Sobre un total de 4.000 efectivos, más de 20 en promedio son separados cada año. Desde faltas administrativas graves, ser procesados en causas penales varias o por acumulación de arrestos superior al permitido, lo cierto es que las autoridades provinciales se la pasan echando canas todos los años.

Los datos se desprenden de las estadísticas oficiales de la fuerza que corresponden al período que abarca todo el año 2000 y lo que va de 2003. Ochenta y un policías que fueron separados en este lapso. Más de la mitad -41-, fue por faltas administrativas gravísimas. Veintinueve policías fueron dados de baja al exceder el límite de arrestos permitidos en la fuerza y 8 por haber sido condenados por torturar gente y como admiten los propios funcionarios provinciales, "y eso que son casos difíciles de investigar y comprobar".

Lo que no explicó Oscar Gutiérrez, ministro de gobierno de Sobisch, es que hay voluntad política en encubrir esos ilícitos.
Lo de las faltas administrativas graves también merece algún análisis. Consisten, por ejemplo, haber perdido algún sumario judicial o haber adulterado información y documentación. Estas supuestas faltas de los canas significan que están en el negocio de los accidentes de tránsito y las aseguradoras o abogados truchos, ya que nunca en sede policial se "pierde" un expediente que no se quiere perder para favorecer a alguna parte, como nunca se adultera un documento o un testimonio en un expediente que investiga un siniestro sino para que un conductor embistiente termine siendo embestido o cosas por el estilo, que le dejan mucha guita a la cana.

A pesar de este muestreo, Gutiérrez, como todo funcionario que necesita a la policía para reprimir, defendió el accionar policial.

Sophie Thonon, abogada de los familiares de las monjas francesas desaparecidas en la Argentina, que logró el pedido de extradición de Alfredo Astiz, preguntó a la senadora Kirchner después de su discurso en el Senado de Francia, "por qué el aborto estaba penalizado en la Argentina y cuál era su opinión como senadora y como mujer, y la de su partido".

Esta pregunta fue aplaudida en el Senado y provocó polémica en el público. Cristina Kirchner, a quien la pregunta tomó de sorpresa, contestó que era "antiabortista" y manifestó que el reclamo social prioritario en la Argentina era el hambre y no la legalización del aborto. Al día siguiente en la recepción de la embajada le pareció necesario agregar que no era "progre", sino peronista. Llama la atención que en su discurso en el Senado francés, hable de "una nueva epopeya, no del gobierno, no de un partido, de todos los argentinos, para reivindicar la imagen del país en el exterior" .

Hay aquí una contradicción. Si los más de 500.000 abortos anuales que se hacen en nuestro país no fueran suficiente argumento, quedan las encuestas en las que una proporción considerable se manifiesta por la despenalización en todos los casos. Para reivindicar la imagen del país en el exterior es necesario avanzar en la construcción de una sociedad más justa y equitativa, que respete el derecho de las mujeres a la autodeterminación, a la vida y a la salud. En cuanto a la indiscutible prioridad del hambre, los planes Trabajar y la bolsa de alimentos, son sólo un paliativo transitorio para el hambre, en cambio la muerte de mujeres por aborto se puede resolver ya con una ley, no hay que esperar para ello. En cuanto a que no es "progre", sino peronista, reaccionó con un viejo automatismo argentino: el peronismo como salvoconducto para las opiniones más reaccionarias. Afortunadamente hay una transversalidad de la lucha por el derecho al aborto que abarca a muchas/os peronistas que seguramente no concuerdan con oponer peronismo a progresismo. No es progresista, dado que se opone a que las mujeres pobres no tengan que ser madres por obligación y tengan derecho a la maternidad por elección, accediendo en los hospitales públicos a una atención de calidad similar a la que utilizan las mujeres de mayores recursos cuando abortan. En nuestro país es como si todos los años se cayera un Jumbo lleno de mujeres, entre las cuales ya hay adolescentes. Creo que no se ubicó en que en Francia el aborto es legal desde 1974, gracias a la movilización de las mujeres. Allí, hay menos abortos en proporción a la población y la mortalidad por aborto es nula. Eso es el progreso del que la primera dama no desea formar parte. Ignoró también que en agosto, en el Encuentro Nacional realizado en Rosario, miles de mujeres marcharon al grito de "Anticonceptivos para no abortar, aborto legal para no morir" y que más de 150 organizaciones y 800 personas apoyaron con su firma el 28 de setiembre, Día de lucha por el derecho al aborto en América Latina (ver Pagina 12, 28/9/03), entre ellas Sophie Thonon y otras destacadas personalidades. Este reclamo social llegó al senado francés y a la embajada argentina en Francia a través de Sophie. No sabemos, entonces, a qué sociedad se refiere C.K., cuando dice que éste no es un reclamo social en la Argentina. ¿Será a los funcionarios del aparato estatal, cuestionados por la sociedad a partir del 19 y 20 de diciembre del 2001? En estas contradicciones se expresan los límites de una "transversalidad" que pareciera incluir a los monseñores y los partidos que gobiernan, pero no al pueblo y sus mujeres pobres, que se enferman y mueren por los abortos clandestinos que la despenalización y legalización resolverían.

