Informe anual del Centro
Palestino de Derechos Humanos de Gaza (CPDH) del año 2000
(Presentación, traducción y análisis
del CSCA)
"Es incorrecto interpretar la escalada sin
precedentes de las violaciones israelíes simplemente como una respuesta
a los masivos enfrentamientos habidos en los Territorios Ocupados a fines
de septiembre de 2000 (...) Por el contrario, el surgimiento de los enfrentamientos
debe ser valorado como el resultado de las frustraciones de un proceso negociador
de diez años en el que los derechos palestinos y el derecho internacional
han quedado subyugados por la continua presión ejercida por EEUU
a los palestinos y por el continuo apoyo de EEUU a Israel y a sus practicas
opresoras contra el pueblo palestino"

Una mujer palestina se lamenta por la
demolición de su vivienda por parte de las fuerzas de ocupación
israelíes en Gaza (mayo de 2000)
En mayo de 2001, el CPDH de Gaza ha presentado su Informe anual correspondiente
al año 2000 en el que se evalúa la situación de los
derechos humanos en Palestina. El resultado de dicho informe constata un
incremento de las violaciones cometidas por Israel contra la población
palestina, especialmente a partir de septiembre de 2000 (inicio de la Intifada)
si bien del contenido del mismo se infiere que las políticas de represión
y violaciones de los derechos palestinos tanto individuales como colectivos
constituyen una practica sistemática por parte de Israel que es constitutiva
de su naturaleza como poder militar ocupante. Asimismo, se concluye del
informe que ha sido la realidad creada por los Acuerdos de Oslo la que ha
permitido a Israel intensificar su control sobre la población y los
territorios palestinos durante el año 2000.
Por lo que respecta a la actuación de la Autoridad Palestina
(AP) en las áreas de su jurisdicción, el Informe manifiesta
la directa responsabilidad de las autoridades de la AP en los muy serios
obstáculos que afronta el proceso de democratización interna
y de las instituciones palestinas -especialmente en las esferas del poder
legislativo y el judicial. A pesar de constatarse una menor aplicación
de practicas restrictivas y no democráticas ejercidas por instituciones,
cuerpos u órganos dependientes de la AP desde el comienzo de la Intifada,
en términos generales la actuación de la AP durante el año
2000 es valorada muy negativamente por el Informe del CPDH.
Incremento de la violencia militar israelí
contra la población palestina
El informe anual del CPDH (mayo, 2001) declara que el año 2000
"finalizó con un incremento de las violaciones de los derechos
humanos y los crímenes de guerra perpetrados por Israel en los Territorios
Ocupados (TTOO). En el último tercio del año 2000 se constata
una sistemática intensificación del uso excesivo de la fuerza
letal sin precedentes por parte de las fuerzas de ocupación israelíes
contra la población civil palestina".
De acuerdo con los resultados de las investigaciones llevadas a cabo
por el CPDH, "en docenas de incidentes en los que las fuerzas israelíes
asesinaron a civiles palestinos, las vidas de los soldados israelíes
no estuvieron expuestas a ningún peligro. Las acciones israelíes
no se limitaron exclusivamente al fuego abierto indiscriminado sobre la
población palestina o al uso de francotiradores o armas con silenciadores.
"Por primera vez desde la ocupación de Cisjordania (incluida
Jerusalén Oriental) y la Franja de Gaza en 1967, las fuerzas de
ocupación israelíes no solo han utilizado maquinaria de artillería
de calibre pesado y medio sino que han empleado helicópteros de combate,
cañoneros y tanques para bombardear las áreas residenciales
palestinas".
En el último tercio del 2000, los ataques de las fuerzas israelíes
y de los colonos han ocasionado la muerte a 273 civiles palestinos incluyendo
a 103 menores de 18 años y a 11 mayores de 50. El numero total de
palestinos asesinados por las fuerzas de ocupación israelíes
y los colonos desde el 1 de enero al 31 de diciembre del 2000 fue 297, incluyendo
a 111 menores de 18 años. Esta cifra incluye 15 palestinos que fueron
ejecutados extra-judicialmente como parte de la explícita política
israelí de asesinatos políticos. El numero de civiles palestinos
heridos por los disparos israelíes o por la artillería en
el ultimo tercio del año 2000 fue aproximadamente 10.000, de los
que 2.500 eran de la Franja de Gaza.
