KOLECTIVO VALLEKAS ZONA ROJA
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  • ACTIVIDADES, CONVOCATORIAS


  • TEXTOS
  • 1º Autonomía y barrio
  • 2º Unión de "lo político y lo social"
  • Acerca de autonomía y barrio.

    INTRODUCCIÓN

       Como no es posible ser completamente objetivos y nuestras opiniones e ideas vienen más o menos determinadas por las prácticas y las lecciones que aprendemos al llevar a cabo estas prácticas, comenzaremos por un poco de historia y explicar nuestro camino en la lucha por nuestro barrio.
            El Kolectivo Vallekas Zona Roja nace a mediados de 1996 a raíz de la penúltima etapa del C.S.Seco, que acabó fracasando como proyecto. Así un grupo de gente que salía de este proyecto, algunos que habían estado hacía tiempo en el Kolectivo Adelfas Joven y que por unas razones u otras habían estado un tanto alejados y gente del barrio que conocía más o menos el mundillo "asambleario", se deciden, tras un llamamiento a una asamblea y la puesta en común de ideas, a formar el Kolectivo VK.Z.R.. Es de destacar lo heterogéneo de la mezcla, tanto a nivel de experiencias como de ideario, lo que por un lado posibilitaba un enriquecimiento mutuo que de otra forma no podría darse y por otro creaba una unidad alrededor de algunos conceptos comunes que tenemos bastante claros: postura contraria a las estructuras verticales, planteamiento en primer plano de las luchas en los barrios como forma de incidir en la realidad diaria, aunque englobadas en un marco anticapitalista y de contestación al sistema que desde las ideologías pasadas nos parecían si no imposibles, sí al menos incompletas...

    Kolectivo autónomo de barrio

            Desde un principio nos vemos en la necesidad de dotarnos de unas estructuras asamblearias que garanticen la horizontalidad y el desarrollo personal y político de todos, y que limite a la vez la aparición de estructuras informales de poder como consecuencia de lógicas diferencias de toda índole, ya que siempre hay gente con más preparación, y corremos el riesgo de propiciar élites informales (y por lo tanto incontrolables) en el seno del colectivo. Apostamos pues por las estructuras formales de organización, siempre horizontales y lo más participativas y democráticas posibles, sin dejar de lado otras formas posibles de organización para acciones puntuales con otros grupos.
              Como colectivo político "antagonista" participamos de unos principios "teóricos" básicos, que aunque a veces da la impresión de no verse reflejados en una teoría escrita que poder difundir, sí marcan las formas de actuación y el método. Que las condiciones globales se manifiestan en lo concreto y lo determinan, se complementa en que la realidad concreta determina lo general, puesto que sólo desde la realidad diaria emanan, surgen y cambian los conceptos "totales".
           Así, consideramos que sólo actuando sobre nuestras propias vidas, nuestros problemas e inquietudes, conseguiremos mejorar nuestra existencia, arrinconando al Poder fuera de nuestra esfera y arrebatándole por lo tanto su misma esencia. La Autogestión y la Autoorganización se muestran entonces en los lugares de trabajo, de ocio, de vida en definitiva. Pero se da la circunstancia, por hechos de todo tipo, de que el Sistema (con la ayuda inestimable de algun@s fals@s profetas) ha arrinconado cada vez más a la clase trabajadora, los sindicatos oficiales nos venden al mejor postor, las fábricas en las que el/la trabajador/a entraba en contacto con sus semejantes y se organizaba están en algo más que en declive (la lucha obrera autoorganizada es otro aspecto importante que aquí no vamos a analizar por no ser el tema central del texto), el ocio se convierte en no-trabajo, las personas en instrumentos en manos del empresario, la reflexión queda aplastada por el pasotismo y así un largo etcétera con el que el Capital intenta acabar con nuestra capacidad organizativa.

    ¿Qué nos queda entonces? Nos queda el ámbito en el cual se manifiestan todos estos problemas, en el que hemos crecido y conocido las consecuencias de la explotación, en el que podemos recuperar la conciencia de la gente, y éste es el Barrio.

