¿Será por temas de actualidad en Valencia?. Primero el trágico accidente del metro de Valencia en donde ya son 42 las víctimas, de las cuales 31 son mujeres. Y los dirigentes políticos del Gobierno de la Comunidad Autónoma, tirando balones fuera sobre la situación de la falta de seguridad de la línea accidentada. Después la visita del papa este fin de semana a la misma ciudad que ha sufrido el accidente con todo lo que el evento conlleva de publicidad, fastos, actos, movimiento de gentes y la contraprogramación que se ha organizado alrededor de la plataforma JO NO T’ESPERE (YO NO TE ESPERO).
El papa irá a la estación de metro en donde tuvo lugar el accidente y se supone que allí rezará, pero yo me pregunto ¿servirá de algo para las ilusiones muertas de las 42 víctimas?
Tanta ostentación, tanto bombo y platillo ante este tema me tiene francamente quemada. No hay derecho. Y ya no sólo me refiero al dispendio económico que ha movido la visita, sino al mensaje que se va a dar. De nuevo la reivindicación de la familia convencional como base de la sociedad patriarcal y androcéntrica que ellos quieren. Una familia que eduque en la sumisión a las mujeres. Las quieren sumisas, fieles esclavas para que tengan los hijos “que dios les dé” y sin rechistar.
Un tipo de familia excluyente en donde la reproducción es el único objetivo y además dentro de ese modelo encorsetado se puede manipular mucho mejor a sus miembros.
Nada que decir de las familias monoparentales voluntarias o por accidentes de cualquier tipo, en donde mayoritariamente son las mujeres las que educan y luchan por sus hijas e hijos.
Ni una palabra sobre las nuevas familias formadas LEGALMENTE por parejas homosexuales. También son familias, también tienen derechos, pero la iglesia que representa este papa les niega, les oculta y lo que es peor les condena, ¿Quiénes son ellos para condenar si entre sus filas tiene lo que tienen?
De nuevo la imposición de criterios y credos, sin ningún derecho a la negociación en ningún ámbito. De nuevo su verdad la quieren imponer.
No importa que seamos muchas las personas que no pensamos como ellos y así lo hayamos manifestado. No les importa. Como tampoco les importa a los dirigentes del Gobierno Autónomo que, a un año de las elecciones autonómicas, les viene de perlas poderse exhibir ampulosamente ante el mundo mundial y así poder ganar votos.
El dinero que se necesitaba para invertir en mejoras de las líneas más antiguas del metro de Valencia, lo están gastando en recibir al máximo representante de una de las iglesias que menos tiene en cuenta la libre elección de las personas en cuánto a su forma de vivir y que condena todo aquello que no sea de su agrado.
Y además se atreven a inmiscuirse de nuevo en la política terrenal de los estados modernos en temas de moral, educación, formas de vivir la sexualidad, etc...
Y a las mujeres nos quieres seguir sometiendo a sus deseos y designios impidiéndonos el derecho a ser seres con libertad integral sobre nuestro cuerpo y capacidad de elección de qué hacer con él y con quien. Además se atreven a cuestionar nuestra capacidad de decidir sobre nuestra maternidad o no.
¿Quienes son estas gentes que se atreven a practicar esta doble moral y además darnos lecciones morales?
Evidentemente me sumé a la campaña “Jo no t’espere”, pero además siento la rabia de una ciudadana atea a quien todos los medios de comunicación le quieren imponer la visita de un representante que representa todo aquello contra lo que lucho.
Este fin de semana ni prensa, ni radio, ni tele. Toca lectura refrescante y edificante. No quiero formar parte de esas audiencias, seguro que millonarias, que es otra de las formas de dar coba a la visita.
No les reconozco y por tanto no les quiero en mi vida de ninguna manera.
Ontinyent (Valencia) , 8 de julio de 2006.
Tere Mollá
tmolla@teremolla.net
¿Han visto alguna vez una foto del patriarcado? Seguramente sí, muchas veces (...)
Las asociaciones feministas españolas que asisten a la cumbre que analiza (...)
¿Que fue de Amina Lawal tras finalmente librarse de morir lapidada en (...)
Cuando Helga Diekhoff llegó a España en 1961 a aprender el idioma, tenía 21 (...)
La posición que mantenemos desde el feminismo sobre la custodia compartida (...)
Durante la tercera semana de septiembre de 2006 se realizó en la Universidad (...)
Los ejecutivos continúan forrándose cobrando miles de millones de euros como (...)