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Frente a la violencia machista: respondemos en las calles

RESOLUCION DEL COMITE EJECUTIVO DEL PCE

Frente a la violencia machista: respondemos en las calles

Aprobado por unanimidad

955 mujeres han sido asesinadas en este país desde el año 1999, según cifras oficiales. 54 víctimas en 2013, 27 en lo que va de año. Este dato, de por sí sólo, hace incompatible cualquier defensa que se haga sobre nuestro sistema social y democrático.

Además del feminicidio, como su manifestación más execrable, constatamos a través de la macroencuesta que efectuó el Ministerio de Sanidad en 2012 que: un 10.9% de las mujeres habían sufrido violencia en algún momento de su vida (2.154.705 mujeres) y un 3% afirmaba sufrir maltrato (595.038 mujeres). El reciente informe publicado por la Agencia de Derechos Fundamentales de la Unión Europea muestra que un 22% de las mujeres españolas denuncia haber sufrido violencia física o sexual y calla ante ello. Un 30% asegura haber sido objeto de violencia física, sexual o psicológica en la infancia a manos de un adulto; 28% sólo física o sexual. El 41% de las españolas encuestadas evitan los espacios públicos considerados “peligrosos”.

La violencia machista es un complejo entramado que se encuentra inserto en la estructura de nuestro modelo capitalista patriarcal que nos asigna posiciones desde la imposición de un sistema de relaciones sexo/género, no podemos hablar por lo tanto de una única situación de violencia, sino de múltiples violencias que se articulan sobre la base de la dominación de la mujer por el hombre. Desde el Partido Comunista de España, además entendemos que es esta dominación, pieza clave del sistema capitalista, pues es el patriarcado en lo ideológico y la división sexual del trabajo en lo económico dos de las columnas sobre las que el capitalismo se sostiene.

Tratar de aislar el problema de la violencia de género, como si fuera un fenómeno desconectado, tiene que ver con la negación de la existencia de un sistema patriarcal y, por lo tanto, la negación de los elementos que la sustentan. Hay múltiples violencias que se ciñen sobre nosotras. Violencias que nos disciplinan, como el acoso sexual que nos obliga a pedir perdón por acceder a un precario empleo de trabajo; violencias que controlan nuestros cuerpos y nos dicen cuándo y de qué manera ser madres; violencias que nos señalan como diferentes y nos segregan en las aulas – y en tantas otras esferas‐; violencias que nos condenan a la dependencia, negándonos el subsidio por desempleo, congelando y suprimiendo nuestras pensiones, o encerrándonos al trabajo oculto e invisible de los hogares.

Combatir la violencia de género significa combatir contra los cimientos del sistema patriarcal y esto, para nosotras y nosotros, los y las comunistas, requiere establecer un compromiso ineludible con esta situación. Significa que debemos entender las raíces estructurales del capitalismo, ancladas en un régimen patriarcal que establece sobre nosotras una multiplicidad de violencias y que reclama de nosotras un compromiso militante.

La violencia de género sucede en nuestros barrios y en nuestras calles y nos ataca a todas nosotras, disciplinándonos con su sola existencia. Erradicarla debe de ser por lo tanto un elemento central en nuestra práctica y estrategia política por ello reforzamos nuestro compromiso en:

.‐ Potenciar el MDM como frente feminista del partido en la estrategia del empoderamiento de las mujeres trabajadoras y su incorporación a la lucha. Desde la comprensión de la violencia como un problema estructural, las y los comunistas apostamos por la organización de las propias afectadas. Construir espacios de participación política es un paso indispensable en nuestro empoderamiento.

.‐ Potenciar nuestro trabajo en las organizaciones de base y la Red de Solidaridad Popular como espacios en los que hacer trabajo feminista y tejer redes de confianza y solidaridad con las mujeres afectadas por la crisis.

.‐ Denunciar públicamente la violencia machista y fomentar la toma de conciencia social y pública. El empoderamiento del entorno social es indispensable, no son casos individuales, es un problema estructural. Debemos incidir en la intervención colectiva, no es responsabilidad de las mujeres, es responsabilidad de todos responder frente a la violencia machista.

.‐ Exigir el cumplimiento del La Ley Integral contra la Violencia de Género, exigiendo la dotación presupuestaria suficiente así como la no limitación de su aplicación al ámbito doméstico.

.‐ Exigir la especialización de los órganos judiciales encargados de la Violencia de Género.

.‐ Exigir la paralización de los recortes en los dispositivos de intervención frente a casos de violencia machista.

.‐ Exigir la retirada de la Ley de Bases, la cual elimina las competencias en materia de igualdad de los ayuntamientos.

 

Madrid a 12 de abril de 2014