"A
la luz de estos episodios cobra su significado final la
definición de la guerra pronunciada por uno de
sus jefes: "La lucha que libramos no reconoce límites
morales ni naturales, se realiza más allá
del bien y del mal"
Carta Abierta a la Junta Militar 24 de marzo de 1977
- Rodolfo Walsh
por Jorge Fernando Daffra y Hugo Alberto de Pedro
El diputado nacional Ricardo Argentino Bussi es el
hijo del genocida -hoy preso por violación a
los Derechos Humanos a la espera de ser extraditado
a España para ser juzgado por el Juez Baltasar
Garzón- y elegido intendente de la ciudad de
San Miguel de Tucumán, el general Antonio Domingo
Bussi.
En la sesión de ayer en la Cámara de
Diputados de la Nación realizó la apología
del terrorismo de estado y se tomó el atrevimiento
de atacar a quienes en las inmediación del Congreso
Nacional apoyaban a los legisladores que propiciaban
la anulación de las Leyes del Olvido (Punto Final
y Obediencia Debida) por insanablemente nulas, así
como también la imprescriptibilidad de los crímenes
de guerra.
Éste abogado nacido en mayo de 1963 con sus
estudios superiores realizados en la Universidad de
Belgrano y habiendo cursado hasta tercer año
de la carrera de Psicología en la Universidad
de Buenos Aires también nos viene a decir que
“No tengo ninguna, ninguna, responsabilidad de
lo que sucedió en la década del 70. Yo
jugaba a los autitos y pasaba mi tiempo jugando a la
pelota. Nada que ver con aquellas instancias”.
Esa normal forma de pasar la niñez, la adolescencia
y juventud no pudo ser gozada por miles niños
víctimas directas del genocidio militar.
El mismo, el diputado, se encarga de afirmarlo así
“En algunas jurisdicciones, y esto hay que decirlo,
el país llegó a implantar un verdadero
terrorismo de Estado asociado con episodios de delincuencia
común. Claro, me toca aclarar que este no es
el caso de Tucumán”. Por supuesto que miente
como indudablemente fue educado para hacerlo. En esa
provincia hubo 7 Centros Clandestinos de Detención
comprobados por la CONADEP (Comisión por la Desaparición
de Personas): Escuelita de Famaillá, Jefatura
Policía de la Provincia, Ex Ingenio Lules, Ingenio
La Fronterita, Escuela República del Perú,
Departamento de Educación Física UTN de
Tucumán y la Compañía de Arsenales
Miguel de Azcuénaga. El informe de esa comisión
es terminante al afirmar: “A la provincia de Tucumán
le cupo el siniestro privilegio de haber inaugurado
la “institución” Centro Clandestino
de Detención, como una de las herramientas fundamentales
del sistema de represión montado en la Argentina”.
Fueron por lo menos 656 las personas identificadas como
desaparecidas en Tucumán, aunque para el padre
del diputado “No se puede desconocer la Operación
Independencia, que es el único éxito de
las armas en la Argentina en el siglo que finaliza”
según su manifestación realizada en el
año 1999.
Cuando afirma: “... como hay una muestra clara
de lo que es el fascismo en la Argentina, que no solamente
está del lado de la derecha, sino también
de la izquierda...” vuelve a mentir porque los
desaparecidos fueron detenidos de la siguiente forma:
62% en su domicilio ante testigos, 25% en la vía
pública, 7% en los lugares de trabajo y un 6%
en los lugares de estudio. Tres de cada diez desapariciones
fueron realizadas de noche. El 30% eran obreros, 21%
estudiantes, 18% empleados, 11% profesionales, 6% docentes,
4% amas de casa, entre otros. El 3% eran mujeres embarazadas
siendo un 30% las mujeres desaparecidas. El 90% de los
desaparecidos no habían cumplido 40 años.
Bussi (hijo) fue asesor de bloque del Pacto Autonomista
Liberal de Corrientes (1984/87 y 1991), de Bandera Blanca
(1987), Fuerza Republicana (1988/91 y 1993/95) y de
un senador santiagueño (1992); además
de ser secretario privado de su padre en 1995 mientras
era gobernador de la provincia de Tucumán. Es
decir, su medio de vida fue la democracia que su padre
se encargó de quebrar por más de 7 años
a fuerza de pólvora.
Cuando ataca e insulta a los que hoy deben intentar
subsistir con un plan de ayuda se hace detestable escucharlo
decir “Hay toda una comunidad que no es ésta
que está en la plaza, que son seguramente la
mayoría de ellos beneficiarios de planes Trabajar
que pagamos todos los argentinos para que vengan a gritar
acá a la plaza”. Su incorporación
desde hace 16 años al ámbito legislativo
no sirvió para ayudarlo a corregir su miserable
educación fascista y por ello no puede respetar
a todos los ciudadanos que no piensan como él.
Aún demuestra en sus dichos que detesta a la
misma institución al decir: “No voy a cometer
la imprudencia de hacerlo aquí, porque se del
ambiente en el que me muevo” refiriéndose
a la Cámara de Diputados. Pero es ese ámbito
el que hoy le permite obtener ingresos por más
de 6.200 pesos y en el cual permanece atornillado en
los últimos 16 años.
