Palestina


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El informe original completo se encuentra publicado en la web del CPDH


El CPDH es una organización palestina establecida en Gaza desde 1995 por un grupo de abogados y activistas de los derechos humanos palestinos con el fin de proteger los derechos individuales y colectivos de la población palestina y promover la creación y desarrollo de instituciones democráticas palestinas. Además de su labor informativa y de investigación, el CPDH asiste a los presos palestinos ante los tribunales tanto israelíes como de la Autoridad Palestina.

El CPDH publica informes semanales acerca de las violaciones de derechos humanos en los TTOO cometidas por las fuerzas de ocupación israelíes y, periódicamente, informes específicos sobre las consecuencias económicas de los cierres decretados por Israel.


Palestina

 

Informe anual del Centro Palestino de Derechos Humanos de Gaza (CPDH) del año 2000

(Presentación, traducción y análisis del CSCA)

"Es incorrecto interpretar la escalada sin precedentes de las violaciones israelíes simplemente como una respuesta a los masivos enfrentamientos habidos en los Territorios Ocupados a fines de septiembre de 2000 (...) Por el contrario, el surgimiento de los enfrentamientos debe ser valorado como el resultado de las frustraciones de un proceso negociador de diez años en el que los derechos palestinos y el derecho internacional han quedado subyugados por la continua presión ejercida por EEUU a los palestinos y por el continuo apoyo de EEUU a Israel y a sus practicas opresoras contra el pueblo palestino"

Una mujer palestina se lamenta por la demolición de su vivienda por parte de las fuerzas de ocupación israelíes en Gaza (mayo de 2000)

En mayo de 2001, el CPDH de Gaza ha presentado su Informe anual correspondiente al año 2000 en el que se evalúa la situación de los derechos humanos en Palestina. El resultado de dicho informe constata un incremento de las violaciones cometidas por Israel contra la población palestina, especialmente a partir de septiembre de 2000 (inicio de la Intifada) si bien del contenido del mismo se infiere que las políticas de represión y violaciones de los derechos palestinos tanto individuales como colectivos constituyen una practica sistemática por parte de Israel que es constitutiva de su naturaleza como poder militar ocupante. Asimismo, se concluye del informe que ha sido la realidad creada por los Acuerdos de Oslo la que ha permitido a Israel intensificar su control sobre la población y los territorios palestinos durante el año 2000.

Por lo que respecta a la actuación de la Autoridad Palestina (AP) en las áreas de su jurisdicción, el Informe manifiesta la directa responsabilidad de las autoridades de la AP en los muy serios obstáculos que afronta el proceso de democratización interna y de las instituciones palestinas -especialmente en las esferas del poder legislativo y el judicial. A pesar de constatarse una menor aplicación de practicas restrictivas y no democráticas ejercidas por instituciones, cuerpos u órganos dependientes de la AP desde el comienzo de la Intifada, en términos generales la actuación de la AP durante el año 2000 es valorada muy negativamente por el Informe del CPDH.

Incremento de la violencia militar israelí contra la población palestina

El informe anual del CPDH (mayo, 2001) declara que el año 2000 "finalizó con un incremento de las violaciones de los derechos humanos y los crímenes de guerra perpetrados por Israel en los Territorios Ocupados (TTOO). En el último tercio del año 2000 se constata una sistemática intensificación del uso excesivo de la fuerza letal sin precedentes por parte de las fuerzas de ocupación israelíes contra la población civil palestina".

De acuerdo con los resultados de las investigaciones llevadas a cabo por el CPDH, "en docenas de incidentes en los que las fuerzas israelíes asesinaron a civiles palestinos, las vidas de los soldados israelíes no estuvieron expuestas a ningún peligro. Las acciones israelíes no se limitaron exclusivamente al fuego abierto indiscriminado sobre la población palestina o al uso de francotiradores o armas con silenciadores. "Por primera vez desde la ocupación de Cisjordania (incluida Jerusalén Oriental) y la Franja de Gaza en 1967, las fuerzas de ocupación israelíes no solo han utilizado maquinaria de artillería de calibre pesado y medio sino que han empleado helicópteros de combate, cañoneros y tanques para bombardear las áreas residenciales palestinas".