Las fuerzas israelíes apuntaron sobre todo a la parte superior
de los cuerpos. De acuerdo con los informes médicos, 1.305 de los
2.500 heridos de Gaza, lo fueron en la parte superior del cuerpo. De ellos,
531 lo fueron en la cabeza y en el cuello, y 774 en el pecho y en el abdomen.
Según los mismos informes, 1.492 menores de edad fueron heridos por
las fuerzas de ocupación israelíes en la Franja de Gaza en
el mismo periodo.
Asimismo, las fuerzas de ocupación también atacaron al
personal médico y a las ambulancias. De igual modo, miembros de
la prensa local e internacional han padecido la violencia israelí,
especialmente los fotógrafos y los cámaras de televisión,
cuyas poderosas imágenes en medios audiovisuales atraen la atención
internacional. "Tales ataques constituyen un intento deliberado de
aterrorizar a los periodistas y de disuadirles para que realicen su labor
informativa. Los miembros de la prensa así como el personal medico".
Las fuerzas de ocupación israelíes han tenido como objetivos
asimismo a las fuerzas de seguridad palestinas, especialmente en el último
tercio del año. A pesar del limitado numero de enfrentamientos entre
las fuerzas de seguridad palestinas o palestinos armados e israelíes,
el CPDH ha documentado muchos incidentes durante los que las fuerzas de
Israel han disparado con munición de fuego o artillería al
personal de la seguridad palestina tanto cuando estas fuerzas palestinas
estaban intentando controlar a los manifestantes palestinos, como cuando
no se estaba produciendo ninguna movilización.
En todos los casos las fuerzas de ocupación israelíes
han incumplido los principios internacionales del derecho humanitario, Las
fuerzas israelíes no han distinguido entre población civil
y objetivos militares, lo que ha ocasionado una altísima tasa de
muertes entre los civiles palestinos. El numero total de muertos palestinos
en el año 2000 fue 335, incluyendo 36 miembros de las fuerzas de
seguridad palestinas.
Bombardeos de ciudades y destrucción
de viviendas
Israel ha seguido atacando y bombardeando sistemática y continuamente
ciudades y áreas palestinas residenciales que han causado asimismo
numerosas muertes y heridos. Tanto la propiedad privada como publica palestina
ha resultado seriamente perjudicada por los daños de los bombardeos
israelíes. Docenas de casa fueron completamente destruidas y cientos
severamente dañadas, dejando a cientos de familias palestinas sin
hogar. Aunque ninguna ciudad palestina ha escapado a los bombardeos, algunas
han sido especialmente atacadas como Hebron, Jan Yunis, Rafah, Belén,
Beit Yala y Ramala.
Destrucción de la propiedad y
de las tierras palestinas
En el ultimo tercio del año 2000, las fuerzas de ocupación
israelíes han practicado intensivamente la destrucción y
demolición de la propiedad inmueble y de las tierras palestinas.
El ejército israelí ha arrasado miles de hectáreas
de tierra agrícola palestina que constituye el recurso básico
de la economía palestina. Se han arrancado árboles frutales
y destruido cientos de invernaderos, sistemas de irrigación, bienes
e instalaciones y equipamientos agrícolas.
Asimismo el ejército israelí ha demolido docenas de viviendas
palestinas y sus contenidos tras expulsar a sus habitantes -casi siempre
sin previo aviso, así como fabricas, talleres y otras infraestructuras
y servicios civiles.
De acuerdo con la información suministrada por el CPDH "las
fuerzas de ocupación israelíes han arrasado mas de 46.980
m2 de tierra agrícola y arboledas palestinas en la Franja de Gaza
desde octubre a diciembre del 2000. Durante el mismo periodo estas fuerzas
han demolido 62 casas en la Franja de Gaza".
