Política de alianzas del proletariado

A vuestro razonamiento no se le puede negar cierta coherencia. En efecto, teniendo en cuenta que sin democracia no puede haber socialismo, de ser cierto que la burguesía marginal y sus presuntas aliadas, las "nuevas clases medias", el proletariado que según vosotros no produce plusvalor, devienen mayoría social en la etapa del capitalismo tardío, entonces es imposible que el proletariado por sí solo pueda erigirse en clase dominante de la nueva sociedad socialista en tránsito al comunismo. En ese supuesto, la ruptura objetiva con la ley del valor que el "viejo marxismo" veía en la dialéctica GENERAL entre burguesía y proletariado, como producto de las leyes económicas invariables del sistema capitalista, debe dejar paso a la más "moderna" dialectica PARTICULAR que han venido preconizando al parecer con todo éxito los neomarxistas de la escuela universitaria americana de Harward y Stanford, en coincidencia con la reminiscente escuela soviética de la Academia de Ciencias de la ex-URSS. Es la dialéctica política por la que vosotros apostais, basada en la contradicción económico-social DENTRO DEL SISTEMA, entre los intereses de la burguesía imperialista y sus opuestos representados por la alianza de la burguesía no monopólica con la supuesta minoría proletaria.

Pero vosotros os autoproclamais comunistas y eso ya no nos parece que mantenga coherencia con lo anterior, porque no vemos que este objetivo compartido tenga la más débil conexión lógica ni con el supuesto de que el proletariado pase a ser una minoría social cada vez más irrisoria, ni con el consecuente camino que habeis elegido de apoyaros en el polo más débil de la contradicción interburguesa. ¿O acaso pensais vosotros que las leyes del capitalismo tiran en dirección a una mayor dispersión y debilitamiento de la propiedad, y que el desarrollo de las fuerzas productivas es económicamente gestionable por la pequeña y mediana burguesia? De responder afirmativamente a esta pregunta, tendríais que dar una razón distinta de la que ofrece el "viejo marxismo" para explicar por qué siendo la pionera del progreso técnico en épocas de crisis, la pequeña y mediana burguesía se "sale de pista" en la fase expansiva de cada ciclo entregando el testigo del desarrollo a la burguesía monopólica. Tendrías que explicar qué dialéctica revolucionaria puede haber entre dos opuestos tan complementarios; tendrías que explicar qué tiene que ver hoy con el objetivo de los comunistas el apoyo incondicional a un país presidido por un sector de la burguesa que no puede cortar sus vínculos con el desarrollo desigual porque eso le supondría suicidarse como clase; tendrías que explicar qué tiene que ver la lucha por el comunismo con ese antiimperialismo pacato que se aferra a la propiedad burguesa pero no quiere sufrir sus consecuencias, y que por eso no va más allá de solidarizarse eventualmente con unos países cuyos dirigentes no aspiran más que a preservar a su propia burguesía dependiente de la rapiña del gran capital; tendríais que explicar qué tiene que ver la táctica de los frentes populares con la estrategia de quitarle al tiburón imperialista el agua del desarrollo desigual internacional, y cómo es posible cumplir esta tarea revolucionaria que exige eliminar la propiedad privada de los medios de producción en todo el mundo, sin cortar todo vínculo político con burguesías como la yugoslava. Tendríais que explicar, en fin, cómo en la etapa del capitalismo trasnacional se puede luchar consecuentemente contra la dependencia relegando el objetivo socialista, tal como vosotros estais haciendo en el actual conflicto bélico en los balcanes. Pero antes tendríais que demostrar teórica y estadísticamente, que los supuestos en que os basais a despecho del "viejo marxismo" son ciertos, algo en lo que, según se ve, no habeis rascado lo suficiente para descubrir la sorpresa.

Nos observais que :

<<(...) tan importante como dominar todo el bagaje teórico comunista es esforzarnos también en dominar la actual realidad cambiante y nueva que se está dando en esta etapa actual del capitalismo y que adquiere una características que eran imposibles de prever no sólo hace 150 años, sino hace tan sólo 15 o veinte años>>

De no haberos dejado seducir por los prejuicios del neomarxismo, jamás se os hubiera podido ocurrir esto que habeis dicho. Suponemos que estareis de acuerdo con nosotros en que uno de los dos cambios de mayor trascendencia social y política operados por el movimiento del capital social global sobre la realidad económica durante la última década,es la irrefrenable privatización de las empresas estatales a nivel mundial. En el Capítulo XXVII del libro III, Marx atribuye al crédito la <<descomunal expansión de la escala de la producción>> y el hecho de que <<empresas que antes eran gubernamentales ahora se convierten en sociales>>. Como es sabido, las privatizaciones que se están operando bajo la modalidad de "capitalización de la deuda externa" o conversión en propiedad privada del patrimonio nacional, de los países dependientes, han tenido su casusa en el enorme monto de los créditos impagos concedidos por el capital financiero internacional durante la década de los ochenta. Este fenómeno fue previsto por Marx entre 1863 y 1867, período en el cual escribió en borrador los dos últimos libros de "El Capital".De esto hace ya más de 130 años.

