Palestina


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Acabar con la Intifada: el pueblo palestino atrapado en la espiral represiva de Israel y la AP

Nota informativa del CSCA

CSCAweb, 31 de octubre de 2001

Con el trasfondo de la ofensiva regional de EEUU y las presiones norteamericanas e israelíes sobre Arafat, el pueblo palestino afronta una escalada represiva tanto de Israel como de la Autoridad Palestina cuyo objetivo es poner fin a la Intifada y retornar al marco negociador de Oslo

En los últimos días la represión y los ataques israelíes contra la población civil palestina se han extendido a Jerusalén, donde el ejército está llevando a cabo nuevas demoliciones de casas palestinas, así como al interior de Israel, donde se está recrudeciendo la represión de la policía israelí contra la minoría árabe palestina.

Así, desde el pasado martes 30 de octubre, varias ciudades y pueblos palestinos en el interior del Estado de Israel se encuentran en estado de alerta, y fuerzas policiales israelíes mantienen un cerco sobre las mismas. Ese mismo día, se planteó en la Knesset [Parlamento israelí] retirar al parlamentario palestino-israelí Azmi Bishara su inmunidad parlamentaria. Bishara, miembro del partido Asamblea Democrática Nacional (Balad) ha sido acusado de proporcionar ayuda a "organizaciones terroristas".

Mientras tanto, tropas del ejército israelí mantienen la ocupación de seis ciudades autónomas palestinas; desde el pasado día 18 de octubre el ejército israelí ha asesinando a más de 60 personas. En la madrugada de hoy, miércoles 31 de octubre, el ejército israelí ha asesinado a un militante de HAMAS, Yamil Yadala, de 25 años de edad y residente en la ciudad de Hebrón. Simultáneamente, el ejército ha invadido Arrabeh, en Yenín, una de las ciudades bajo autonomía palestina de Cisjordania.

Reocupación de ciudades y represión interna

El recrudecimiento de la represión israelí contra la población civil palestina evidencia la nula disposición del gobierno de Ariel Sharon para poner fin a la ocupación de Gaza y Cisjordania y cerrar el proceso de negociación con los palestinos iniciado en Madrid en 1991. El hecho de que la reocupación israelí de áreas bajo jurisdicción de la Autoridad Palestina (AP) -materialización máxima de la ruptura de los acuerdos de Oslo por parte de Israel- esté coincidiendo con el aumento de la represión interna en las Áreas Autónomas por parte de la AP, tras el encarcelamiento de varios dirigentes y activistas del Frente Popular para la Liberación de Palestina (FPLP), pone en evidencia la crítica situación política interna.

La reactivación por la Intifada de las fuerzas políticas palestinas de la OLP tras diez años de desmovilización y abandono de la escena política en el marco de las negociaciones de Oslo, constituye una amenaza al desacreditado liderazgo político de Arafat y de la AP. Es por ello que la represión, el control policial y las prácticas judiciales ilegales contrarias al espíritu de la legislación palestina son los únicos mecanismos utilizados por la AP para contener el auge y reactivación de las organizaciones políticas palestinas en el marco de la Intifada. La ruptura interna que todo ello parece augurar, conduciría, sin duda, a la quiebra social y política palestina, a alterar la unidad de acción política y de resistencia frente a Israel en la Intifada y, en último término, podría significar el rechazo definitivo palestino del liderazgo surgido en Oslo, la AP.

Obviamente estos tres elementos benefician en primer término a Israel, pero la crítica situación abierta en las últimas semanas puede sacar a la luz una cuestión fundamental: la necesidad, cada vez más perentoria y reclamada por muchos sectores palestinos, de renovar su liderazgo político desde una base democrática, actualizada y que fortalezca al pueblo palestino en lucha de actuar en su contra.

Madrid, 31 de octubre de 2001

Comité de Solidaridad con la Causa Árabe