2.3.-Precios de producción:

Nunca se insistirá demasiado en que la dificultad de la tarea científica radica en el hecho de que los fenómenos no coinciden directamente con la esencia de las cosas, y que, por tanto, el descubrimiento de la esencia constituye el primer paso para la comprensión de la realidad tal y como se ofrece directamente a los sentidos. Y lo que caracteriza la práctica teórica del marxismo respecto de los economistas vulgares al servicio de la burguesía, es precisamente su propensión a conocer el nexo interno de la realidad económica en tanto unidad de esencia y apariencia.

Pero así como el pensamiento que se limita a reflejar la apariencia de las cosas resulta incoherente y vacío, contradictorio e inoperante desde el punto de vista de la búsqueda de la verdad, lo mismo sucedería si una vez penetrada la apariencia y descubierta mediante la abstracción la esencia oculta de las cosas, el pensamiento renunciara a volver desde la abstracción por el camino de regreso a través de los "eslabones" intermedios o "términos de enlace" que conducen de la esencia abstracta a la concreta apariencia, que así deja de ser incoherente y vacía para pasar a ser un todo pleno de sentido:

<<

<<

<<Parece justo comenzar por lo real y lo concreto, por las suposiciones verdaderas (por lo que aparece como verdadero según la percepción de los sentidos). Así, pues, en la economía, por la población que es la base y el sujeto del acto social que es la producción en su conjunto. Sin embargo, si se observa más de cerca, uno se da cuenta que esto es falso. La población (en la sociedad capitalista) es una entelequia si dejo a un lado las clases de que se compone. Estas clases son, a su vez, una palabra sin sentido si ignoró los elementos sobre los cuales reposan, por ejemplo, el trabajo asalariado, el capital, etc. Estos últimos suponen el cambio, la división del trabajo, los precios, etc. El capital, por ejemplo, no es nada sin trabajo asalariado, sin valor, dinero, precios, etc. Si comenzara, pues, por la población, tendría un representación caótica del conjunto. Pero si procediera a través de un análisis cada vez más preciso, lograría conceptos cada vez más simples: de lo concreto representado (fijado directamente en el pensamiento por la inmediatez de los sentidos) llegaría a abstracciones cada vez más sutiles (como el pasaje de la categoría de valor de cambio al valor) hasta alcanzar las determinaciones más simples (como el concepto de trabajo simple, indiferenciado o abstracto). Llegado a este punto, habría que volver a hacer el viaje a la inversa, hasta dar de nuevo con la población. Pero ya no tendría ante los ojos una masa caótica, sino un todo rico en determinaciones y relaciones complejas>> (K. Marx: "Introducción general a la crítica de la economía política" Punto 3. Lo entre paréntesis es nuestro)

En un primer momento, por medio de numerosas hipótesis simplificadoras de la realidad, -como que la oferta y la demanda coinciden y las mercancías se intercambian por sus equivalentes- Marx puso su atención sobre las categorías de valor y plusvalor como un todo, haciendo abstracción de los eventos ocurridos en la esfera de la circulación que presenta esas categorías globales desglosadas en fenómenos o formas concretas parciales tales como la ganancia industrial, la ganancia comercial, el interés bancario o la renta territorial:

<<

<<

<<En el primer libro se investigaron los fenómenos que presenta el proceso de producción capitalista, considerado para sí como proceso de producción directo, y en él se prescindió aun de todas las influencias secundarias de circunstancias que le son ajenas. Pero este proceso directo de producción no agota la trayectoria vital del capital. En el mundo real lo complementa el proceso de circulación, y éste constituyó el objeto de las investigaciones del libro segundo. Allí se reveló, especialmente en la sesión tercera, al examinar el proceso de circulación como mediación del proceso de reproducción social (capitalista), que el proceso capitalista de producción, considerado en su conjunto es una unidad de los procesos de producción y circulación. De ahí que en este tercer libro no pueda ser nuestro objetivo el formular reflexiones generales acerca de esa unidad. Antes bien, se trata de hallar y describir las formas concretas que surgen del proceso de movimiento del capital considerado en su conjunto. En su movimiento real (en tanto unidad de esencia y apariencia), los capitales se enfrentan en formas concretas (ganancia industrial, tasa de interés, ganancia comercial, renta territorial) tales que para ellas la figura del capital en el proceso directo de producción así como su figura en el proceso de circulación, solo aparecen como fases particulares. Las configuraciones del capital, tales como las desarrollamos en este libro, se aproximan por lo tanto paulatinamente a la forma con la cual se manifiestan en la superficie de la sociedad, en la acción recíproca de los diversos capitales entre sí, en la competencia, y en la conciencia habitual de los propios agentes de la producción.>> (K. Marx: El Capital" Libro III Sección primera Cap. I. Lo entre paréntesis es nuestro)

