18 Nov '06 -Epigramas del emperador (XIV)

El ciruelo de jardín no prometía frutas, pero las dio. A veces sucede que recibimos piedad cuando esperamos un estacazo o un golpe de quien esperamos alivio. Son formas de lo sorprendente y de la ingratitud, a las que no conviene avenirse.



Editado por german, el día 18 Noviembre '06 - 15:45, en Poemas.

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