  El otro cambio de trascendencia social y política ocurrido en está década es la concresión de la unidad política internacional del capital a nivel europeo. Desde luego, las consecuencias políticas de esta realidad no pudieron haber sido previstas con exactitud científica por el "bagaje teórico comunista" de los últimos 15 o veinte años. Y no lo fueron porque habían sido ya hechas por Lenin en 1913. Lo que pasa es que de esas previsiones no interesó sacar las debidas consecuencias politicas. Sencillamente porque este "bagaje" nada tuvo ni tiene que ver con la ciencia, con la búsqueda de la verdad sobre la historia.¿Qué sentido pueden tener las previsiones de los teóricos bolcheviques para formaciones políticas totalmente integradas en los aparatos de Estado de países imperialistas como el P.C.E.? Sobre las previsiones de Lenin nos hemos extendido en el "Anexo" a nuestro trabajo sobre la guerra en Yugoslavia que les remitimos el pasado día 11.

La OTAN es el brazo armado de esa realidad, de esa unión internacional del capital. Y a esa realidad no se la puede transformar si no es oponiéndole la fuerza organizada del prolerariado a nivel internacional. El hecho de que en esta guerra sigais aplicando la táctica de lucha antiimperialista de los tiempos en que la nueva realidad todavía era una tendencia, cuando el capital trasnacional estaba en pañales y numerosos países de la periferia capitalista permanecían política y militarmente reducidas a la categoría de colonias en poder de una u otra fracción del capital monopólico, es la prueba más elocuente de que los esquemáticos y anacrónicos no somos precisamente nosotros, y que no habeis sacado todas las consecuencias políticas de ese cambio cualitativo en las formas organizativas del capitalismo, que no en sus leyes fundamenteales.

A propósito de Chaves y el proceso abierto en Venezuela, vosotros decís que estais siguiendo este que calificais de "caso atípico"respecto de las burguesías dependientes convertidas en "lacayos del imperialismo". Hemos dado una lectura preliminar a su programa de gobierno y el único aspecto "atípico" que advertimos respecto del nacionalismo populista trágicamente fracasado que atravesó la América Latina de la segunda postguerra, es el que contempla la "capitalización de la deuda", esto es, la entrega de las empresas estatales al capital imperialista a cambio de la cancelación de la deuda que Venezuela mantiene con esos capitales. Lo atípico respecto de lo que se está haciendo en el resto de las "nuevas democracias" deudoras surgidas del "equilibrio catastrófico" provocado por el genocidio de dictaduras como la argentina y la chilena, está en que el proyecrto de Chavez contempla la posibilidad de que la pequeña y mediana burguesía asociada, pueda repartirse las migajas del botín.

No hay duda de que la clase obrera y el pueblo serbios están demostrando al mundo un admirable espíritu de resistencia digno de mejor causa. Pero el daño sufrido por ese país ha sido enorme. A tres meses de iniciados los bombardeos, se calcula que la destrucción provocada por la OTAN ha hecho retroceder el progreso de esa región balcánica en más de 50 años. No pasará mucho tiempo sin que podamos ver quiénes y cómo decidirán en definitiva traducir esta actitud política ejemplar de la población serbia a la hora de empezar a reconstruir el país. Y en el caso más favorable a vuestros deseos, de que el actual régimen yugoslavo rechazara las propuestas de integración a la comunidad europea y aun así lograra sobrevivir políticamente a la actual etapa púramente bélica de este conflicto, con Milosevik o sin él para nosotros está claro que la burguesía serbia no lograría superar la prueba de las duras dificultades que tendría que enfrentar los próximos años en medio de una aguda penuria relativa. Puede que la coalición internacional no salga como único bando vencedor de esta guerra, pero es seguro que ganará la postguerra. Tal es el fundamento político de los bombardeos. Las burguesías nacionales dependientes jamás han tenido el valor político ni la capacidad económica para conducir una lucha contra el imperialismo sin capitular o negociar con él en condiciones de franco retroceso histórico de sus posiciones.

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