30 Nov '09 -Larga vida a José Viñals

Monográfico del MLRS sobre José Viñals: aquí

Estimados amigos:

José Viñals murió el pasado jueves en Málaga. Su estado de salud había quedado definitivamente menoscabado desde que en el verano de 2008 sufriera una crisis que le puso al borde de lo que ahora ha cruzado. José lo esperaba.

José Viñals murió el jueves, pero José Viñals no ha muerto. Nos deja una obra escrita infatigablemente durante más de cinco décadas y nos deja también el ejemplo de una vida valiente y hermosa que encontró la complicidad de muchos y en la que muchos encontramos aliciente y guía.

José Viñals murió el jueves, pero aún le queda mucha vida. Larga vida a José Viñals.

(Benito del Pliego)


* * * *

El silencio y las grietas

Alta es la noche, alta la señal, alta la soledad, alto el silencio. Una música insomne se filtra por las grietas. Alto el silencio. La música es memoria.

Culminan su trabajo los ángeles, los engreídos. Flores de azúcar, cristalitos de nieve color malva. Alta la edad, bajos los colmillos de la hiena preñada. En los huesos se infiltra el humor de la noche, la esperada, la turbia. Alto el silencio, alto el advenimiento.

Alta es la noche. Por las grietas se filtran las hogueras, el vuelo del murciélago. Viento, alto es el viento mudo de las sombrías albuferas.

La peste se arrodilla, mujeruca de esparto apolillado, ojuelos de gallina. ¿A qué viene la peste? ¿Qué va a llevarse si ha venido?

Viene a por músicas la pálida. A por la vomitona. Viene a por notas funerarias en los oscuros pentagramas.

Aquel que va a morir no ha cerrado los ojos. Alta es la noche, piensa, sin signos de tragedia.

Hay ratoncillos en los zócalos. Muge la vaca parturienta. Algo nace al tiempo que alguien muere. Todo se filtra por las grietas trizadas de la noche. Aquel que va a morir ordena sus palabras. Nada temo. No moriré con música. ¿La peste ya ha llegado?

El armadillo ha abierto ya su hueco. Duerme sin normas la calandria. El vegetal se acopla a los muros de piedra. Alto es el viento; su afilado silbido se filtra por las grietas. El invierno musita su parlamento ciego.

Aquel que va a morir no tiene ya memoria del amor, de los años. Aquel que va a morir tiene una lenta prisa. Tiene morados ya los dedos de los pies y las manos. Una tela de araña atenúa la luna del espejo. Duermen los libros en los cautos estantes. Hay un polvillo ceniciento en los muebles y enseres. Gotea la escarcha en la techumbre. Ha caído una mosca en el agua del vaso.

Alta es la noche, indecisa e informe la precoz madrugada. Ha cesado la música. Duermen las ratoncillos. En el establo el caballo medita. Alto el silencio, alto el fulgor del cielo, alta la madrugada. Breve el sigilo de la muerte.

(de El silencio y las grietas, 2006)

Editado por administrador, el día 30 Noviembre '09 - 12:03, en Critica Comentario.

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