Una de esas aproximaciones a la realidad tangible como resultado de la interacción entre los procesos de producción y de circulación, son los precios de producción. Para el discernimiento de este concepto tenemos ya todos los elementos de juicio menos uno: la composición orgánica del capital.

Al explicar la noción de plusvalor relativo, decíamos más arriba que la fuerza productiva del trabajo (FPT) es la relación existente entre los medios de producción (MP) y la fuerza de trabajo (FT):

FPT = MP/FT

Según esta relación, la fuerza productiva (FPT) aumenta, cuanto mayor es la cantidad de medios de producción empleados en la fabricación de un producto o, lo que es lo mismo, cuando determinada (FT) es capaz de poner en movimiento mayor cantidad de (MP). Es ésta una relación puramente técnica, vista desde la óptica de todo proceso de trabajo. Pero ya vimos que cualquier proceso de trabajo que suponga una relación salarial es, al mismo tiempo, un proceso de valorización. En este caso, los factores técnicos de la producción (MP) y (FT) adoptan la forma capitalista y tienen un determinado valor que hemos designado por (Cc) y (Cv) respectivamente, a cuya relación Cc/Cv Marx le ha denominado composición orgánica del capital (COC)

Así, el valor de toda mercancía M producida de manera capitalista se expresa mediante la siguiente fórmula:

M= Cc+Cv+Pv

Si de este valor contenido en la forma de la mercancía M descontamos el plusvalor Pv, queda Cc + Cv, esto es, el valor del capital invertido en los factores de la producción. Por ejemplo, supongamos que para la producción de la mercancía M (una corbata de seda natural), el capitalista invierte 100 Pts. por desgaste del medio de trabajo empleado; 900 en materias primas y auxiliares y 1.500 en salario. Si la tasa de plusvalor es del 160%, entonces el valor del producto será:

M = 1.000cc + 1.500cv + 2.400pv = 4.000 Pts.

Luego de deducir el plusvalor de 2.400 Pts. queda un valor mercantil de 2.500 Pts., que es el equivalente al capital invertido. Es el precio de costo de la corbata. Pero lo que le cuesta la mercancía al capitalista y su coste social son dos magnitudes de valor completamente distintas. Se distinguen en que la parte del coste social correspondiente al plusvalor no le cuesta nada al capitalista. La ganancia capitalista sale precisamente de la diferencia entre el coste social y el coste individual de la mercancía, de modo tal que, al final del proceso de producción, dispone para vender de algo por lo cual no ha pagado nada. Este excedente de valor se halla respecto del capital global invertido en una relación que se expresa mediante la fracción que Marx llama tasa de ganancia:

G = pv/cc+cv

En el ejemplo de la corbata, la tasa de ganancia G = 2.400/2.500 = 96%, producto de una composición orgánica del capital Cc / Cv = 1000/1500 = 66%, donde el 40% del capital se ha invertido en salarios y el 60% en medios de trabajo y materias primas.

Consideremos ahora cinco ramas de la producción de composición orgánica diferente en cada una de ellas:

capitales

Tasa de plusvalor

plusvalor

Valor del producto

Tasa de ganancia

I)

80C+20V

100%

20

120

20%

II)

70C+30V

100%

30

130

30%

III)

60C+40V

100%

40

140

40%

IV)

85C+15V

100%

15

115

15%

V)

95C+5V

100%

5

105

5%

Veamos lo relevante de este cuadro expuesto por Marx en el capítulo IX del tercer libro. En primer lugar, las diferentes tasas de ganancia en cada rama individual de la producción están en función de la desigual masa de capital variable empleado. La suma global de los capitales invertidos es = 500. La suma global del plusvalor es = 100. El valor global de las mercancías producidas = 610. Además, como puede inferirse, el costo de producción en todas los cinco sectores de la producción es = 100, donde el valor del capital fijo se traslada íntegramente al valor de cada producto.