Dora Coledesky, 30 de noviembre de 2003

La actividad comenzó pasadas las 16:00, una vez que finalizara la conferencia de prensa en la que los movimientos piqueteros anunciaron las características del acto del próximo 20 de diciembre en la misma plaza. Respondieron a la convocatoria numerosas organizaciones populares que participaron activamente de la jornada a través de sus adhesiones y de la palabra de los compañeros que se turnaron ante el micrófono con los familiares de víctimas de la represión. A todas las agrupaciones les agradecemos la nutrida presencia, que es una muestra clara de la conciencia antirrepresiva que se viene desarrollando en el pueblo.

Alrededor de 2.500 compañeros siguieron la lectura de los datos que surgen del informe: Desde 1983 a 2003 registramos 1.508 casos en total, de los cuales 144 murieron durante los últimos 12 meses. Este año las agencias represivas argentinas han asesinado un promedio de 12 personas por mes. 2.8 personas fueron asesinadas por semana. Alguien fue asesinado por la policía u otra fuerza estatal cada dos días y medio. EL ESTADO ESTÁ ASESINANDO UN CIUDADANO CADA 60 HORAS.

Las vallas policiales quedaron cubiertas con las fotos de Maxi Maidana, Juan S. Cid, Rodrigo Corzo, Rodolfo Ríos, "Nuni" Ríos, Paulo Riga, Marcelo Rivero, Walter Bulacio, "Petete" Almirón, Víctor "Frente" Vital, Marcelo Báez, Víctor Balza, Walter Verón, Daniel Sosa, Sergio Durán, los pibes de Budge, entre muchas otras víctimas del gatillo fácil y la represión. Algunos familiares eligieron hablar como Narciso Corzo, Mabel Maidana o la mamá del "Boli" Saliwonczyh, otros eligieron que se leyeran sus cartas, como Liliana Peralta, mamá de Sebastián Orona -gravemente herido el 20 de diciembre de 2001- o los familiares de Ricardo Almirón, asesinado en la tortura por la policía de Santa Cruz.

También dijeron lo suyo compañeros de la FTC, el MIJD, el Polo Obrero, el Movimiento Territorial de Liberación, el Movimiento Teresa Rodríguez, la Coordinadora de Unidad Barrial, y se leyeron numerosas adhesiones, mientras desde la radio abierta difundíamos la proporción de asesinatos por fuerza, por provincia, por modalidad y por edades.