Imposición del bloqueo de los
TTOO
Las fuerzas israelíes han impuesto el bloqueo de los TTOO durante
el tercio final del año 2000. "El cierre no se ha limitado
a la restricción de las transacciones comerciales y a la prohibición
de que unos 50.000 trabajadores palestinos accediesen a sus trabajos en
Israel. Se han adoptado nuevas medidas asociadas a la política de
cierres que incluyen el cierre de las fronteras entre la Franja de Gaza
e Israel así como el denominado 'pasillo de seguridad' que fue abierto
el 25 de octubre de 1999 para conectar la Franja de Gaza con Cisjordania
según lo estipulado en los Acuerdos de Oslo para facilitar el movimiento
entre ambas áreas palestinas. A ello hay que sumar la expresa prohibición
de movimiento entre Gaza y Cisjordania a través de Israel. Las fuerzas
israelíes han cerrado también durante largos periodos las
fronteras palestinas de Gaza con Egipto (en Rafah) y de Cisjordania con
Jordania (en Al Karama), prohibiendo viajar a la población palestina
entre los TTOO y al exterior. De igual modo, en uno de los peores ejemplos
del castigo colectivo impuesto por Israel a los palestinos, se ha cerrado
el Aeropuerto Internacional de Gaza".
Intensificación de la presencia
militar israelí en los TTOO
Durante el periodo final del año 2000, Israel ha reforzado su
presencia militar en los TTOO, especialmente a las entradas de las ciudades
palestinas. Las fuerzas israelíes han impuesto restricciones de movimiento
entre todas las ciudades palestinas, transformando los TTOO en bantustanes
aislados y desconectados, creando una situación sin precedentes desde
el inicio de la ocupación israelí en 1967 y cuya ejecución
se deriva precisamente de la nueva configuración territorial y administrativa
que ha creado la aplicación de los Acuerdos de Oslo. Asimismo, las
fuerzas de ocupación han impuesto muy restrictivos toques de queda
en las áreas palestinas bajo su jurisdicción de seguridad
(áreas B y C, según los Acuerdos de Oslo). "En el área
bajo control israelí de la ciudad palestina de Hebron, mas de 30.000
civiles palestinos han sido obligados a permanecer en sus hogares bajo un
virtual arresto domiciliario, con el argumento de garantizar la "seguridad"
de unos 300 colonos israelíes que habitan en el corazón de
la ciudad. Estas practicas no pueden explicarse sino por la referencia del
ahora extinto sistema de apartheid en Sudáfrica".
El CPDH considera que "es incorrecto interpretar la escalada sin
precedentes de las violaciones israelíes simplemente como una respuesta
a los masivos enfrentamientos habidos en los TTOO a fines de septiembre
de 2000, en lo que ha pasado a denominarse como la Intifada Al Aqsa. Es
igualmente de escaso fundamento sostener que tales enfrentamientos se originaron
como una reacción ala provocadora visita de Ariel Sharon al santuario
de Al Haram al Sharif (26/9/00). Por el contrario, el inicio de los enfrentamientos
entre la población civil palestina y las fuerzas israelíes
de ocupación son el resultado de los años continuados de opresión
y persecución israelí del pueblo palestino y de la constante
negación de sus más básicos derechos y libertades.
En el corazón de la lucha palestina se encuentra la negación
de su derecho a la autodeterminación, el fin de la ocupación,
el establecimiento de un Estado independiente con Jerusalén como
su capital y el retorno de los refugiados palestinos a sus hogares, todas
ellas legitimas demandas reconocidas internacionalmente que han sido reiteradamente
negadas por Israel incluso en el marco del proceso de paz.".
Por el contrario, el surgimiento de los enfrentamientos debe ser valorado
como "el resultado de las frustraciones de un proceso negociador de
diez años en el que los derechos humanos y el derecho internacional
humanitario han quedado subyugados por la continua presión ejercida
por EEUU a los palestinos y el continuo apoyo de EEUU a Israel y a sus practicas
opresoras contra el pueblo palestino".El CPDH ha expresado en repetidas
ocasiones su preocupación por el sometimiento de los derechos humanos
y de las libertades a las consideraciones políticas. La declaración
final de la Cumbre de Sharm el Sheij (octubre de 2000) en la que participaron
el Presidente palestino Arafat y el primer Ministro israelí Barak
fracasó claramente por no comprender esta grieta fundamental del
proceso de paz".