Marx considera las 500 como un capital único, así como, por ejemplo, en una fábrica algodonera existe una proporción diferente entre el capital variable y el constante en sus diversas secciones –en la sala de cardado, en la preparación del hilado, en la de hilado y en la de tejido- teniendo que calcularse la proporción media para toda la fábrica. Trasladando este criterio a las cinco ramas del capital global en nuestro ejemplo, la composición orgánica media del capital global será de 500 = 390cc + 110cv, es decir 78cc% de capital constante y 22cv% de capital variable.

Considerando a cada uno de los cinco capitales de 100 como 1/5 del capital global, la composición orgánica en las cinco ramas de la producción sería la media, es decir: 78cc + 22cv. Por lo tanto, a cada uno de los cinco capitales le corresponde un plusvalor de 22. Finalmente, el producto de cada quinta parte del capital global invertido debería venderse a 122. El cuadro quedaría modificado de la manera siguiente:

capitales

plusvalor

valor

Precio de producción

Tasa de ganancia

Desviación

I)

80

20

20

120

122

22%

+2

II)

70

30

30

130

122

22%

-8

III)

60

40

40

140

122

22%

-18

IV)

85

15

15

115

122

22%

+7

V)

95

5

5

105

122

22%

+17

Pero según hemos visto más arriba, la parte del Cc constituida por los medios de trabajo (máquinas, herramientas, etc) transfieren su valor al producto terminado no de una vez, sino de forma parcial y proporcional, según la pérdida de valor correspondiente a su desgaste por el uso o consumo productivo. Por lo tanto, su valor no entra íntegramente en el costo de cada proceso de producción. Esto quiere decir que el supuesto implícito en el cuadro anterior no responde a la realidad. Para aproximarse a ella habría que calcular el valor producido por cada capital según la distinta composición del capital constante entre su parte fija (máquinas, herramientas, edificios) y su parte circulante (materias primas y auxiliares) así como el distinto proceso de desgaste de sus componentes fijos, teniendo en cuenta que se desgastan con mayor o menor rapidez según su naturaleza y el carácter del proceso de trabajo al que se les somete. Por ejemplo, si como consecuencia de esto, en vez de 80 el Cc del primer sector transfiriera al valor del producto sólo 50, el valor de sus mercancías pasaría a ser 90 y el precio de costo = 70. Si de los 70 invertidos en Cc el segundo capital transfiriera 51, el valor de sus mercancías pasaría a ser de 111. Y del mismo modo si el Cc de los sectores III), IV) y IV) transfirieran 51, 40 y 10 respectivamente, el valor de sus mercancías se transformaría en 131, 70 y 20, con lo que el cuadro pasaría a ser el siguiente:

capitales

plusvalor

Capital consumido

Precio de costo

valor

Tasa de ganancia

Precio de producción

Desviación del precio con relación al valor

I)

80

20

20

50

70

90

22%

92

+2

II)

70

30

30

51

81

111

22%

103

-8

III)

60

40

40

51

91

131

22%

1113

-18

IV)

85

15

15

40

55

70

22%

77

+7

V

95

5

5

10

15

20

22%

37

+17

Sumándole al precio de costo de cada sector el importe correspondiente a la tasa de ganancia media = 22 (calculada no sobre el capital consumido, sino sobre el capital invertido = 100 en cada uno de los cinco sectores) , las mercancías respectivas se venderán a 2 + 7 + 17 = 26 por encima de su valor, y a 8 + 18 = 26 por debajo del mismo, de modo que las desviaciones del precio se anulan mutuamente mediante una distribución uniforme del plusvalor agregando a cada precio de costo la ganancia media de 22 por cada 100 de capital invertido. Los precios así obtenidos son los que Marx ha denominado precios de producción

Como puede observarse comparando este resultado con el del cuadro I, para la determinación de la tasa media de ganancia esta aproximación a la realidad resulta irrelevante, ya que, en todos los casos, el excedente de valor del producto por encima de su precio de costo que determina el precio de las mercancías es = 22 porque para establecer el promedio de la ganancia global se calcula el plusvalor obtenido en cada sector respecto de un capital de 100, que es la masa de capital con que cada sector participa en el común tinglado de medrar a costa del trabajo ajeno.

