El referéndum revocatorio:
Resultados de la jornada del 15 de agosto
Javier Romero Gurich

La Constitución de la República Bolivariana de Venezuela establece la posibilidad de revocar el mandato de las autoridades elegidas, desde el presidente de la República hasta los alcaldes, pasando por diputados y concejales, cuando éstos hayan completado la mitad de su mandato y los electores consideren que no han cumplido con los programas por los que fueron elegidos.

Para que tenga lugar el referéndum revocatorio es preciso recoger un determinado número de firmas que, en al caso del Presidente de la República, debe ser como mínimo el 20% del cuerpo electoral.

Tras un proceso cargado de irregularidades, en el que pretendió pasar por válidas las firmas de personas que no habían suscrito la petición, la oposición al proceso revolucionario venezolano consiguió reunir  en julio algo más de las  2.452.179 firmas requeridas, por lo que el Consejo Nacional Electoral (CNE) convocó la consulta para el 15 de agosto de 2003. Los electores debían pronunciarse entre el SI o el NO a la revocación del mandato presidencial a Hugo Chávez.

Los resultados definitivos del referéndum revocatorio, emitidos por el CNE el 3 de septiembre de 2004, arrojaron los siguientes resultados:

SI (a favor de la revocación): 3.989.008 votos (40.6%)

NO (en contra de la revocación): 5.800.629 votos (59,1%)

Según la Constitución y leyes electorales, para que se produzca la revocación de un cargo representativo el resultado del escrutinio debe reunir dos condiciones:

El número de votos a favor de la revocación debe ser superior al número de los votos que obtuvo en su elección el político sometido a revocación.

El número de votos a favor de la revocación debe ser superior al número de votos en contra de la revocación.

Hugo Chávez obtuvo más de 3,75 millones de votos en las elecciones de julio de 2000, por lo que la primera de las condiciones se cumplió; sin embargo, la oposición sólo consiguió el 40 por 100 de los votos revocatorios, no cumpliéndose por tanto la segunda de las condiciones exigidas y, por tanto, el presidente del CNE proclamó que el presidente Chávez deberá terminar su mandato en enero de 2007, pues sus detractores no lograron la cantidad de votos necesaria para revocarlo.

El espectacular incremento del número de votantes explica los resultados de esta consulta. Tradicionalmente, la participación electoral en Venezuela se ha caracterizado por la abstención de unos tres quintos del electorado:

En diciembre de 1998, cuando Chávez fue elegido presidente por primera vez, votó 36,5% del censo,

en julio de 2000, cuando fue elegido por segunda vez, votaron el 43,8% de los electores,

en este referéndum, participó el 61% del cuerpo electoral.

Como ocurrió en España en las elecciones generales de 2004, cuando la población se juega algo que realmente considera importante en una consulta electoral, el índice de participación crece notablemente.

La asistencia a los centros de votación fue masiva: Casi dos horas antes de la apertura de las mesas electorales, que se fijó en las 6 de la mañana, ya había largas colas de ciudadanos esperando para depositar su voto. La normativa electoral establece que las mesas deben permanecer abiertas mientras haya personas esperando para ejercer su derecho; por ello, aunque su cierre estaba previsto para las 17 horas, el CNE lo prorrogó primero hasta las 20 horas y posteriormente, hasta las 24 horas. Cumplido este plazo, todavía quedaban numerosas personas sin votar, principalmente en Caracas, Maracaibo y Valencia, las tres ciudades más importantes de Venezuela, por lo que en éstas el cierre se produjo con posterioridad a la media noche venezolana.

En este referéndum Hugo Chávez obtuvo el número más alto de votos de la historia venezolana, superando ampliamente los más de 3,8 millones de votos que permitieron a Carlos Andrés Pérez ganar las elecciones presidenciales de 1988 y que hasta el 15 de agosto era la cifra récord.

Los numerosos observadores internacionales que concurrieron al proceso, han destacado la corrección y limpieza del mismo y avalaron con claridad el triunfo del presidente Chávez y, por tanto, la más estrepitosa derrota de la oposición a la Revolución Bolivariana.