Palestina



Robert Fisk

* Originalmente publicado en The Independent, el diario londinense del que es corresponsal Fisk en Oriente Medio, este artículo fue reproducido por Courrier International en su número 600 de la semana del 2 al 9 de mayo.

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PALESTINA


Gaza se prepara para enfrentarse a Ariel Sharon

Robert Fisk*

Courrier Iinternational, núm. 600, semana del 2 al 9 de mayo
Traducción: Pablo Carbajosa, CSCAweb (www.nodo50.org/csca)

Mientras el gobierno y el Ejército israelíes evalúan reocupar o no Gaza, sus habitantes, tras lo acontecido en las semanas pasadas en las ciudades cisjordanas hacen acopio de alimentos, entierran sus joyas, hacen copias de sus archivos y levantan barricadas con irrisorios sacos de arena mientras esperan a los tanques israelíes

¡Ya vienen! Es lo que oiréis decir a la mayoría de los habitantes de Gaza. Llegan los israelíes, y las barricadas con sacos de arena resultan irrisorias. Incluso a más de un kilómetro del "paso franco" de Erez, [punto de paso entre Gaza e Israel], lo más que pueden hacer las tropas de Arafat es erigir un bastión de tierra y sacos de arena de cinco metros de alto, provisto de una abertura de 3,50 metros para dejar circular a los coches. En los cruces, los agentes de policías siguen franqueando el paso a las carretas tiradas por asnos, mientras en sus barracones de chapa dormitan los guardias de la Autoridad Palestina esperando que se inicie el segundo acto de esta guerra.

Lo que resulta extraño es que si el primer ministro israelí intenta efectivamente desmantelar la "red del terror" de la que tan a menudo habla, tal vez es por Gaza por donde debería haber empezado. Sin embargo, es el único lugar que el Tsahal [Ejército israelí] no se ha atrevido a ocupar. Y es que aquí no faltan milicias, aquí, los palestinos saben cómo destruir los tanques Merkava-3, cómo fabricar cohetes y morteros artesanalmente, aquí conocen los principios de trampas y minas bastante mejor que los habitantes de Yenín. En todo caso, los habitantes se preparan para lo peor. Se retira dinero masivamente de los bancos. Las asociaciones de defensa de los derechos humanos hacen copias de sus informes. Todo el mundo sabe lo que ha sucedido con los archivos informáticos de los ministerios palestinos en Ramala, Nablús y Yenín. Han sido saqueados por los soldados israelíes porque, para retomar las inmortales declaraciones de un oficial israelí: "Los documentos tienen un valor importantísimo". Pero todos parecen dispuestos a aceptar lo que les espera con sombría determinación. Raja Surani, abogado especializado en derechos humanos, se hace pocas ilusiones. "Creo que va a ser siniestro, obscuro, sangriento, y sé que se verterá sangre lo mismo israelí que palestina. Nunca en toda mi vida había sentido que nuestra determinación fuese tan fuerte como hoy."

Las mujeres de Gaza

Las mujeres de Gaza comparten este estado de ánimo. Muchas entierran sus joyas en el jardín o en el patio. "Hemos oído hablar de lo que les pasó a las mujeres de Ramala, a los que los soldados les robaron miles de dólares en joyas cuando entraron en sus casas" explica fríamente una mujer de clase media. Las pintadas ponen en guardia contra la reocupación. Y sobre los muros los dibujos de granadas y bombas prefiguran la suerte que acecha a los ocupantes. En los hogares que he podido visitar se hace acopio de alimentos, agua, mantas y a veces hasta de sacos terreros. Como subraya un militante palestino, "todo depende de Gaza. Aquí es donde se decide la historia de Palestina desde hace cincuenta y cuatro años". En cierto modo, no deja de ser cierto. Gaza es acaso el último pedazo todavía libre de "Palestina"; y, sin embargo, es un vertedero. "Creo que todo depende de tres cosas", declara [Rayi] Surani [director del Centro Palestino de Derechos Humanos], "De lo que suceda en Washington. De la voluntad o no de implicación de los europeos. Y del suceso dramático que, en uno u otro momento, se producirá sobre el terreno contra los israelíes, lo que les proporcionará el pretexto para intervenir. Estoy perfectamente al corriente de lo que se denomina "actos de pillaje y destrucción gratuitos" en Cisjordania. Para nosotros, no tiene nada de nuevo. Ya hemos entablado demandas por saqueo contra el ejército israelí ante los tribunales israelíes." Surani ha terminado de hacer copias de todos sus archivos.

"Y cuando lleguen los israelíes, seguiremos aquí trabajando por los derechos humanos. No vamos a dejarnos ganar por el pánico ni a hundirnos en la paranoia. Hemos sacado lecciones de la anterior ocupación israelí: hay que ser profesionales y estrategas. Nos han fortalecido". En los días y semanas por venir, esta fuerza de la que habla Surani corre el riesgo de verse sometida a una dura prueba".


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