EN DEFENSA DEL SOLLO O ESTURION COMÚN

Ecologistas en Acción apoya la decisión de no permitir las repoblaciones con el esturión del Adriático

La decisión tomada recientemente por la Consejería de Medio Ambiente, de no aprobar la introducción de una especie de esturión, el del Adriático (ó Acipencer naccarii), por haberse demostrado que no es propio del Guadalquivir, merece toda nuestra aprobación.

No en vano, y a raíz de los intentos de la empresa Piscifactoria de Sierra Nevada, SL. , ubicada en Río Frío (Granada), de proceder a una supuesta repoblación de éste río,

con la denominada especie del Adriático, basándose en la hipótesis de que las dos especies, la del Adriático y la Común (Acipenser sturio), convivían en la antigüedad en el Guadalquivir; y ante la ausencia de bases científicas suficientes que lo probaran, ya habíamos solicitado en junio de 1997, su no autorización.

Estudios en profundidad realizados con posterioridad han puesto de manifiesto que los argumentos de la empresa no se sostenían científicamente puesto que ni el esturión del Adriático ni en común son la misma especie, como también se pretendía, ni por consiguiente el primero vivió nunca en las aguas del Guadalquivir. Los intentos se su repoblación obedecían más a causas económicas ( la reproducción del de el Adriático es más sencilla, y la tenían conseguida), que a razones medioambientales. De hecho, de haberse introducido dicha especie el impacto pudiera haber sido enorme, ya que facilitaría la extinción total de los rarísimos ejemplares de esturión común que aún nos pudieran visitar. El último ejemplar capturado lo fue en 1992.

Hay que tener en cuenta que el esturión común o sollo fue una especie frecuente en el Guadalquivir hasta que la desafortunada construcción de la presa de Alcalá del Río en 1932 creó un obstáculo infranqueable en las migraciones reproductoras de la especie, ya que desovaba por encima de la zona donde se construyó la presa. El descenso de las poblaciones fue tan drástico que ya en los años 60 habían casi desaparecido y con ello la industria asociada a su pesquería y a la extracción del cotisadísimo caviar, que se situaba en Coria del Río. No obstante y de forma esporádica se ha seguido observando a esta especie, lo que hace pensar que una pequeña población reproductora frecuenta las aguas del Golfo de Cádiz.

Desde entonces el área de distribución del esturión común ha quedado restringida a algunas zonas del Atlántico &Mac246;entre el mar del Norte y el Golfo de Cádiz, y a la región oriental del Mar Negro, en Georgia.

Es por lo que está catalogado como especie en peligro de extinción, categoría „E‰, en la Lista Roja de los vertebrados de España, desde 1986, así como por distintas normativas y convenios de ámbito europeos o internacional, entre ellas la Directiva 92/43/CEE del consejo de Europa, de 21 de mayo de 1992, relativa a la conservación de los hábitats naturales y de la flora y la fauna silvestres, y donde se requiere protección estricta para esta especie.

Por todo ello, y una vez descartada por la Consejería de Medio Ambiente, la introducción de una especie no autóctona como es la del Adriático, que hubiera puesto aún en una situación más difícil a nuestros escasos esturiones, Ecologistas en Acción exige la redacción y puesta en marcha, con la mayor urgencia, de un Plan de Recuperación para dicha especie, que debe venir indisolublemente unida a una mejora de las condiciones ambientales del Río Guadalquivir. Paralelamente se debería empezar a experimentar la cría en cautividad para su posterior suelta del Esturión común (Acipencer sturio), que aunque extremadamente difícil, comienza a tener algunos resultados en Georgia y Francia.

Una especie tan emblemática y de tanto valor comercial como el esturión, sin duda merece tal esfuerzo.


Cádiz, a 28 de enero de 2002.