    Intervención práctica en el barrio

    Volvemos un momento sobre la historia de nuestro colectivo en concreto:
            En una primera etapa el Kolectivo se centra en las acciones de "agitación" y denuncia en los temas de siempre, esta etapa se caracteriza por el activismo en el barrio lógico en un grupo que empieza con muchas ganas pero con falta de reflexión.
          Así se realizan pasacalles, charlas, pintadas, pegada de carteles, etc. Pero pronto nos damos cuenta de hasta qué punto nos falta preparación política y pasamos a una nueva etapa en la que prima sobre todo el debate interno y el trabajo sobre textos.
               Sin duda estas dos etapas del primer año nos marcan el camino a seguir, es decir, no caer en el simple activismo sin debate, ni en las palabras sin un reflejo real en nuestro trabajo. De estos debates y el consecuente aprendizaje nacerán las líneas maestras del siguiente año, que es para nosotr@s en el que encontramos el camino a seguir en la lucha en y por el barrio.
               En este segundo año el Kolectivo se integra en la Coordinadora de Colectivos Lucha Autónoma, en la que ya habían estado algun@s en su etapa en el Kolectivo Adelfas Joven  o en Riff-Raff, y en el C.S.Seco. Esta decisión responde a la necesidad de dar globalidad a las luchas de barrio que llevamos a cabo, así también como forma de estar en contacto permanente (por tanto en aprendizaje constante) con lo que otros colectivos similares al nuestro realizan desde hace tiempo. Tampoco hay que olvidar que vivimos en una ciudad de más de 4 millones de habitantes con gran numero de barrios y que si queremos realizar una lucha "total" contra el sistema es necesario juntarse.
               En cuanto al barrio en sí, que es lo que nos centra aquí, el Kolectivo, tras un periodo de reflexión decide tomar un nuevo camino, un cambio casi radical, a saber:
               Vivimos en un barrio con gran tradición en cuanto a lucha obrera se refiere, en el que casi todos los problemas que pueden presentarse hoy en día se manifiestan con mayor o menor intensidad; en el que existe cantidad de grupos, muchos de ellos asamblearios, que trabajan por un cambio social pero que por h o por b no están en contacto entre sí. Por otro lado nosotr@s, con toda nuestra razón, no dejamos de ser un "Movimiento" reducido, aislado, que hace su guerra aparte, contra todo. En este escenario es en el que el Kolectivo decide dejar de lado todo prejuicio y comenzar a ponerse en contacto con cuanta más gente mejor, y después con l@s que se vea posible empezar un trabajo común, con cierta continuidad. Y para sorpresa (agradable) de algun@s, en ciertos casos con quién menos podríamos imaginar es con quién mejor sale el trabajo y es más agradable. Esto ha supuesto para tod@s una de las mejores lecciones de praxis antagonista que podíamos aprender, tanto de cara al barrio, como en general.
           Por ejemplo el trabajo llevado junto con otros muchos colectivos (Madres Contra la Droga, Asociación Libre de Abogados, Coordinadora de Barrios, C.A.E.S., etc.) alrededor de la Parroquia de Entrevías, o de la Coordinadora de Vallekas contra el Paro, en temas como los realojos, el paro, la población marginal, la situación de l@s pres@s, ha sido gratificante; ahí queda la ocupación de la Catedral de la Almudena en apoyo a l@s pres@s F.I.E.S., las jornadas "Rompamos el Silencio, 7 Días de Lucha Social", y sobre todo el trabajo diario en el barrio. Ayudando a la población desalojada de sus viviendas. Recuperando la Batalla Naval Vallekana y su sentido reivindicativo - para disgusto de la reaccionaria concejala del PP -, que reunió a la práctica totalidad de asociaciones, grupos y colectivos del barrio en torno a algo concreto para futuras acciones y que esboza algún tipo de coordinación a nivel vallekano.
            Cabe destacar igualmente la capacidad de incidir en el barrio, de juntar y unir, y sobre todo de difundir a la que la Okupación y reapropiación de espacios nos da oportunidad, por no hablar de la necesidad de locales en los que reunirse para organizar las luchas. Así, hemos recuperado el proyecto del C.S.Seco con mucha ilusión.

     Barrio
                  Se hace necesario desterrar en primer lugar la forma individualista de pensar en la que la idea de barrio pierde todo su contenido, y con la que el Poder intenta amputar la base fundamental de la convivencia entre personas y la unidad primera de lucha, y por tanto el primer y gran peligro real para él, es decir que las personas se identifiquen con los problemas que sufre o puede sufrir, practicando la solidaridad y la autoorganización entre semejantes para resolver efectivamente esos problemas sin depender de "su manto protector" (opresor es lo correcto). El barrio que much@s de nosotr@s conocimos, con una solidaridad consustancial, en el que tod@s nos conocíamos y ayudábamos da paso a una simple organización territorial, dónde vivimos después del trabajo y/o el estudio y en el que la ayuda mutua deja sitio al individualismo más asqueante (esto en parte ya lo han conseguido en los centros de trabajo en los que el corporativismo, el individualismo y el entreguismo sindical imperante obligan a l@s trabajador@s a tragar todo lo que se le antoja al empresario de turno atizados por el paro). Debemos pues destruir esa concepción simplemente judírico-administrativa de lo que es el barrio, que arrebata todo poder decisorio real a las personas que lo habitan.

    El barrio como unidad primera de las relaciones humanas modernas.

