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Ainoa Buitrago, cantante y compositora: “La industria nos obliga a vender muchas más cosas que a los hombres, no vale con que hagamos temas increíbles”

Jueves 13 de abril de 2023

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Ainoa Buitrago cantando en un concierto. (Fuente: Instagram / @ainoabuitrago)

La intérprete madrileña se describe en su canal de YouTube como una artista que hace canciones para entenderse y las canta para que el resto lo intente. Esa inquietud la ha llevado a crear el podcast de ‘Mujeres en la industria’, donde denuncia las desigualdades a las que se enfrentan las creadoras musicales.

HELENA CELMA 12.04.2023 Público

Ainoa Buitrago reivindica que su nombre aparezca sin ‘h’. De hecho, así figura en su biografía de Instagram. La joven artista madrileña no es una más y su fuerte personalidad la ha acompañado a lo largo de toda su carrera musical, desde que colgaba sus primeras canciones en YouTube hace casi una década, hasta ahora con el lanzamiento de su último single, Te Quiero.

Vídeo: Ainoa Buitrago - TE QUIERO (Videoclip Oficial)

La afición de su familia por el flamenco fue la semilla que hizo brotar en ella un interés genuino por la música. De hecho, fue su padre quien le enseñó sus primeros acordes de la guitarra, aunque luego perfeccionó de forma autodidacta su técnica para tocar canciones de Camp Rock o Disney Channel, dos de sus influencias más tempranas. A ellas, se añadieron con el tiempo cantautores como Carmen Boza o Andrés Suárez, y artistas del pop inglés, R&B o folk.

En 2021 publicó su primer álbum, La ruta de las flores, donde se incluyen temas como Dispárame o Venecia. Esta última la cantó junto a Andrés Suárez, uno de sus ‘padrinos’ musicales, y el artífice de que abandonara el mundo de la administración para dedicarse por completo a la música. Más allá de interpretar sus propias canciones, también es compositora y escribe temas para otros artistas como David Bisbal.

¿Recuerdas la sensación del primer bolo?

Sí, y fue horrible. Pobrecita la gente que estuvo en el concierto. Si tenía que durar una hora y media, duró 30 minutos porque me aceleraba tanto de los nervios que tocaba todo como cuando pones un audio por dos en Whatsapp. Fue muy guay, pero sí que recuerdo que duró súper poquito. Por suerte, ahora ya no toco a doble velocidad y se me entiende al cantar.

¿Dirías que los años de experiencia te han traído la calma?

Los nervios nunca se van y tampoco espero que suceda. Mi madre siempre me dice que “si eso pasa es porque algo te importa”. Así que, cada vez que me pongo muy nerviosa pienso en eso. Al final acabas cogiéndole un poco el truco y consigues transformarlo en fuerza cuando vas a salir a dar un bolo.

Vídeo:En Tus Ojos Ainoa Buitrago (Original)

¿Cuándo te diste cuenta de que podías tener tu hueco en el mundo de la música?

Todavía sigo sin creérmelo porque tengo un síndrome del impostor que no me lo creo ni yo, pero se podría decir que fue cuando conocí a Andrés Suárez y me invitó a ser su telonera. Él me dijo una frase super bonita: “Tienes mucho dentro como para que el mundo no lo vea”. Ahí fue cuando me planteé dejar el curro, ahorrar e intentarlo. En ese momento tenía 20 o 21 años. Fue una decisión maravillosa y él me ayudó muchísimo.

Dani Martín compartió en sus redes sociales una reflexión sobre la otra cara del éxito, un mundo lleno de presiones, miedos y autoexigencias. ¿Hay alguna senda para dejar atrás el Síndrome del Impostor?

Todo el mundo lo tenemos un poco. Hay gente que más y otra que menos. Vivimos en una sociedad que nos dice todo el rato que hay que producir cosas. Tienes 24 horas del día y te las tienes que gestionar tú, por lo que es bastante difícil parar y decir ”voy a tener mi momento para estar tranquila y ver una serie con mis gatitas y mi pareja”. Cuando no estás produciendo acabas con una ansiedad de la leche, porque sabes que hay gente que está trabajando todo el rato. Entonces, ¿cómo vas a llegar a la mitad de lo que tienen ellos? Es necesario buscar un poco el equilibrio.

