Aprendiendo a sobre(vivir) sin Hugo
Aram Aharonian*
(traducción Javier Romero), OperaMundi. 27 de junio de 2011

 

Los venezolanos están aprendiendo a vivir sin la presencia de Hugo Chávez. Todos sentimos su falta por igual: los bolivarianos y la oposición. Porque la política en Venezuela ha girado en los últimos trece años en torno a su figura. Mientras tanto, Chávez sigue en Cuba después de someterse a una operación quirúrgica de emergencia para la extirpación de un absceso pélvico, sin que se conozca públicamente el diagnóstico preciso de la enfermedad del presidente venezolano.

Las preguntas de todos los días giran en torno a quién sucederá al dirigente si su salud empeora (¿el vicepresidente Elías Jaua?); la confirmación del acto de constitución de la Comunidad de Estados de Latino Americanos y Caribeños, prevista para el 5 de julio en Caracas, y el cronograma de las elecciones del próximo año para renovar los mandatos de la Presidencia y los gobernadores.

Los opositores tienen su razón de existir en función de lo que Chávez dice, decreta, opina, expropia, canta, recita o relata. Todos los cambios que se suceden son, sin duda, culpa de Chávez. Los que estaban dispuestos a llegar al "asesinato del mono", ahora exigen su retorno inmediato.

Por otro lado, todas las esperanzas de las masas chavistas se depositan en su dirigente y, lamentablemente, no hay nadie con suficiente credibilidad y carisma que puede llegar con un mensaje reconfortante. Nunca  tantos venezolanos se encontraron tan desamparados, tan perdidos y frente a tan enorme signo de interrogación.

En las últimas dos semanas, debido a la ausencia del Presidente, los mensajes, rumores, chismes y las historias más increíbles circulan por medios de comunicación formales e informales, que van desde las estaciones de radio independientes hasta el Twitter.

Los opositores mueren de deseos por que Chávez deje el poder, ya sea por votación o de otra manera. Pero basta con que falten unos pocos días para su tradicional discurso para que ya le echen de menos. Desde hace años, la oposición se guía por las palabras y acciones de Chávez, como si fuera la única razón de su existencia. No hay planes alternativos, propuestas o un proyecto de nuevo país.

El canciller venezolano, Nicolás Maduro, dijo el presidente Hugo Chávez está "a cargo" de su gobierno y que está luchando por su vida, en referencia al estado de salud, lo que, para muchos, fue interpretado como si Chávez tuviera con una enfermedad terminal. "La batalla que Chávez se enfrenta a su estado de salud tiene que ser la lucha de todos, la batalla por la vida, por el futuro inmediato de nuestra patria. Esto es lo que podemos transmitir a nuestros compatriotas", dijo Maduro.

"La derecha nacional e internacional está enloquecida, está frotándose las manos hablando sobre la muerte del presidente. Está como el 11 de abril de 2002. Les recordamos aquí, que después de todo 11 de abril hay un 13 de abril y aún tenemos Chávez para mucho tiempo ", dijo el vicepresidente Elías Jaua.


El silencio de los corderos

En los últimos dos meses, una serie de controversias sacudieron las líneas bolivarianas. Algunos hechos, sin embargo, no cicatrizaron y han tenido que enfrentar fuertes críticas de los intelectuales de izquierda en Venezuela y en toda América Latina, con tonos de descalificación y la censura, como la deportación del colombiano Joaquín Pérez Becerra, director de la agencia ANNCOL, y la detención en Barinas, el comandante Julián Conrado, miembro de las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia). Incluso algunos partidarios de la entrega prefirieron confundir a la solidaridad internacional con la intervención en los asuntos internos.

El sociólogo Javier Biardeau, al defender las voces críticas, dijo que esto no ocurre sólo en el caso mencionado, sino también con millones de casos que reflejan la descomposición de la revolución bolivariana y su regresión. "Sin la crítica, no habría ni un 3R [lista de principios chavistas: revisión, rectificación y reimpulso] ni un millón de erres. Basta con dar un pequeño paso: rectificación," dijo.

El chavista CTR (Colectivo de Trabajadores en Revolución) dice que los que ceden la batalla socialista por la tecno-burocracia y el capital están obligados a pagar por el silencio de los inocentes por no dejar "ser cooptados, dirigidas o apadrinados por sectores de la dirección del partido y/o el gobierno, que es casi la misma cosa. La idea es ocultar a todo coste los defectos, las irregularidades, las traiciones que esta nueva casta de privilegiados y pequeño burgueses comenten todos los días contra los lineamientos de la revolución bolivariana, contra el presidente Chávez y contra el pueblo chavista."