Párrafo aparte y gran reconocimiento merecen los compañeros del programa de radio FUIMOS MUY INGENUOS, responsables de la radio abierta, que durante varias horas pusieron todo en el escenario para garantizar la dinámica de la actividad. Cerró el acto el compañero de Correpi Gabriel Lerner que leyó a carta abierta de los familiares de víctimas.

En la apertura escuchamos a la compañera Delia Garcilazo de CORREPI y mamá de Rodolfo Ríos, que dijo: "Como todos los años nos encontramos en esta Plaza para presentar el archivo de los muertos por las policías, gendarmería, prefectura y los servicios represivos de todo el país. Este archivo es la prueba evidente de que, con este gobierno, no ha cambiado nada en materia de represión hacia nosotros los pobres. (...) Una cosa es el discurso para afuera y otra la forma de actuar, como lo sabemos bien los que sufrimos los palos y las balas. (,,,) Este gobierno apuesta al divisionismo entre nosotros, si no fíjense en la campaña contra los piqueteros que los medios fascistas se encargan de difundir a los cuatro vientos. Ahora también pretenden institucionalizare a los familiares del gatillo fácil, y de hecho algunos familiares hasta hablan de ir a dar charlas a las escuelas de policías. Yo les pregunto a esos padres y madres si no les da asco estar al lado de quien mataron a sus seres queridos. ¿No se dan cuenta que están negociando la sangre de los muertos? (...) Los familiares y la CORREPI somos totalmente confrontativos con éste y con cualquier gobierno, porque confrontamos un sistema que nos repime y nos margina, que no nos da justicia, ni educación, ni salud ni trabajo. (...) Sueño con un país activo, con fábricas abiertas y trabajoi a pleno; sueño con un país sin chicos en la calle revolviendo al basura (...) sueño con hogares felices donde no falte el plato de comida (...) sueño con una justicia igualitaria para todos (...) Recién entonces, llegado ese día, la CORREPI no tendrá razón de ser. Hasta que ese día llegue nos verán siempre en las calles, acompañando a tod represaliado y apoyando todas las luchas".

Efectivamente, Romina Vera de 17 años, encinta de dos meses, fue esposada y golpeada en la comisaría 19ª cuando llegó a visitar a su concubino, quien se encuentra detenido en esa seccional. La golpiza, según la denuncia, ocurrió a la vista del resto de los familiares que participaban del horario de visita y puso a la chica en riesgo de perder el embarazo, ya que al día siguiente sufrió pérdidas que la obligaron a permanecer en estricto reposo.

Todo comenzó cuando Romina fue a visitar a su compañero detenido hace dos meses. Por ser menor de edad, tenía que ir acompañada de su madre. Pero dos días antes ésta se había retrasado y los policías le reprocharon la tardanza. Entonces retiró en Tribunales un permiso que la autorizaba a visitar a su concubino en compañía de su suegra. Fue entonces que al entregar el certificado, los agentes no le creyeron y le impidieron acceder a la visita. Ella se quejó y les dijo que iría a Tribunales.

La respuesta de los uniformados fue la autoritaria de siempre "¿Quién te pensás que sos, hija de puta? No vas a ningún lado. Si nosotros te decimos que no entrás, no entrás". Acto seguido la esposaron a una silla y apareció una "mujer policía" que la golpeó "en todos lados" y delante de los otros familiares. La paliza no cesó ni cuando ella gritó que estaba embarazada. Como resultado de esos golpes, señaló, le quedaron moretones en las piernas y el labio. Mientras eso ocurría, desde dentro de la celda su compañero escuchaba como era castigada y no dejaba de gritar que no la golpearan.

Más tarde llegó a la seccional Noemí, la madre de la chica golpeada, quien exigió que su hija quedara en libertad. La mujer sufrió una crisis de nervios al ver a su hija en ese estado. Lejos de soltar a Romina, la policía de Lole metió presa a la madre, acusada de haber infringido una contravención.

Romina y su madre hicieron la denuncia que quedó caratulada por los jueces santafesinos como "apremios ilegales", y no como tortura.