Lola Índigo denunciaba en este espacio la tendencia a incluir a mujeres de la industria en listas diferenciadas y la desigualdad que eso supone. ¿Tú también tienes la sensación de que tienes que trabajar el doble para contar con las mismas oportunidades que vuestros compañeros?

No creo que tengamos que trabajar el doble, sino el triple o el cuádruple. Es una cosa que está ahí y que se nota. Me gusta poner de ejemplo el tema de la estética o de la performance. Tú ves a un chico que hace pop en España y va a unos premios con una camisa o una camiseta de tirantes, unos vaqueros chulos, unas botas guays y ya está. En cambio, tú tienes una presión de la leche porque piensas que tienes que ir vestida, peinada y maquillada super bien. Yo soy una persona a la que no le gusta nada el tema de la ropa, me agobia mucho, y en ese tema sí que ves una exigencia real.

Después ves shows de artistas como la propia Lola Índigo o Rosalía, que son maravillosas y bailan, cantan, hacen performances… Es ahí donde se ve que necesitas trabajar el cuádruple que los hombres por el simple hecho de que nosotras tenemos que vender más cosas, no solo vale con que cantemos y hagamos canciones increíbles.

Adele, en cambio, siempre ha cedido todo el protagonismo en sus conciertos a la voz, sin más artificios. ¿Ella es una entre un millón?

Totalmente y, ¡menos mal! Alguien tiene que hacerlo también, pero es muy triste buscar la lista de personas más escuchadas del año pasado en España y descubrir que todos fueron hombres, a excepción de Rosalía e incluso ella se tiró todo el año entrando y saliendo. Ahora estará Shakira seguramente, pero hay pocos nombres de mujer. Cuando ves que los que están ahí arriba todo el rato son hombres pero las que se están partiendo el lomo continuamente para sobresalir somos nosotras, entonces piensas que algo está fallando.

Siempre has dejado clara tu orientación sexual. ¿Has notado que te haya influido en tu carrera?

Para nada. De hecho, nunca he hecho un anuncio como tal. He tenido la suerte de tener una familia super abierta en este sentido. Mi madre, cuando le quise decir que me gustaban las chicas, me paró y me dijo que ella no se tuvo que sentar a decirle a su madre que era hetero, y que yo no tenía por qué decirle que me gustaban las chicas. Desde mi casa siempre me han enseñado a normalizarlo. Cuando tratas algo de forma natural, es porque lo es. Obviamente hay una lucha que no debemos perder porque hay mucha gente que sufre discriminación por su orientación sexual y eso es horrible. Yo voy a hacer todo lo posible para que no sufran por ello.

La única vez que he notado rechazo ha sido en los medios. Me pasó durante la promoción de mi primer disco. Concedí una entrevista a un medio muy grande y el titular no fue que yo sacaba álbum, sino que era lesbiana y que, como tal, no iba a poner parejas heterosexuales en mis videoclips. Me cayó una que tela. Si queremos naturalizar algo, con estos titulares se desnaturaliza totalmente.

En cambio, en el círculo en el que me muevo, somos un montón de chicas lesbianas que hacemos música tranquilamente y cantamos historias de mujeres.

Has creado un un podcast llamado ‘Mujeres en la industria’ donde has tenido la visita de artistas como Natalia Lacunza. ¿Cómo nace la idea y cuál era el objetivo?

El podcast nace de la gira en acústico que hice en 2021 con mi mánager, María Torrejón. Hay muchas horas de coche y mucho tiempo para hablar. Las dos somos muy peleonas con el tema del feminismo y siempre había temas de conversación. Estuvimos en salas de toda España y en ese recorrido te encuentras de todo. No siempre es bonito.

Ella siempre decía que el día que lo grabáramos, se caería España, porque cuando hablas siempre das nombres y eso no se puede hacer público. En ese sentido, la ley protege más al agresor que a la víctima. Hablando con María, un día pensé que molaría un montón hacer un podcast en el que pudiéramos reflexionar sobre estas experiencias. Creía que podía ser una una iniciativa súper chula para crear un espacio seguro con más artistas femeninas de la industria. Está generando algo muy guay. Quise hacerlo porque muchas chicas jóvenes no saben cómo hacer las cosas o les da miedo y no tienen referencias. Esta era una manera de ofrecerles ejemplos, un recurso para que sepan que se puede y que hay mujeres trabajando mucho para abrirnos el camino a todas.

