojado, en esos 5 minutos que se fue pude respirar otro aire, saber que podía estar tranquilo con mis hijos, no duró ,mucho porque entre 5 a 10 minutos me volvió a llamar por telefono, diciendome que salga, asi que sali, lo estuve esperando un tiempo afuera, y subí a la camioneta, y le pregunte que pasaba, subí del lado del acompañante y me volvió a preguntar dónde estaba S., preguntaba cada segundo donde estaba, que el la queria ir a buscar, que necesitaba hablar y decirle las cosas a ella, yo le decía que no sabia donde estaba, el me amenazo y me dijo, me la agarro con tus hijos y con tus padres, me amenazaba que me iba a destruir y dejar en la ruina, siempre había amenazas de muerte, que no le importaba ya más nada, que iba a matar a mis padres y mis hijos, se fue insatisfecho esa noche (…) S. llega a casa en el ínterin entre que el se fue y volvió por segunda vez.

Me vuelve a llamar y me vuelve a decir que el la estaba buscando o que quería hablar con ella… le digo que la dejara tranquila, qué es lo que quería le pregunto, me dice que solo quería hablar con ella, que salgamos las dos y ‘yo paso un rato por ahí’. Le digo a S que yo estaba cansada, que él quería decirle algo, que no se que es lo que te quiere decir, y le dije que si estaba de acuerdo en hablar con el que yo iba a estar presente, ella me dijo que estaba bien, nos quedamos afuera esperando un largo rato hasta que vino, (…) el llega y nos hace subir (…) me dijo S. adelante y vos atras (…) empezo a amenazar y a decir a S. a echarle la culpa de todo, le decía que ella tenía la culpa de destruir el matrimonio, que ella había entrado en su cabeza, y era repetitivo, le decía que S. tenía la culpa, (…) yo le dije ya está, es esto lo que tenes que decir, entonces acelera y nos lleva a 300 m de casa… estaciona y ahí vuelve otra vez a lo mismo, le empezó a decir que quería estar con ella y que yo tenía que estar presente, vuelve otra vez a acelerar (…) se detiene (…) la camioneta quedó estacionada allí y ahí es cuando se prende un cigarrillo yle empieza a decir que ella va a poder superarlo, porque yo lo pude superar, el sabia que yo tuve un intento de abuso cuando era chica, (…) entonces el agarro y le dijo que ella lo iba a poder superar como lo hice yo, yo le dije que ninguna mujer supera un abuso, que estaba equivocado, que intentará reaccionar, estaba tomando latas de cerveza, agarro y le volvió a recalcar que la culpa la tenía S. , ella solamente se mantuvo callada (…) fue en ese momento que se lanzó hacia S., empezó a tocar a S. en medio de las piernas, yo lo conozco, y me di cuenta que estaba excitado, por los gestos, la mirada, la manera de hablar, de balbucear, la manera de expresarle y decirle a ella ‘te va gustar, te va gustar,’ ahí le empezó a decir que a ella le iba a gustar su pija, que ella tenía que conocerlo, que el estaba muy caliente con ella, que le gustaba todo su cuerpo , que le gustaba su cola, mientras le hablaba volvió a meter sus manos entre sus piernas (…)” . . “solamente intenté defenderla, él se aleja un poco del cuerpo de S. y ahí fue cuando, le pongo el cordón de la capucha de mi campera por encima del cuello, solamente recuerdo que le puse el cordón sobre el cuello e hice un giro como para apartarlo de mi hija (…) ahi pense que nos iba a matar a las dos, él me había amenazado diciendo que ‘yo no sé si ustedes vuelven caminando’ (…) el no se defendió en ningún momento y se desvaneció.” . “le dije a S. que me iba a entregar y que se quedara tranquila, en ningún momento quise hacerle daño a Cristian (…) el sabia muy bien que jamás le hubiese hecho daño, me sorprendió el resultado, con mi hija me veía tirada en un descampado, su amenaza era tan severa y creíble que lo iba a cumplir (…)”

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