Palestina


* Graham Usher es analista y corresponsal de la revista Middle East International en Jerusalén Oriental y en los TTOO. Usher participó en el Seminario Internacional "1991-2000: el proceso de paz: balance crítico de diez años de negociación palestino-israelí" organizado por el CSCA en Madrid en septiembre de 2000.

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Palestina


El menor de los males

Graham Usher*

15 de noviembre de 2002. Al Ahram Weekly
Traducción de Paloma Valverde. CSCAweb (www.nodo50.org)

"La elección [en Israel] será entre una coalición 'nacionalista', que declara que barrerá de la faz de la tierra lo que queda de la AP y que continuará con el sueño de lograr 'el gran Israel' desde el río [Jordán] hasta el mar [Mediterráneo], o el mantenimiento de una coalición de unidad nacional que en los últimos 20 meses ha reocupado todas las áreas palestinas de Cisjordania, destruido la AP como autoridad central palestina, y asesinado a alrededor de 1.600 palestinos. Para la gran mayoría de los palestinos, ambas opciones son demoníacas. Pocos son los que dirían que la una es menos dañina que la otra".

En febrero de 2003 se celebrarán elecciones generales en Israel. Prácticamente ningún palestino espera nada positivo de este hecho.

El martes [8 de noviembre] Ariel Sharon tuvo que asumir su destino y admitir que su sueño de terminar la legislatura como primer ministro había terminado. "Disolveré la Knesset [Parlamento israelí] y convocaré elecciones generales dentro de los próximos 90 días" manifestó en una conferencia de prensa en Jerusalén Occidental. "La fecha [de las elecciones] será en los primeros días de febrero", probablemente el martes, 4.

La crisis de gobierno surgió por la decisión tomada la semana anterior por el Partido Laborista de abandonar la coalición de "Unidad Nacional" después del debate sobre los presupuestos para los asentamientos judíos en los Territorios Ocupados (TTOO) [1]. Pero lo que se confirmó fue el fracaso para poner en marcha un gobierno de coalición alternativo y estable.

Para continuar con el gobierno, Sharon necesitaba siete escaños de la Unión Nacional (Yisrael Beitenu) un bloque de extrema derecha que exige el fin de los acuerdos del proceso de Oslo y la "destrucción física" de Yaser Arafat, dirigente de la Autoridad Palestina (AP). El lunes [7 de noviembre] el líder de la coalición, Avigdor Lieberman, afirmó que su partido formaría "hoy mismo" gobierno con Sharon si éste se comprometiera a la creación de una coalición "nacionalista" después de las elecciones, en contraposición a un gobierno de unidad nacional.

"¿Por qué tiene miedo de decir que usted formaría un gobierno nacionalista?" Espetó Lieberman a Sharon en la Knesset. "¿Qué somos nosotros, un clinex para usar y tirar?"

"Sí", fue la escueta respuesta de Sharon el martes, augurando así la división en las filas de la ultra derecha en el Parlamento. "No voy a abandonar la responsabilidad de gobierno, cambiar las líneas de gobierno o dañar profundamente los acuerdos estratégicos con EEUU, o la relación especial que mi gobierno ha conseguido con la Casa Blanca" afirmó. Anunciando elecciones anticipadas, "he optado por el menor de los males".

Sharon fue apenas un poco menos brusco con su rival parlamentario y antiguo primer ministro, Benjamin Netanyahu.

La semana anterior Sharon ofreció a Netanyahu el puesto de ministro de Asuntos Exteriores en su nuevo gobierno "provisional". Netanyahu aceptó con la condición de que las elecciones se convocasen "entre los tres y cinco meses siguientes" y que Sharon expresara su oposición tanto al Estado palestino promovido en la "visión" del presidente Bush como a la tendencia general del resto de las naciones del mundo a su creación. El martes, Sharon dijo que aún mantenía su ofrecimiento. Comparó deliberadamente la postura de Netanyahu con la "aceptación incondicional" que el ex comandante en jefe de las fuerzas armadas, Shaul Mofaz, había manifestado a la posición del ministro de Defensa. Mofaz respondió "a la llamada de la bandera", dijo Sharon. A regañadientes, Netanyahu aceptó ser ministro de Exteriores.

Los analistas israelíes vieron esto como un fuego cruzado entre dos hombres que luchan por el liderazgo del partido del Likud en las primarias, que tienen que celebrarse antes de las elecciones anticipadas de febrero. Como Liebeman, Netanyahu quiere un gobierno nacionalista, fortalecido por las últimas encuestas que muestran un aumento del número de escaños para el Likud en la Knesset, desde sus actuales 19 escaños hasta los 34 con los que Sharon ha prometido buscar la manera de formar una coalición de Unidad Nacional con el partido Laborista en segundo lugar. No está clara hacia donde se decantará la opinión de los israelíes judíos. Desde el estallido de la Intifada se ha producido un giro hacia la derecha en la sociedad israelí. Pero también se enfrentan a la crisis económica y a las consecuencias de la amenaza de la guerra de EEUU contra Iraq, lo que hace que se unan de forma tribal y voten a un gobierno de unidad nacional. Este "consenso del miedo" israelí es la gran baza política de Sharon como primer ministro, ha afirmado la analista política Lily Galili. Le odiarán si no lo consigue.

¿Puede ocurrir en estas elecciones, ya en marcha, que no se logre? El 19 de noviembre, el partido Laborista celebra sus elecciones primarias para elegir a su líder. Probablemente el saliente ministro de Defensa Benjamin Ben-Eliezer sea elegido nuevamente, y casi con seguridad hará regresar a su partido a la coalición de unidad nacional después de las elecciones de febrero. Pero si sus rivales Avram Mitzna y Haim Ramon ganan, se podrían abrir otros horizontes políticos.

Avram Mitzna ha manifestado que él retomaría nuevamente las negociaciones con los palestinos "independientemente de quien sea su líder" y podría fin a la Intifada yendo a la causa que la provoca: la ocupación israelí. Haim Ramon dijo que apoyaría una separación unilateral de Gaza y del 80% de Cisjordania con o sin negociaciones con los palestinos, preferiblemente con la dirección que sucederá a Arafat.

La dirección palestina obviamente preferiría a Avram Mitzna, pero "incluso la separación unilateral propuesta por Haim Ramon sería mejor que Sharon. Al menos ello nos sacaría del cenagal del conflicto" admitió un dirigente de la OLP en Jerusalén.

Es muy poco probable que alguno de ellos [Mitzna o Ramon] lo consiga, puesto que sólo los más optimistas en el partido Laborista creen que ganarán las elecciones de febrero. Por el contrario, la elección será entre una coalición "nacionalista", que declara que barrerá de la faz de la tierra lo que queda de la AP y que continuará con el sueño de lograr "el gran Israel" desde el río [Jordán] hasta el mar [Mediterráneo], o la continuación de una coalición de unidad nacional que, en los últimos 20 meses, ha reocupado todas las áreas palestinas de Cisjordania, destruido la AP como autoridad central palestina, y asesinado a alrededor de 1.600 palestinos.

Para la gran mayoría de los palestinos, ambas opciones son demoníacas. Pocos son los que dirían que la una es menos dañina que la otra.


Nota:

1. Véase en CSCAweb: Loles Oliván: "Israel, EEUU y Palestina: el cambio de las 'reglas del juego' a la sombra de la guerra contra Iraq"



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