En el último tercio del 2000, los ataques de las fuerzas israelíes y de los colonos han ocasionado la muerte a 273 civiles palestinos incluyendo a 103 menores de 18 años y a 11 mayores de 50. El numero total de palestinos asesinados por las fuerzas de ocupación israelíes y los colonos desde el 1 de enero al 31 de diciembre del 2000 fue 297, incluyendo a 111 menores de 18 años. Esta cifra incluye 15 palestinos que fueron ejecutados extra-judicialmente como parte de la explícita política israelí de asesinatos políticos. El numero de civiles palestinos heridos por los disparos israelíes o por la artillería en el ultimo tercio del año 2000 fue aproximadamente 10.000, de los que 2.500 eran de la Franja de Gaza.

Las fuerzas israelíes apuntaron sobre todo a la parte superior de los cuerpos. De acuerdo con los informes médicos, 1.305 de los 2.500 heridos de Gaza, lo fueron en la parte superior del cuerpo. De ellos, 531 lo fueron en la cabeza y en el cuello, y 774 en el pecho y en el abdomen. Según los mismos informes, 1.492 menores de edad fueron heridos por las fuerzas de ocupación israelíes en la Franja de Gaza en el mismo periodo.

Asimismo, las fuerzas de ocupación también atacaron al personal médico y a las ambulancias. De igual modo, miembros de la prensa local e internacional han padecido la violencia israelí, especialmente los fotógrafos y los cámaras de televisión, cuyas poderosas imágenes en medios audiovisuales atraen la atención internacional. "Tales ataques constituyen un intento deliberado de aterrorizar a los periodistas y de disuadirles para que realicen su labor informativa. Los miembros de la prensa así como el personal medico".

Las fuerzas de ocupación israelíes han tenido como objetivos asimismo a las fuerzas de seguridad palestinas, especialmente en el último tercio del año. A pesar del limitado numero de enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad palestinas o palestinos armados e israelíes, el CPDH ha documentado muchos incidentes durante los que las fuerzas de Israel han disparado con munición de fuego o artillería al personal de la seguridad palestina tanto cuando estas fuerzas palestinas estaban intentando controlar a los manifestantes palestinos, como cuando no se estaba produciendo ninguna movilización.

En todos los casos las fuerzas de ocupación israelíes han incumplido los principios internacionales del derecho humanitario, Las fuerzas israelíes no han distinguido entre población civil y objetivos militares, lo que ha ocasionado una altísima tasa de muertes entre los civiles palestinos. El numero total de muertos palestinos en el año 2000 fue 335, incluyendo 36 miembros de las fuerzas de seguridad palestinas.

Bombardeos de ciudades y destrucción de viviendas

Israel ha seguido atacando y bombardeando sistemática y continuamente ciudades y áreas palestinas residenciales que han causado asimismo numerosas muertes y heridos. Tanto la propiedad privada como publica palestina ha resultado seriamente perjudicada por los daños de los bombardeos israelíes. Docenas de casa fueron completamente destruidas y cientos severamente dañadas, dejando a cientos de familias palestinas sin hogar. Aunque ninguna ciudad palestina ha escapado a los bombardeos, algunas han sido especialmente atacadas como Hebron, Jan Yunis, Rafah, Belén, Beit Yala y Ramala.

Destrucción de la propiedad y de las tierras palestinas

En el ultimo tercio del año 2000, las fuerzas de ocupación israelíes han practicado intensivamente la destrucción y demolición de la propiedad inmueble y de las tierras palestinas. El ejército israelí ha arrasado miles de hectáreas de tierra agrícola palestina que constituye el recurso básico de la economía palestina. Se han arrancado árboles frutales y destruido cientos de invernaderos, sistemas de irrigación, bienes e instalaciones y equipamientos agrícolas.

Asimismo el ejército israelí ha demolido docenas de viviendas palestinas y sus contenidos tras expulsar a sus habitantes -casi siempre sin previo aviso, así como fabricas, talleres y otras infraestructuras y servicios civiles.