El diputado Bussi dijo durante la sesión en
una demostración de intolerancia y falta de respeto
a la memoria de tantos muertos lo siguiente: “Hay
que terminar con estas cuestiones, no sirve de nada.
Nadie le va a devolver los muertos a la señora
de Carlotto y nadie le va a devolver los muertos a la
señora de Berdina. Yo quiero decirles que es
tiempo de terminar con estas cuestiones, que no sirve
de nada este debate estéril”. Hay que ser
demasiado perverso y fascista para hacer una declaración
de éste tenor en el Congreso Nacional, pero también
han demostrado ser muy poco demócratas todos
los diputados presentes que no exigieron que se retire
del recinto en ese mismo momento y no solamente expresar
una moción de privilegio. Porque la Argentina
ya está demasiado llena de privilegios y de sinvergüenzas
como el legislador tucumano. Con la memoria de nuestros
desaparecidos nadie puede hacer juegos de palabras y
menos aún de sentimientos. Sencillamente porque
estamos aquí nosotros para no permitirlo.
¡Y en esto hay que ser irreductibles señores
diputados nacionales! Ustedes deben hacer algo con éste
par de ustedes.
Que importante es la tarea de las Abuelas de Plaza
de Mayo, cuya presidente es Estela Carlotto, porque
con su trabajo de años han permitido que muchos
hijos conozcan su pasado y fundamentalmente su verdadero
origen. De no haber existido las Leyes del Olvido sin
dudas también se hubiera permitido haber conocido
toda la verdad de los negros años dictatoriales
y quizás muchos niños arrancados de sus
hogares familiares no hubieran tenido una educación
de corte fascista como la del diputado si hubieran sido
reintegrado a sus familias de sangre.
Son estos los momentos en que debemos dejar salir nuestros
más íntimos pensamientos y decir con todas
las letras que fueron, son y seguirán siendo
unos “Hijos de Puta” estos personajes nefastos
y criminales.
Por personajes funestos como el diputado Ricardo Bussi
es que debemos exigir que la justicia, tanto argentina
como internacional de ser necesario, actúe rápidamente
y haga caer todo el peso legal sobre todas y cada una
de las violaciones a los Derechos Humanos por los crímenes
de lesa humanidad realizados, por el terrorismo de estado,
por las torturas realizadas, por la apropiación
de niños, por la desaparición de una generación
de obreros y trabajadores, estudiantes, amas de casa,
profesionales, docentes, periodistas, religiosos, etc.
No aceptamos que personas como Bussi nos pida “Tenemos
que empezar entre todos y de una vez, y para siempre
a hermanarnos, a sincerarnos, a perdonarnos”.
Nosotros no podríamos ser hermanos y jamás
perdonar a los que torturaron, mataron y desaparecieron
a nuestros familiares, amigos, compañeros de
estudios y compañeros en general.
Si algo tuvo de provecho la espera es que podamos 20
años después reactivar la memoria, que
hoy en pleno siglo 21 estemos hablando de lo que sufrimos
hace 28 años atrás. Que tomen conciencia
nuestros hijos, nuestras nuevas generaciones de lo que
se padeció por canallas como Bussi ya sea el
padre, en el ayer, y su engendro, el hijo que hoy disfrazado
de demócrata se comporta de la forma más
salvaje y deleznable. El ejemplo Bussi, es emblemático,
de lo que no debemos repetir. Ese general genocida,
este hijo que aprovechándose de la falta de toma
de conciencia de su pueblo se filtra en las instituciones
libres del mismo. Deben ser éstas las que mediante
sus mecanismos corrijan lo que el electorado no tomó
en cuenta y expulsen de su seno a estos miserables que
deberían estar presos o al menos sin la posibilidad
de disfrutar de la honorabilidad que debiera tener el
acceder a un cargo público.
Tan cerca de la elección de Capital, los porteños
deberán tener la más sensata de las elecciones
para que con Mauricio Macri no se repita el fatal “error
Bussi” de un pueblo, el de Tucumán, y que
nos dejara padeciendo a todos los argentinos. La democracia
debe ser para las personas que la respetan y honran.
Los cargos los deben obtener ciudadanos que no usufructúen
de él, que nos demuestren que la elección
ha sido la acertada, que no se vuelvan contra el pueblo
como desgraciadamente ha sucedido en los últimos
tiempos.
Solo seguiremos exigiendo Justicia y Castigo y denunciándolos
como nos enseñara Rodolfo Walsh que un día
después de haber publicado la carta mencionada
en el epígrafe fuera asesinado., como también
su hija, Patricia Walsh, que con su perseverancia y
luchas de años logro llevar adelante la anulación
de estas abominables Leyes del Olvido y que permitirán
actuar a la justicia de los hombres.
Cuando eso se produzca nuestros compañeros desaparecidos
estarán, si es posible más todavía,
junto a nosotros y nuestros corazones.
13 de agosto del 2003
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