A raíz de la diferente C.O.C. de los capitales invertidos en cada una de las cinco ramas de la producción, esos capitales de igual magnitud (100) ponen en movimiento distintas cantidades de trabajo y producen cantidades muy diferentes de plustrabajo. Por lo tanto, las tasas de ganancia y los valores de las mercancías en cada una de las ramas de la producción son originariamente muy diferentes.

Obviamente, la formación de la tasa de ganancia media no se produce por simples operaciones aritméticas, sino que opera a través del mercado y a espaldas de los productores. Volviendo al cuadro I, vemos allí que cuanto más alta es la composición orgánica del capital, esto es, cuanto más tecnificada es una industria, menor es la ganancia individual producida y menor el valor del producto.

A partir de esta situación en que cada rama de la producción presenta tasas de ganancia diferentes, se impone la tendencia natural a que los capitales emigren hacia los sectores productivos que realizan las mayores ganancias. Esta migración de los capitales modifica la relación entre oferta y demanda de los distintos productos. En nuestro ejemplo, un exceso de oferta presiona a la baja de los precios en los sectores I), II) y III), a la vez que tiende a elevar el de los sectores IV) y V).

Este movimiento de los capitales de una esfera de la producción a otra prosigue hasta que el mercado fija determinados precios de producción en cada una de ellas, que corresponden a una tasa de ganancia común según la cual, a una misma masa de capital invertido le corresponde una misma masa de ganancia:

<<

<<

<<Si las mercancías se venden a sus valores, se originan, tal como se ha expuesto, tasas de ganancia muy diversas en las diversas esferas de la producción, según la diversa composición orgánica de las diversas cantidades de capital invertidas en ellas. Pero el capital se retira de una esfera de baja tasa de ganancia y se lanza a otra que arroja mayores ganancias. En virtud de esta constante emigración e inmigración, en una palabra, mediante su distribución entre las diversas esferas, según que en una disminuya la tasa de ganancia y que en otra aumente, el capital origina una relación entre la oferta y la demanda de naturaleza tal que (como ocurre en la física con el experimento de los vasos comunicantes) la ganancia media se torna la misma en las diversas esferas de la producción, y en consecuencia los valores se transforman en precios de producción (precio de costo + ganancia media). El capital logra esta nivelación en mayor o menor grado cuanto más elevado sea el desarrollo capitalista en una sociedad nacional dada, vale decir, cuanto más adecuadas al modo capitalista de producción sean las condiciones del país en cuestión.>> (K. Marx: Op. cit Libro III cap. X)

Más tarde, si los precios de las mercancías en cualquier rama se ponen por encima o por debajo de los precios de producción, la nivelación se produce por aumento o disminución de la producción, es decir, de la oferta de las mercancías respectivas puestas en el mercado por los capitales industriales a instancias de la inmigración o emigración de capitales entre las ramas donde se operan los desequilibrios.

En síntesis, el movimiento del capital productivo determina los precios de producción que permiten repartir los beneficios entre los capitalistas industriales según el monto del capital invertido por cada uno de ellos, resultado que depende de tres factores:

  1. la masa de plusvalor producida por el capital global
  2. la tasa general o media de ganancia, es decir, la relación entre esa masa total de plusvalor y el capital global en funciones
  3. la competencia entre los capitales particulares por la búsqueda del máximo beneficio.

De este modo, lo que realizan u obtienen los distintos empresarios capitalistas no es el plusvalor producido en sus empresas sino el que corresponde a sus precios de producción determinados por el mercado como resultado de la competencia intercapitalista.

--¿Cuál es el precio del trabajo sobre la base del cual vosotros ofertais vuestros productos?

--A peseta el segundo.

--¿En que razón económica-empresarial fundáis vosotros la fijación de ese precio?

--Nosotros no tenemos ninguna razón para esto. La tiene el mercado.

Tal fue el contenido del diálogo entre el GPM y un empresario de la industria del metal durante el trabajo de campo al que antes aludimos.