De acuerdo con la información suministrada por el CPDH "las fuerzas de ocupación israelíes han arrasado mas de 46.980 m2 de tierra agrícola y arboledas palestinas en la Franja de Gaza desde octubre a diciembre del 2000. Durante el mismo periodo estas fuerzas han demolido 62 casas en la Franja de Gaza".

Imposición del bloqueo de los TTOO

Las fuerzas israelíes han impuesto el bloqueo de los TTOO durante el tercio final del año 2000. "El cierre no se ha limitado a la restricción de las transacciones comerciales y a la prohibición de que unos 50.000 trabajadores palestinos accediesen a sus trabajos en Israel. Se han adoptado nuevas medidas asociadas a la política de cierres que incluyen el cierre de las fronteras entre la Franja de Gaza e Israel así como el denominado 'pasillo de seguridad' que fue abierto el 25 de octubre de 1999 para conectar la Franja de Gaza con Cisjordania según lo estipulado en los Acuerdos de Oslo para facilitar el movimiento entre ambas áreas palestinas. A ello hay que sumar la expresa prohibición de movimiento entre Gaza y Cisjordania a través de Israel. Las fuerzas israelíes han cerrado también durante largos periodos las fronteras palestinas de Gaza con Egipto (en Rafah) y de Cisjordania con Jordania (en Al Karama), prohibiendo viajar a la población palestina entre los TTOO y al exterior. De igual modo, en uno de los peores ejemplos del castigo colectivo impuesto por Israel a los palestinos, se ha cerrado el Aeropuerto Internacional de Gaza".

Intensificación de la presencia militar israelí en los TTOO

Durante el periodo final del año 2000, Israel ha reforzado su presencia militar en los TTOO, especialmente a las entradas de las ciudades palestinas. Las fuerzas israelíes han impuesto restricciones de movimiento entre todas las ciudades palestinas, transformando los TTOO en bantustanes aislados y desconectados, creando una situación sin precedentes desde el inicio de la ocupación israelí en 1967 y cuya ejecución se deriva precisamente de la nueva configuración territorial y administrativa que ha creado la aplicación de los Acuerdos de Oslo. Asimismo, las fuerzas de ocupación han impuesto muy restrictivos toques de queda en las áreas palestinas bajo su jurisdicción de seguridad (áreas B y C, según los Acuerdos de Oslo). "En el área bajo control israelí de la ciudad palestina de Hebron, mas de 30.000 civiles palestinos han sido obligados a permanecer en sus hogares bajo un virtual arresto domiciliario, con el argumento de garantizar la "seguridad" de unos 300 colonos israelíes que habitan en el corazón de la ciudad. Estas practicas no pueden explicarse sino por la referencia del ahora extinto sistema de apartheid en Sudáfrica".

El CPDH considera que "es incorrecto interpretar la escalada sin precedentes de las violaciones israelíes simplemente como una respuesta a los masivos enfrentamientos habidos en los TTOO a fines de septiembre de 2000, en lo que ha pasado a denominarse como la Intifada Al Aqsa. Es igualmente de escaso fundamento sostener que tales enfrentamientos se originaron como una reacción ala provocadora visita de Ariel Sharon al santuario de Al Haram al Sharif (26/9/00). Por el contrario, el inicio de los enfrentamientos entre la población civil palestina y las fuerzas israelíes de ocupación son el resultado de los años continuados de opresión y persecución israelí del pueblo palestino y de la constante negación de sus más básicos derechos y libertades. En el corazón de la lucha palestina se encuentra la negación de su derecho a la autodeterminación, el fin de la ocupación, el establecimiento de un Estado independiente con Jerusalén como su capital y el retorno de los refugiados palestinos a sus hogares, todas ellas legitimas demandas reconocidas internacionalmente que han sido reiteradamente negadas por Israel incluso en el marco del proceso de paz.".

