Palestina


La ofensiva de Israel y EEUU contra los palestinos


Israel y la Autoridad Palestina contemplan un nuevo plan negociador bajo la supervisión norteamericana mientras el ejército israelí prosigue sus ataques contra la población civil palestina. La policía israelí detiene a Mustafa Barghuti mientras daba una rueda de prensa en Jerusalén

Nota informativa. CSCAweb, 3-01-2002

Mientras la Administración norteamericana anunciaba el regreso de Anthony Zinni a la región como primer paso para la reanudación de las negociaciones entre el gobierno israelí y la Autoridad Palestina, el gobierno israelí sigue demostrando su escasa disposición a terminar con los ataques contra la población civil palestina

Después de que el pasado viernes 21 de diciembre la organización palestina Hamas anunciara un alto el fuego unilateral, sumándose así a la orden dada por Yaser Arafat, presidente de la AP, la mayor parte de los miembros del gobierno israelí sigue negándose a aceptar la validez de la tregua decretada por las organizaciones palestinas. La detención en Jerusalén de Mustafa Barghuti, líder de la resistencia palestina en Cisjordania, en el transcurso de una rueda de prensa que se estaba celebrando a lo largo de la mañana del 2 de enero en un hotel de Jerusalén, pone en entredicho la supuesta disposición del actual gobierno israelí para poner fin a sus ataques contra la población civil y las organizaciones políticas palestinas.

El Plan Peres-Abu Ala, nueva receta para el desastre

Desde el anuncio de un alto el fuego decretado unilateralmente por la AP y las organizaciones islamistas palestinas, se han sucedido los contactos entre el Ministro de Asuntos Exterior israelí Simón Peres y el presidente del Consejo Legislativo palestino, Ahmed Qureia (más conocido como Abu Ala). Las reuniones celebradas entre ambos, que cuentan con el beneplácito de la Administración norteamericana, culminarán con toda probabilidad en el transcurso de esta semana en la celebración de nuevas reuniones multilaterales con el enviado especial de EEUU para la región, Anthony Zinni. El denominado "Plan Peres ­ Abu Ala" es, según las filtraciones reflejadas en diversos medios de comunicación a lo largo de la semana anterior, una réplica de las propuestas del anterior Primer Ministro israelí Ehud Barak durante las últimas negociaciones de Camp David celebradas en agosto del 2000, y cuenta ya con la oposición frontal de numerosos representantes políticos y de prácticamente todas las organizaciones y partidos políticos palestinos. La proyectada creación de un Estado palestino independiente (si bien inviable geográfica y económicamente), moldeado por los designios norteamericanos para la región, no constituye sino un nuevo intento del laborismo israelí y ciertos sectores del gobierno de Sharon de salir airosos de una situación insostenible tras más de un año de levantamiento en los Territorios Ocupados palestinos. El plan que reproduce en lo básico el modelo de Oslo, dejaría a un lado cuestiones esenciales para el desarrollo del futuro Estado palestino independiente (refugiados, asentamientos, y el estatuto de Jerusalén), y confirmaría además la institucionalización permanente del régimen de apartheid al que se ve sometida la población civil palestina, condenada a vivir en lo que prácticamente es un régimen de aislamiento impuesto como consecuencia de la aplicación de los acuerdos de Oslo, régimen que previsiblemente habrá de perpetuarse si, tal y como exigen los norteamericanos y algunos sectores del gobierno israelí, la siguiente fase habrá de iniciarse con la puesta en práctica de las recomendaciones del Informe Mitchell y el Plan Tennet.

Prosiguen las violaciones de los derechos humanos

Con la detención del activista palestino pro derechos civiles Mustafa Barghuti, en Jerusalén, la policía israelí ha vuelto a asestar un nuevo golpe contra la sociedad civil palestina en una acción que viene a sumarse a las numerosas detenciones y asesinatos extra-judiciales de líderes políticos y activistas de todo el espectro político palestino durante el último año de Intifada.

El pasado 28 de diciembre, el vice-presidente de los Comités de la Salud palestinos, Mayed Nassar, denunciaba la decisión adoptada por un tribunal israelí de prolongar la detención del. Dr. Ahmad Maslamani, detenido el pasado 19 de noviembre de 2001 acusado de ser miembro del Frente Popular para la Liberación de Palestina (FPLP). El Dr. Maslamani, director de los Comités de la Salud y un activista muy conocido en numerosos sectores de la sociedad civil palestina, fue inmediatamente trasladado a la prisión de Ashkelon, donde por primera vez tras dieciséis años tuvo la oportunidad de reunirse (si bien en circunstancias adversas) con uno de sus hermanos, encarcelado en esa misma prisión y a quien no se le había permitido recibir visitas de su hermano durante los últimos cinco años. La decisión de prolongar la detención del Dr. Maslamani, tomada por el tribunal sin la presencia de la abogada de éste, constituye una flagrante violación de los derechos fundamentales de un representante político y ciudadano palestino y vuelve a poner de manifiesto la perpetuación del permanente estado de desprotección e inseguridad a la que se sigue viendo sometida la población palestina.

En el proceso de construcción de un nuevo esquema negociador que probablemente contribuirá aún más si cabe a perpetuar el estado de represión contra la población palestina, los grandes hacedores de la política regional vuelven a olvidarse de quienes constituyen verdaderamente la pieza clave para la resolución del conflicto: los propios palestinos.



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