La tasa de ganancia media fija los precios de producción y la composición orgánica media, esto es, el tiempo de trabajo socialmente necesario concepto que, de tal modo, aparece en su determinación plena de significación económica. En efecto, el grado de desarrollo específico de la fuerza social productiva del trabajo es diferente en cada esfera particular de la producción, siendo más alto o más bajo en la misma proporción en que sea mayor la cantidad de medios de producción o "trabajo muerto" (máquinas, materias primas, etc) puesta en movimiento por determinada cantidad de trabajo vivo, es decir, por determinado número de asalariados con una jornada laboral dada. Por lo tanto, a los capitales que contienen una mayor proporción relativa de capital constante, es decir, menos capital variable que el capital social medio (menor empleo relativo de asalariados por unidad de capital fijo utilizado), Marx le denomina capital de composición alta. En nuestro ejemplo, los capitales de los sectores I), IV) y V). A la inversa, los capitales que emplean mayor cantidad de asalariados por unidad de capital fijo, son catalogados como capitales de composición baja. Por último, los capitales de composición orgánica media son aquellos cuya masa de plusvalor producida coincide con la realizada según la cuota de ganancia media, a unos precios de producción que no difieren de sus valores. Esta situación se ilustra según el siguiente cuadro sinóptico:

Capital a)

90cc + 10cv + 10pv = 110

(precio de producción = 120)

Capital b)

80cc + 20cv + 20pv = 120

(precio de producción = 120)

Capital c)

70cc + 30cv + 30pv = 130

(precio de producción = 120)

Aquí, el capital b) representa la composición orgánica media, según la cual, el valor de las mercancías producidas por este capital coincide con el precio de producción fijado por el mercado, y la tasa de ganancia individual con la media válida para el resto de los capitales. Según esta lógica, el plusvalor total producido = 60 se reparte entre los tres capitales según la masa de capital con que cada uno de ellos participa en la explotación del trabajo asalariado. En este caso, como los tres capitales participan por igual, el plusvalor se divide por tres = 20. Por lo tanto, el capital c) que ha producido 30pv cede 10pv al capital a) de mayor composición orgánica, mientras que el capital b) -cuya composición orgánica coincide con la media- produce y realiza la misma masa de plusvalor según la tasa de ganancia media.

Para comprender mejor este asunto, supongamos ahora que estos tres capitales pertenecen a la misma esfera de la producción, que en conjunto fabrican 10.000 unidades de la misma índole y aproximadamente de la misma calidad. Para que estas mercancías se vendan al precio de producción determinado por la tasa de ganancia media, es decir, de acuerdo con el trabajo socialmente necesario contenido en ellas, las 10.000 unidades producidas y ofertadas se deben corresponder con las necesidades sociales solventes, esto es, con la cantidad demandada por quienes pueden pagar. En ese caso, el capital a) de una composición orgánica superior a la media, obtiene una ganancia extraordinaria de 10, mientras que el capital c) con la composición orgánica más baja, no puede realizar todo el plusvalor contenido en sus mercancías, de modo que a) realiza una ganancia extraordinaria de 10 a expensas de c) que habiendo producido valores por 130 tiene que vender esa producción a 120:

<<

<<

<<Cuando la oferta de las mercancías al valor medio, es decir, al valor medio de la masa ubicada entre ambos extremos (capital b), satisface la demanda habitual, las mercancías cuyo valor individual se halla por debajo del valor de mercado (capital a) realizan un plusvalor extraordinario o plusganancia, mientras que aquellas cuyo valor individual se halla por encima del valor de mercado (capital c) no pueden realizar una parte del plusvalor contenido en ellas>> (Ibíd. Lo entre paréntesis es nuestro)

Ahora bien, si la masa de productos fabricados excediese las necesidades solventes a la tasa de ganancia media que permite realizar los precios de producción o valores de mercado, se habrá dilapidado una parte del trabajo social, entonces las mercancías pasarán a representar una cantidad de trabajo menor que el efectivamente contenido en ellas, porque los precios de mercado determinados por la oferta y la demanda se pondrán por debajo de los valores de mercado o precios de producción; a la inversa ocurriría si la oferta no fuera suficiente para satisfacer la demanda efectiva porque el volumen del trabajo social contenido en determinada mercancía resultará demasiado pequeño para el volumen de la particular necesidad social solvente que debe satisfacer ese producto. Si el exceso de oferta determina que se venda por debajo de los valores de mercado, esto permite ampliar el volumen de las necesidades solventes en la medida en que se incorporan nuevos demandantes cuyos niveles de ingreso les mantenían marginados del mercado. Por el contrario, si la oferta no es suficiente y se vende por encima del valor de mercado, se contraen las necesidades sociales de esa mercancía y se realizan masas menores de ellas.