Por el contrario, el surgimiento de los enfrentamientos debe ser valorado como "el resultado de las frustraciones de un proceso negociador de diez años en el que los derechos humanos y el derecho internacional humanitario han quedado subyugados por la continua presión ejercida por EEUU a los palestinos y el continuo apoyo de EEUU a Israel y a sus practicas opresoras contra el pueblo palestino".El CPDH ha expresado en repetidas ocasiones su preocupación por el sometimiento de los derechos humanos y de las libertades a las consideraciones políticas. La declaración final de la Cumbre de Sharm el Sheij (octubre de 2000) en la que participaron el Presidente palestino Arafat y el primer Ministro israelí Barak fracasó claramente por no comprender esta grieta fundamental del proceso de paz".

De hecho, "con anterioridad al estallido de la violencia en septiembre de 2000, la falta total de respeto a los derechos individuales y colectivos palestinos era ya evidente. Las fuerzas israelíes seguían confiscando tierras palestinas para facilitar la expansión de los asentamientos judíos ya existentes y para el establecimiento de nuevos asentamientos y construyendo nuevas carreteras y vías de comunicación entre Israel y los asentamientos y los nuevos puestos militares de las fuerzas de ocupación surgidos tras el repliegue estipulado (y nunca cumplido íntegramente) en los Acuerdos transitorios de Oslo. De igual modo, los soldados y los colonos israelíes venían asesinando civiles palestinos desde hace tiempo. Mas de 1.600 presos palestinos estaban todavía encarcelados en prisiones del interior de Israel (incumpliéndose así otro acuerdo de Oslo), expuestos a las practicas de tortura de los funcionarios de prisiones israelíes y en condiciones que violan los mínimos derechos de los presos. Igualmente, con anterioridad a Septiembre de 2000, Israel venía practicando la hermética política de cierres de los TTOO, imponiendo restricciones a la libertad de movimiento de civiles palestinos y bienes estrangulando la economía local palestina. La acumulación de todas esas violaciones de los derechos palestinos profundizó la crisis en los que respecta especialmente a los derechos sociales y económicos palestinos".

Otra realidad inapelable es que la fecha límite del periodo transitorio (prevista para el 4 de mayo de 1999) pasó sin que Israel hubiese cumplido las obligaciones señaladas en el Acuerdo Interino en lo relativo al repliegue de sus fuerzas militares en Cisjordania. El periodo transitorio y sus acuerdos se basaron en la aplicación de una serie de medidas que favorecieran la confianza mutua con el objetivo de alcanzar un acuerdo final. Sin embargo, al final del año 2000, habiendo transcurrido mas de un año y medio desde la fecha limite del acuerdo interino, no solo no se había alcanzado un acuerdo definitivo sino que las fuerzas militares de Israel habían incumplido las obligaciones previstas en el acuerdo transitorio.

Actuación de la AP en el interior de los TTOO en 2000

Respecto a la actuación de la Autoridad Palestina (AP) en los TTOO, el CPDH declara que "la necesidad de afrontar cambios democráticos en el interior de las áreas bajo control de la AP, ha estado sujeta a serios obstáculos, lo cual ha significado una preponderancia del poder ejecutivo respecto al legislativo y el judicial, especialmente en los últimos meses del 2000. Durante el último tercio del año el empeoramiento de las condiciones logísticas, económicas y sociales impuestas por Israel sobre la población civil palestina y sobre la AP ha eliminado toda posibilidad y oportunidad de avanzar en la discusión del proceso democratizador interno e institucional".

Sin embargo, el CPDH constata en su informe que independientemente de que los efectos negativos de la continua ocupación israelí hayan empeorado el desarrollo democrático palestino, corresponde a la AP la responsable primera por los problemas relativos a dicho desarrollo democrático.

Así, según declara el Informe del CPDH, "la AP no ha hecho ningún esfuerzo real para promover la separación del poder ejecutivo, legislativo y judicial o para garantizar la protección de los derechos humanos palestinos".