De hecho, "con anterioridad al estallido de la violencia en septiembre
de 2000, la falta total de respeto a los derechos individuales y colectivos
palestinos era ya evidente. Las fuerzas israelíes seguían
confiscando tierras palestinas para facilitar la expansión de los
asentamientos judíos ya existentes y para el establecimiento de nuevos
asentamientos y construyendo nuevas carreteras y vías de comunicación
entre Israel y los asentamientos y los nuevos puestos militares de las fuerzas
de ocupación surgidos tras el repliegue estipulado (y nunca cumplido
íntegramente) en los Acuerdos transitorios de Oslo. De igual modo,
los soldados y los colonos israelíes venían asesinando civiles
palestinos desde hace tiempo. Mas de 1.600 presos palestinos estaban todavía
encarcelados en prisiones del interior de Israel (incumpliéndose
así otro acuerdo de Oslo), expuestos a las practicas de tortura de
los funcionarios de prisiones israelíes y en condiciones que violan
los mínimos derechos de los presos. Igualmente, con anterioridad
a Septiembre de 2000, Israel venía practicando la hermética
política de cierres de los TTOO, imponiendo restricciones a la libertad
de movimiento de civiles palestinos y bienes estrangulando la economía
local palestina. La acumulación de todas esas violaciones de los
derechos palestinos profundizó la crisis en los que respecta especialmente
a los derechos sociales y económicos palestinos".
Otra realidad inapelable es que la fecha límite del periodo transitorio
(prevista para el 4 de mayo de 1999) pasó sin que Israel hubiese
cumplido las obligaciones señaladas en el Acuerdo Interino en lo
relativo al repliegue de sus fuerzas militares en Cisjordania. El periodo
transitorio y sus acuerdos se basaron en la aplicación de una serie
de medidas que favorecieran la confianza mutua con el objetivo de alcanzar
un acuerdo final. Sin embargo, al final del año 2000, habiendo transcurrido
mas de un año y medio desde la fecha limite del acuerdo interino,
no solo no se había alcanzado un acuerdo definitivo sino que las
fuerzas militares de Israel habían incumplido las obligaciones previstas
en el acuerdo transitorio.
Actuación de la AP en el interior
de los TTOO en 2000
Respecto a la actuación de la Autoridad Palestina (AP) en los
TTOO, el CPDH declara que "la necesidad de afrontar cambios democráticos
en el interior de las áreas bajo control de la AP, ha estado sujeta
a serios obstáculos, lo cual ha significado una preponderancia del
poder ejecutivo respecto al legislativo y el judicial, especialmente en
los últimos meses del 2000. Durante el último tercio del
año el empeoramiento de las condiciones logísticas, económicas
y sociales impuestas por Israel sobre la población civil palestina
y sobre la AP ha eliminado toda posibilidad y oportunidad de avanzar en
la discusión del proceso democratizador interno e institucional".
Sin embargo, el CPDH constata en su informe que independientemente de
que los efectos negativos de la continua ocupación israelí
hayan empeorado el desarrollo democrático palestino, corresponde
a la AP la responsable primera por los problemas relativos a dicho desarrollo
democrático.
Así, según declara el Informe del CPDH, "la AP no
ha hecho ningún esfuerzo real para promover la separación
del poder ejecutivo, legislativo y judicial o para garantizar la protección
de los derechos humanos palestinos".
La Justicia en particular, ha hecho frente a retos y obstáculos
concretos en el año 2000 si bien la AP no ha avanzado en la toma
de medidas cruciales para favorecer la independencia del poder judicial
y el derecho. Tras la ratificación de la Ley judicial en la tercera
sesión del el Consejo Legislativo Palestino (CLP) en noviembre de
1998, todavía no ha sido promulgada. Mediante decreto presidencial
se promulgo la creación de un Alto Consejo Judicial. Sin embargo,
a pesar de la importancia de la creación de tal Consejo, el CPDH
ya expresó sus reservas a cerca del modo en que dicho órgano
se estableció.
