El conflicto sobre la utilización de reservas
del Banco central para pagar deuda externa
despertó la discusión, a partir de la propuesta
de Pino Solanas, sobre su legalidad y la
necesidad de realizar una auditoría en el
Congreso para conocer los orígenes de los
adeudados.
En diálogo con
Política&Medios,
el historiador Norberto Galasso, quien apoyó a
Alejando Olmos en el juicio donde denunció la
ilegitimidad de la deuda, recordó que ésta
proviene en su mayoría de la dictadura “pero
sucesivos gobierno argentinos han tomado medidas
sobre ella, en el 92 se hace el plan Brady o la
impulsada por (Néstor) Kirchner, que implicó una
quita”.
El historiador recordó como una “lucha ciclópea”
la realizada por Olmos durante los 18 años que
duró el proceso que encabezó el juez Jorge
Ballesteros y consideró que “la deuda que
impugnaba Olmos no tiene nada que ver con la
actual. Además, los títulos se canjearon, como
en el plan Brady, entonces creo que es casi
imposible desentrañarlo”, y agregó que “si
pudiéramos determinar que parte de la deuda es
ilegítima, cómo fue cambiando de título en
título a lo mejor ya se pagó esa parte”.
Galasso compartió lo dicho por la presidenta
Cristina Fernández sobre el tema (ver notas
relacionadas) e indicó que “en su momento era
lógico tratar de distinguir la deuda ilegal y
ahora es prácticamente imposible. Además, los
sucesivos gobiernos argentinos han aceptado la
deuda, han negociado sobre ella, han pedido una
quita y realizaron una especie de legalización”.
“Creo que la situación es distinta y que el
argumento de Olmos, a quien le tenía un afecto y
admiración, era correcto en su momento, pero
ahora hay que favorecer la unidad
latinoamericana y proponer que todos los países
denuncien que fueron estafados y que no se
paga”, propuso el historiador.
De esta forma, “si la plantean en conjunto no es
lo mismo que si lo plantea un sólo, que sería
embargado, bloqueado y lo tratarían como un
leproso. Para patear el tablero tenemos que ser
varios porque en estas cuestiones lo único que
vale es la fuerza”, analizó.
La oposición. La creación del
Fondo del Bicentenario generó un gran rechazo
desde muchos sectores. Galasso opinó que la
verdadera razón de este posicionamiento
político es que “el gobierno quiere utilizar
parte del superávit fiscal para hacer una
política social, y la oposición tiene miedo que
si lo sigue haciendo, como con la asignación por
hijo, con la cuota a los jubilados, les vayan a
ganar las elecciones”.
Consideró que por esa razón, sectores que
apoyarían el pago de la deuda, en este caso se
oponen. “Porque sino es un absurdo pensar que un
hombre como Federico Pinedo, que ha jugado
siempre por derecha y vinculado a los capitales
externos, ahora se vuelva antiimperialista”,
sostuvo.
Alfonsinismo. El historiador
opinó que si la auditoría se hubiese realizado
durante el gobierno de Raúl Alfonsín, esta
hubiese tenido sentido.
“Cuando Alfonsín inicia su gobierno dice que va
a distinguir entre la deuda legítima e
ilegítima, y realiza un allanamiento al estudio
Klein-Mairal (que representaba a gran parte de
los acreedores), y se hallaron una serie de
pruebas. Después Alfonsín dice que no puede
seguir adelante y paraliza la investigación
porque podía paralizar las relaciones
internacionales”, contó Galasso.
Gerardo Aranguren