Podcast: Mujeres en la industria #02

¿Te acuerdas de la primera vez que te identificaste con la palabra feminismo?

Mi madre me ha educado muy bien y es una tía a la que le gusta mucho leer. Ella siempre me ha recomendado libros o me ha dado charlas. Hay un momento en el que tomas consciencia. Yo en la adolescencia siempre fui muy activa, iba a las manifestaciones y me metía en todos los saraos. A partir de los 13, 14 o 15 años me introduje más en el mundo del activismo.

Tu banda está compuesta exclusivamente por chicas. Hay otras artistas como Natalia Lacunza o Alba Reche que han optado por lo mismo. ¿Crees que en algún momento dejará de sorprender esta elección?

Espero que sí. Yo he elegido que sea así porque estoy mucho más cómoda. No hay nadie que me diga cómo tienen que ser mis canciones. En cambio, siempre que he tenido bandas en las que había hombres y eran más mayores, parecía que sabían más que yo. Con chicas es todo mucho más horizontal y super bonito. Si alguien quiere decir algo y cree que puede cambiar a mejor la canción, se dice con todo el respeto del mundo, no como una imposición. Espero que en algún momento esto cambie y no haya diferencia. También me ha pasado que, cuando he sugerido a una banda en la que eran todos hombres que dieran oportunidades a las chicas, me han contestado que no hay. ¡Y sí que hay! Yo tengo el contacto de 80.000 músicas. Tenemos que tener conciencia y no solo nosotras. Los hombres pueden llevar mujeres en las bandas y no pasa nada. Todo va cambiando, pero aún queda un trabajo super largo.

Recientemente te alejaste de las redes sociales porque decías que querías “mirar un poquito hacia dentro”. ¿Cómo se vive alejado de este mundo virtual?

Se vive muy agusto. Yo mantengo una dualidad en cuanto a las redes sociales. No solo me dedico a mi proyecto, también produzco y compongo para otra gente. Estoy todo el día creando y, cuando llego a casa por la noche, no me apetece coger el móvil y fingir que no estoy cansada. Por una parte, mola un montón tener la opción de interactuar con la gente, pero al final ya lo hago en los conciertos, que es lo que más me gusta del mundo. Cuando tenga un bolo, me bajo y me tiro una hora firmando, dando abrazos, haciéndome fotos y escuchando las movidas de la gente. Entonces, ¿qué más se necesita?

No pasa nada si no estamos tan activos en redes, no somos menos artistas por ello y no nos tenemos que sentir culpables por no hacer promoción o no subir contenido. Lo que pasa es que te expones, eres un personaje público y la gente es la que te da de comer. Eso hay que entenderlo también, porque son ellos los que van a tus conciertos. La gente es la que te paga el alquiler.

¿Qué te inspira más para escribir canciones: el amor o el desamor?

Ahora mismo no me inspira ninguna de las dos cosas. Va por épocas. Cuando compones mucho sobre algo acaba provocando que te distancies y que intentes escribir sobre otras cosas. Yo llevo un proceso de un año y medio un poco raro y estoy intentando hacer canciones que hablan de lo que estoy sintiendo, más allá del amor o el desamor.

¿Para qué artistas te ha gustado más escribir canciones?

Hace unos meses tuve la gran oportunidad de escribir para David Bisbal y fue increíble. Después le conocí y estuvimos acabando la canción juntos. A mi me llega a decir alguien hace un año que compondría para él y me reiría en su cara. Bisbal parece Dalai Lama, por cómo te habla y te da consejos. Conocerle y tener la oportunidad de aprender de él fue una locura.

¿Qué es lo que más te gusta de ser cantante?

Los conciertos, pero componer también me encanta. Yo siempre digo que las canciones son como la típica cajita donde guardas tickets del metro o de museos que te encantaron. Son recuerdos que suenan y es súper guay. Cada vez que esa cajita se abre, el efecto se multiplica y la gente guarda ahí sus propias memorias, dedica las canciones o las escucha en un momento importante. Componer es un don que me ha dado la vida y estoy súper agradecida.

¿Qué se le viene a Ainoa Buitrago este 2023?

Se vienen muchos conciertos, muchas canciones y mucha música nueva. Tengo ganas de seguir explorando y, sobre todo, estoy muy centrada en componer para el segundo disco. Ahora toca trabajar sobre Te quiero, que es el último single, y ya está en la calle.

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