Igualmente, la ejecución de las decisiones de los tribunales palestinos,
particularmente las relativos a la excarcelación de los presos políticos
(bajo jurisdicción de la AP), hicieron frente a serios obstáculos
por parte de los órganos jurídicos oficiales. De hecho, "esta
una de las cuestiones mas importantes que la AP tiene pendiente. Durante
los primeros nueve meses del año 2000, la AP siguió imponiendo
continuas campañas de arrestos ilegales e incumplió las sentencias
del Tribunal Supremo palestino que determinaban la excarcelación
de prisioneros. No obstante, durante el último tercio del año,
esta cuestión avanzó considerablemente al producirse la liberación
de la mayor parte de los presos políticos palestinos bajo jurisdicción
de la AP".
Uno de los obstáculos más significativos para el correcto
funcionamiento del sistema judicial palestino ha sido la continua actuación
de los Tribunales de Seguridad del Estado que ha mermado dramáticamente
la independencia del poder judicial. Estos tribunales han incrementado la
extensión de sus mandatos a la circunscripción civil. Los
juicios en antes estos tribunales se llevan a cabo rápidamente, sin
representación legal para los acusados y sin ningún derecho
a apelación. Los Tribunales de Seguridad del Estado carecen de los
requisitos básicos internacionales para fallar de acuerdo a la justicia.
"La abolición de estos tribunales es una de las demandas básicas
de las organizaciones de derechos humanos palestinas". Según
informa el CPDH, "durante el año 2000, los Tribunales de Seguridad
del Estado sentenciaron a muerte a varios acusados sin que se contemplase
la posibilidad de apelar dichas sentencias".
"Durante los primeros nueve meses del año 2000, la AP siguió
restringiendo el derecho a la libre expresión y a la libertad de
reunión y asamblea. La orden promulgada por el Jefe de la Policía
palestina en febrero de 2000 prohibiendo las reuniones publicas sin su previa
aprobación fue duramente condenada por el CPDH y otras organizaciones
palestinas". Esta orden, así como el acta ejecutiva promulgada
en abril de 2000 por el Presidente Arafat en virtud del poder que le otorga
actuar como ministro de Interior, "viola la Ley n. 12 de 1998 relativa
a las reuniones publicas tanto en forma como en contenido. Debe hacerse
notar, sin embargo, que estas restricciones fueron levantadas de forma significativa
en el último tercio del año 2000".
Durante ese tiempo, "se organizaron docenas de manifestaciones y
asambleas sin previa autorización por parte del Jefe de la Policía
palestina. Todas esas movilizaciones y actividades colectivas se organizaron
para protestar contra la ocupación y practicas israelíes".
Durante el último tercio del año, la labor del CLP se vio
profundamente afectado por el bloqueo impuesto por Israel en los TTOO. Los
miembros del CLP no pudieron moverse libremente entre Cisjordania y Gaza
y ni siquiera entre las ciudades palestinas de uno y otro territorio ocupado,
no pudiendo acceder, por tanto, a las sesiones del Consejo ni a las reuniones
de sus comités. Sin embargo, "durante los primeros nueve meses
del año, el CLP no cumplió las expectativas del pueblo palestino
como cuerpo legislativo. Aunque su mandato concluía de jure
en mayo de 1999, según lo estipulado en el Acuerdo Interino, no se
celebraron nuevas elecciones. Además no se prevé que se celebren
tampoco en el futuro próximo. Ello constituye un obstáculo
mayor para el desarrollo democrático, habida cuenta del continuo
incumplimiento por parte de la AP de celebrar elecciones municipales cuyos
ayuntamientos están siendo gobernados actualmente por comités
cuyos miembros han sido seleccionados a dedo mas que por cargos electos".
CPDH
Gaza, mayo de 2001
|