La Justicia en particular, ha hecho frente a retos y obstáculos concretos en el año 2000 si bien la AP no ha avanzado en la toma de medidas cruciales para favorecer la independencia del poder judicial y el derecho. Tras la ratificación de la Ley judicial en la tercera sesión del el Consejo Legislativo Palestino (CLP) en noviembre de 1998, todavía no ha sido promulgada. Mediante decreto presidencial se promulgo la creación de un Alto Consejo Judicial. Sin embargo, a pesar de la importancia de la creación de tal Consejo, el CPDH ya expresó sus reservas a cerca del modo en que dicho órgano se estableció.

Igualmente, la ejecución de las decisiones de los tribunales palestinos, particularmente las relativos a la excarcelación de los presos políticos (bajo jurisdicción de la AP), hicieron frente a serios obstáculos por parte de los órganos jurídicos oficiales. De hecho, "esta una de las cuestiones mas importantes que la AP tiene pendiente. Durante los primeros nueve meses del año 2000, la AP siguió imponiendo continuas campañas de arrestos ilegales e incumplió las sentencias del Tribunal Supremo palestino que determinaban la excarcelación de prisioneros. No obstante, durante el último tercio del año, esta cuestión avanzó considerablemente al producirse la liberación de la mayor parte de los presos políticos palestinos bajo jurisdicción de la AP".

Uno de los obstáculos más significativos para el correcto funcionamiento del sistema judicial palestino ha sido la continua actuación de los Tribunales de Seguridad del Estado que ha mermado dramáticamente la independencia del poder judicial. Estos tribunales han incrementado la extensión de sus mandatos a la circunscripción civil. Los juicios en antes estos tribunales se llevan a cabo rápidamente, sin representación legal para los acusados y sin ningún derecho a apelación. Los Tribunales de Seguridad del Estado carecen de los requisitos básicos internacionales para fallar de acuerdo a la justicia. "La abolición de estos tribunales es una de las demandas básicas de las organizaciones de derechos humanos palestinas". Según informa el CPDH, "durante el año 2000, los Tribunales de Seguridad del Estado sentenciaron a muerte a varios acusados sin que se contemplase la posibilidad de apelar dichas sentencias".

"Durante los primeros nueve meses del año 2000, la AP siguió restringiendo el derecho a la libre expresión y a la libertad de reunión y asamblea. La orden promulgada por el Jefe de la Policía palestina en febrero de 2000 prohibiendo las reuniones publicas sin su previa aprobación fue duramente condenada por el CPDH y otras organizaciones palestinas". Esta orden, así como el acta ejecutiva promulgada en abril de 2000 por el Presidente Arafat en virtud del poder que le otorga actuar como ministro de Interior, "viola la Ley n. 12 de 1998 relativa a las reuniones publicas tanto en forma como en contenido. Debe hacerse notar, sin embargo, que estas restricciones fueron levantadas de forma significativa en el último tercio del año 2000".

Durante ese tiempo, "se organizaron docenas de manifestaciones y asambleas sin previa autorización por parte del Jefe de la Policía palestina. Todas esas movilizaciones y actividades colectivas se organizaron para protestar contra la ocupación y practicas israelíes".

Durante el último tercio del año, la labor del CLP se vio profundamente afectado por el bloqueo impuesto por Israel en los TTOO. Los miembros del CLP no pudieron moverse libremente entre Cisjordania y Gaza y ni siquiera entre las ciudades palestinas de uno y otro territorio ocupado, no pudiendo acceder, por tanto, a las sesiones del Consejo ni a las reuniones de sus comités. Sin embargo, "durante los primeros nueve meses del año, el CLP no cumplió las expectativas del pueblo palestino como cuerpo legislativo. Aunque su mandato concluía de jure en mayo de 1999, según lo estipulado en el Acuerdo Interino, no se celebraron nuevas elecciones. Además no se prevé que se celebren tampoco en el futuro próximo. Ello constituye un obstáculo mayor para el desarrollo democrático, habida cuenta del continuo incumplimiento por parte de la AP de celebrar elecciones municipales cuyos ayuntamientos están siendo gobernados actualmente por comités cuyos miembros han sido seleccionados a dedo mas que por cargos electos".

CPDH

Gaza, mayo de 2001