Esto quiere decir que la oferta y la demanda regulan los precios de mercado o, mejor dicho, las desviaciones de los precios de mercado respecto de los valores de mercado. Pero los valores de mercado regulan la oferta y la demanda en tanto constituyen el centro de gravedad en torno al cual las fluctuaciones de la oferta y la demanda hacen oscilar los precios de mercado. Las desviaciones de los precios de producción respecto de los valores, tal como se presentan en la realidad, no son oscilaciones transitorias como es el caso de los precios de mercado. Es la transformación de los valores en precios de producción la que determina y explica las desviaciones estables o permanentes respecto a los precios de mercado. La tendencia objetiva gravita no en dirección a la realización de los precios de mercado según la oferta y la demanda de las mercancías, sino de los precios de producción según la tasa de ganancia media. Ahora bien, sin el referente teórico último del valor, del tiempo de trabajo social efectivamente empleado en la producción del universo de las mercancías antes de su ingreso en el mercado, todo el mecanismo "celeste" de la circulación del capital sería un caos.

La dificultad –y la resistencia del intelecto sometido por las clases dominantes- a la hora de hacer inteligible el fenómeno de la formación de los precios de mercado, consiste en el arraigado prejuicio de pensar la realidad económica de la sociedad moderna como si el capital no tuviera nada que ver en ello, como si se tratara de un simple movimiento de mercancías, como si desde los tiempos de la producción mercantil simple no hubiera cambiado nada. En la sociedad capitalista, donde no sólo se producen valores de uso sino valores y no sólo valores sino sobre todo plusvalor, es la interacción de los capitales y el movimiento de la ganancia lo que determina el movimiento de las mercancías y no al revés:

<<

<<

<<Toda la dificultad se produce por el hecho de que las mercancías no simplemente se intercambian como mercancías sino como producto de capitales que exigen una participación en la masa global del plusvalor, una participación proporcional a la magnitud de los capitales, o igual en el caso de tratarse de capitales de igual magnitud. Y el precio global de las mercancías producidas por un capital dado en un lapso dado debe satisfacer esta exigencia. Pero el precio global de estas mercancías es sólo la suma de los precios de las diversas mercancías que constituyen el producto del capital>> (Ibíd)

Marx dice que la tasa general de ganancia es la fuerza impulsora de la producción capitalista y constituye la ley reguladora de la sociedad capitalista. Por la misma razón, para Marx, la ley fundamental de la competencia capitalista no es la ley que regula la oferta y la demanda entre mercancías (los precios de mercado) sino la ley que rige la competencia entre capitalistas (la tasa de ganancia media), que regula la distribución del plusvalor entre ellos según la masa de capital con la que cada uno participa en el común negocio de explotar trabajo asalariado.

Lo razonado hasta aquí, desde la creación de los valores hasta su transformación en precios de mercado a instancias de los precios de producción, sólo comprende al capital productivo que participa en la producción del valor y del plusvalor, pero excluye al capital improductivo, comercial, bancario y rentístico, que participan del reparto del plusvalor pero no lo producen. De modo que la transformación de los valores en precios de producción y la nivelación de las distintas tasas de ganancia particulares en una tasa de ganancia industrial media, es insuficiente para explicar la ganancia de las otras fracciones del capital. Para explicar el comportamiento del capital improductivo es necesario avanzar hacia un grado más de aproximación a la realidad del capitalismo. Sólo de este modo se alcanza la "forma definitiva" de la tasa general de ganancia media, después que los precios de producción se han transformado en precios comerciales, tasa de interés y renta territorial, a través de los cuales la ganancia media del capital productivo se estrecha o restringe para permitir la acumulación del capital improductivo, de modo que cuanto mayor sea su masa en funciones, menor será la tasa de ganancia media del capital productivo. Nosotros vamos a detener nuestra exposición del tema en este punto, en la seguridad de que con los elementos de juicio aportados hasta aquí, ya podrás agotar este asunto transitando tú mismo, sin muletas, por los capítulos correspondientes al tercer Libro.

volver al índice del documento

éste y el resto de nuestros documentos en otros formatos
grupo de propaganda marxista
http://www.nodo50.org/gpm
apartado de correos 20027 Madrid 28080
e-mail: gpm@nodo50.org