               Históricamente, en todos los momentos revolucionarios modernos (y en los no tan revolucionarios también), así como en los sistemas socialistas o como se les quiera llamar (aquí no vamos a entrar a juzgar), los barrios han tomado un papel principal como unidad político-social junto a los centros de trabajo, y han sido, o han intentado ser, el verdadero motor de las transformaciones (los comités de barrio se reproducen allí dónde se intenta crear un verdadero poder popular). Esto es del todo lógico, pues es en ellos dónde las personas tienen un verdadero potencial de decisión y control sobre su propia existencia y los problemas que se le plantean a lo largo de su vida.
           Sin embargo estas expectativas se han visto históricamente truncadas por poderes "superiores", debido a que se prima el carácter territorial sobre el social (en este sentido estrictamente territorial siempre hay una unidad superior), o bien por un supuesto bien común exterior a estas estructuras y ajeno a las problemáticas y a las decisiones libres que puedan tomarse. Típico en l@s "comunistas de nombre".
               De esta forma nuestra postura autogestionaria intenta acabar con este problema, si bien no es nada fácil. Se hace pues necesario potenciar lo social de tal manera que la territorialidad sea poco más que un accidente geográfico en el cual se encuadra la verdadera esencia de barrio, y denunciar la falsa liberación predicada por algun@s oportunistas. Pero a la vez, fomentar de gran manera la coordinación de lo común, pues eso también es autogestión.

      Las calles en las que crecimos y en las que hoy nos vigilan y nos prohiben, en las que jugábamos de niñ@s y hoy se palpa la precariedad, el/la panader@ de la calle de al lado que ha cerrado por no poder competir con el gran capital, el lugar dónde hicimos nuestr@s amig@s que hoy luchan a nuestro lado o que por otro lado han caído en la heroína, la delincuencia obligada o con un poco de suerte están inmersos en la más absoluta miseria mental (véase las cantidades de malotes/as que atronad@s de tecno barato y fútbol como asunto nacional pasean por nuestras calles). Ése es nuestro barrio, y estamos decidid@s a recuperarlo y devolverle la vitalidad y la capacidad de solidaridad y de lucha que no hace demasiado conocimos.

    ¿Alguna conclusión?

        Así pues, intentaremos sacar algunas conclusiones de todo este lío:

  • Que la solidaridad y autoorganización en torno a problemas comunes son nuestra mejor arma, y que los barrios son uno de los contextos ideales dónde utilizarlas.
  • Que la Autonomía Popular pasa por la autonomía y la autoorganización en los barrios (como dice nuestro lema), como necesario garante de la libertad y el poder de decisión de las personas.
  • Que el Barrio es nuestra unidad primera y fundamental de actuación, junto con el Trabajo, la Contrainformación y la Autodefensa.
  • Que en la autoorganización de las luchas en el barrio es necesario coordinar esfuerzos, sin que eso signifique renunciar a nuestros conceptos (más bien lo contrario).
  •   Para terminar aclarar que éstas son las conclusiones a las que hemos llegado en VK.Z.R, a través de varios años de trabajo en nuestro barrio en concreto, que cada barrio tiene su contexto y cada colectivo su método. A cada un@ le corresponde guiar su trabajo hacia dónde considere necesario colaborando con quién quiera y pueda, y denunciando y atacando la realidad imperante con nuevas formas de autoorganización y autogestión imaginativas que no pueden ni deben ser simplemente mimetizadas.
    KOLECTIVO Vk.Z.R.
    Octubre-1998
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    Unión de "lo político" y "lo social"

            Rechazamos la “imperante” fractura entre “lo político y lo social” resultante de una concepción técnica de la política, encargada de “gestionar” los recursos sociales en pos de la economía. La economía se convierte en el elemento central de la política desterrando al hecho social. Esta concepción asimilada por la inmensa mayoría de la “izquierda”, margina cualquier anhelo de construcción de una sociedad nueva, se confía a la “buena marcha de la economía” la mejora de las condiciones sociales, algo que a estas alturas se manifiesta contradictorio y falso.
            Reclamamos por tanto la recuperación de la política como búsqueda de formas justas de relación entre sujetos sociales activos, como apertura a la complejidad del mundo y de los seres humanos, como diálogo entre semejantes y búsqueda de bienestar común.
            Por tanto consideramos que lo político y lo social son inseparables, siendo lo social el elemento central no sólo del análisis sino también de la práctica política.
          Ésta es a la vez una concepción teórica y la estrategia práctica. Si queremos construir una sociedad de sujetos sociales activos, autoorganizativa, se hace necesaria la transformación del objeto económico (ciudadano mercancía) en sujeto político-social activo, y ese proceso sólo puede darse en lo social, desde el planteamiento reivindicativo de propuestas locales, en la cotidianeidad, hacia el planteamiento global de alternativas reales, en, desde y para toda la sociedad. 


    Vallekas Zona Roja
    Mayo de 1999
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