Además, los trabajadores afirman que "ellos son el oficialismo, nosotros el chavismo; ellos son privilegiados, nosotros los excluidos; ellos ejercen el poder utilizando utilizando chantajes morales y psicológicos; nosotros construyendo y fortaleciendo nuestras organizaciones en la lucha entre capital y trabajo, con acciones diarias de movilización. El silencio de los incentes es un estigma nos es presentado cuando no hay espacio para el debate, la discusión y la construcción colectiva, o simplemente de resolución de conflictos."

Añaden que la operación se basa en órdenes estrictas de hacer invisibles, no divulgar, publicar o entrevistar en los medios de comunicación del Estado a quienes defienden los derechos de los trabajadores, el proceso revolucionario. "No es conveniente para ellos porque somos críticos, somos una amenaza para la tecno-burocracia y los privilegios de la pequeña burguesía."

De acuerdo con el CTR, el silencio de los inocentes funciona "como un asesinato moral, como terrorismo psicológico y chantaje para callar a los que luchan, para silenciar a quienes denuncian la corrupción, la mala gestión, para poner fin a nuestro crecimiento ético y moral, porque somos consistentes de lo que decimos y hacemos."


Wikileaks divide a la oposición

En esta ocasión fue la revista colombiana Semana quien divulgó un despacho revelado por Wikileaks. Anteriormente, el diario español El País dejó al presidente del mayor partido de oposición, Acción Democrática, Henry Ramos Allup, en una situación muy complicada.

Esta vez, el despacho denuncia que el congresista Ismael García, del partido PODEMOS, junto con otros dirigentes como Juan José Molina y Ricardo Gutiérrez, se reunió con el embajador de los Estados Unidos Patrick Duddy, para solicitar financiación a través de la NED (National Endowment for Democracy) y otros fondos del gobierno estadounidense.

"Este es el momento de comenzar", dijo García a Duddy, al comentar en septiembre de 2009, que Washington no iba a intervenir en los asuntos de Venezuela. En ese momento, PODEMOS, con seis diputados, era la única fuerza de la oposición en la Asamblea Nacional. El partido se separó del chavismo en 2007. García, a su vez, justifica la solicitud de financiación --que tenía como objetivo la creación de una estación de radio y otra de televisión-- por los posibles riesgos que corrían los intereses norteamericanos con la presencia de Cuba e Irán en el país.

En Venezuela, nadie dudaba de la veracidad del despacho. Lo que se extraña es el hecho de haberse producido cuando la Mesa de Unidad Democrática, que trata de integrar a la oposición, debatía sus candidaturas internas e intentaba remover los personajes que podrían impedir una solución unitaria.

En otro despacho filtrado por Wikileaks, se revela que el Papa Juan Pablo II ordenó que los sacerdotes venezolanos se abstuviesen de participar en los esfuerzos para derrocar a Chávez después de casi diez años. Sin embargo, la jerarquía católica venezolana lo desafió con el apoyo del gobierno del entonces presidente de Estados Unidos, George W Bush.

Documentos del Departamento de Estado indican que funcionarios de la Iglesia en el Vaticano informaron a los diplomáticos estadounidenses sobre las preocupaciones del Papa, pero reconocieron que los obispos católicos del país probablemente ignorarían las órdenes, ya que, como se demostró entonces estaban involucrados en el golpe de Estado y el sabotaje petrolero.

Dentro de la oposición se sigue buscando un candidato de unidad --en la cercanía de las elecciones nacionales en febrero del próximo año--, pero también señala que no basta con criticar al gobierno. Para llegar al poder, la oposición debe presentar una alternativa político-económica a la actual, porque esperar un suicidio político del gobierno hace pensar al elector, con razón, que la oposición no tiene nada nuevo que aportar.

Ahora, dirigentes de la oposición trabajan bajo el consenso de no precipitar los pasos: si Chávez no puede reintegrarse total o parcialmente al mando, el Vicepresidente asumirá el cargo. El temor es que si Chávez no se postulara en el 2012, la posibilidad de unidad de la oposición acabe.


[*] Aram Aharonian es un periodista y director de la revista Question. Uno de los fundadores de la cadena de noticias TeleSur, también es director de la ULAC (Observatorio Latinoamericano para la Comunicación y la Democracia).