Fundamento y condiciones de toda moral comunista positiva

El evolucionismo burgués, naturalmente, no puede estar de acuerdo con esta relación que acabamos de establecer entre la moral positiva burguesa y la moral crítica comunista, porque los capitalistas no reconocen otro umbral histórico posterior al que ellos pisaron con la Revolución Francesa, de modo que, para ellos, hasta ahí hubo historia y tipos de moral, desde entonces ya no puede haber historia ni otra moral que no sea la suya. Esto quiere decir, que la ética y la moral son funciones ideológicas o variables históricas dependientes de la lucha de clases y, por tanto, de los resultados de la política como ciencia de las relaciones de poder entre las clases. A partir de ahora, vamos a desplegar nuestro discurso, según este criterio materialista histórico, de modo que la ética y la moral, aparecerán muchas veces subsumidas en sus formas ideológicas, jurídicas y/o políticas correspondientes, derivadas, a su vez, de categorías económicas objetivas, como el intercambio, y su presupuesto: el concepto jurídico de propiedad capitalista, fundamento de toda la ética y moral burguesas, lo cual no debe interpretarse que nuestro discurso pierde el hilo de su objeto, sino al contrario.

Entrando en tema, si tal como parece, coincidimos en la necesidad de una moral marxista, proletaria o comunista, la tarea inmediata para instaurarla como moral dominante o positiva en todos los aspectos de la vida social, no es otra, según el criterio materialista histórico, que empezar por sus cimientos, esto es, por conocer la base material de la sociedad caduca burguesa, en la cual está contenida y emana su ética social, ciencia de la conducta o fundamento teórico de la moral pública o del comportamiento social. Porque si el fundamento material de toda moral dominante está en determinadas relaciones sociales establecidas, impuestas en virtud de la superioridad de fuerzas de la clase llamada en esa relación de producción emergente, a ejercer el dominio sobre las demás y a encarnar la ley del desarrollo económico-social objetivo contenido en esas relaciones de producción, entonces, la moralidad comunista empieza por aquí. Porque antes de imponerla políticamente, es necesario que esa moral tenga ya elaborados sus fundamentos económicos, políticos, jurídicos y filosóficos preliminares que legitimen su existencia como moral crítica alternativa. Esta moralidad, nacida del vientre del capitalismo como tantos hijos no deseados, fue arrojada en los suburbios del sistema y allí sobrevivió, en el sufrimiento de la marginalidad social, como la de los viñateros del Mosela y los ladrones furtivos de leña, o en la lucha de los comuneros de París, para alumbrar la conciencia de individuos como Marx, Engels, Lenin o Trotsky, que con su aporte militante político y teórico demostraron la importancia del individuo en la historia, cuidando y desarrollando en ellos mismos esa criatura de la moral comunista, aportando su ejemplar compromiso y aporte militante teórico y político, mientras otros individuos, como Proudhon, James Mill o Nietzsche, se desentendían de la historia para masturbar su intelecto en los jardines de la burguesía. 

Y si hay que ser breve -como así lo has “exigido”-, no es posible serlo más diciendo que la condición necesaria para el desarrollo de la moral comunista, desde su condición primera o necesaria como moral crítica del capitalismo, hasta devenir en moral dominante en la futura sociedad comunista, es el conocimiento pericial de la moderna ciencia social: el materialismo histórico, que permite hacer inteligible el movimiento real de la sociedad burguesa y el lugar que en ella ocupa el proletariado, para que tome conciencia de sí, de lo que él es, en realidad,como clase, de que tiene una concepción del mundo y una moral propia humanamente superior a la de la burguesía;y, si quisiera, también podría ya disponer de los medios materiales y humanos para imponerla, porque ella es la clase absolutamente mayoritaria en el mundo y la principal fuerza productiva existente que produce esos mediosmateriales. La condición suficiente, para el desarrollo de la moral comunista, es el compromiso político permanente e inclaudicable de la mayor cantidad posible de asalariados, con esa ciencia, con la teoría revolucionaria, con el fin de difundirla entre el resto de lo asalariados, y. sobre todo, aplicarla políticamente demostrando que el conjunto de esta clase dependiente tiene la capacidad de construir su propia moral y, con ella, emanciparse emancipando también humanamente a la burguesía de esta condición del capitalismo que nos impide a todos alcanzar una ética y moral plenas y libres de toda necesidad material. Pero esta síntesis merece una explicación.

 

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