
La oficina de Abu Ali tras
el salvaje ataque perpetrado por las fuerzas israelíes
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El Frente Popular para la Liberación
de Palestina (FPLP) llora la muerte de su líder y secretario
general, Abu Ali Mustafa, asesinado por el ejército israelí
en la mañana del 27 de agosto del 2001. Abu Ali Mustafa,
líder del segundo grupo más numeroso en el seno
de la Organización para la Liberación de Palestina
(OLP) fue asesinado por Sharon y su gobierno. Sharon, sin embargo,
actúa con el pleno respaldo de la Administración
de EEUU, que es enteramente responsable de la nueva escalada
de violencia en Oriente Medio debido al apoyo ciego, incondicional,
y falto de crítica que brinda a la ocupación israelí
sobre tierras palestinas.
Abu Ali Mustafa fue elegido secretario general del FPLP
el año pasado, después de que el Doctor George
Habash (conocido como al-Hakim) dejara su cargo.
Abu Ali, camarada durante largos años de al-Hakim,
había sido miembro del FPLP desde su fundación
en 1967. Abu Ali ostentó el cargo de vicesecretario general
hasta la celebración de la Sexta Conferencia Nacional,
durante la cual fue elegido secretario general.
Nacido en Palestina en 1938 en Arraba, cerca de Jenin,
Abu Ali vivió la mayor parte de su vida adulta en el exilio
hasta su vuelta a casa [Territorios Autónomos] en 1999.
[Abu Ali] formaba parte del movimiento de resistencia contra
la ocupación israelí y llevó a cabo su labor
tanto en el extranjero como dentro de Palestina.
Como representante del FPLP, Abu Ali comprendió
claramente que tanto su propio papel como el papel que debía
jugar al FPLP consistía en expresar una visión
humanista radical del problema de Oriente Medio. [Abu Ali] presentó
dicha visión de un modo articulado e inflexible, manteniéndose
fiel a los principios del partido. Defendió la causa palestina
y los derechos inalienables del pueblo palestino, siendo el derecho
principal el derecho al retorno de los refugiados y el derecho
a establecer un Estado palestino independiente y soberano con
Jerusalén como capital. Exigió el desmantelamiento
de todos los asentamientos israelíes y la continuación
del movimiento de resistencia palestino hasta que se pusiera
fin a la ocupación israelí.
Abu Ali defendió su visión de un Estado palestino
plural, en el cual las personas pudieran convivir en libertad
sin distinción de raza o religión. Exigió
el establecimiento de una sociedad verdaderamente democrática
en la cual los derechos de la mayoría se vieran respetados
mediante el respeto a los derechos de las minorías. [Abu
Ali] creía que [la defensa] del movimiento de resistencia
palestino contra la ocupación racista y colonialista israelí
era una obligación que incumbía a todos los palestinos,
así como a todo ser humano que crea en la igualdad, la
justicia, y la paz.
Abu Ali Mustafa vivió y murió defendiendo
la causa palestina y los derechos del pueblo palestino.
Mientras el FPLP y todo el pueblo palestino lloran a su
líder, el FPLP promete continuar con el levantamiento
[Intifada] y con el movimiento de resistencia palestino hasta
poner fin a la ocupación israelí.
Carta
de George Habash, anterior secretario general del Frente Popular
para la Liberación de Palestina, con motivo del asesinato
por Israel de su sucesor, Abu Ali Mustafa
27 de agosto, 2001
(Traducción: CSCAweb)
Al pueblo palestino,
a las masas árabes:
He recibido con enorme tristeza la noticia del asesinato
de Abu Ali Mustafa por parte de Sharon y su banda sionista. Este
crimen odioso, que nos ha robado a quien fuera nuestro camarada
durante más de medio siglo, confirma que el enemigo sionista
está decidido a aniquilar a los líderes y miembros
de nuestra Revolución para obligarnos a rendirnos.
El enemigo parece no haber aprendido las lecciones que
le brinda la Historia. El enemigo aún no ha aprendido
que el pueblo palestino, que ha sacrificado a cientos de líderes
y miles de luchadores, no se hincará de rodillas para
rendirse. Al contrario, perseveraremos en nuestra lucha, sin
importar lo que cueste recuperar nuestros derechos y los derechos
de nuestra nación. Permaneceremos firmes en la lucha hasta
derrotar el proyecto colonial sionista.
En este día, recordamos también a Ghassan
Kanafani, Guevara Gaza, Al Amass, Abu Jihad, Abu Iyad, y Faisal
Husseini; recordamos también a Al-Qassam y Abd al-Qader
al-Husseini, así como a muchos otros que han caído
en la batalla por Palestina. Su sacrificio y su recuerdo nos
motiva para seguir adelante.
Al comunicar a nuestro pueblo y a la Nación Árabe
la pérdida de Abu Ali Mustafa, cuya determinación,
fuerza y coraje le distinguieron durante tantos años,
os aseguro que su sangre no ha sido derramada en vano. Sus camaradas
y su pueblo se empaparán del coraje de su alma, ganando
en fuerza y determinación para continuar la lucha en pos
de la libertad y la independencia.
Nos enorgullece recordar que hasta el momento de su muerte
Abu Ali Mustafa proclamó bien alto que la guerra sucia
de Sharon no nos asusta: ni nos avasallará, ni nos obligará
a desviarnos del camino de la revolución, la senda de
la libertad y la victoria.
Nuestro pueblo, que ha perdido un maestro y un líder,
sabe que Abu Ali Mustafa era un hombre excepcional que contaba
con el carisma de una gran dirigente. Nuestro pueblo seguirá
aprendiendo de él y de su espíritu de resistencia,
su paciencia, su determinación, su voluntad de expulsar
al ocupante y de ver cumplido el sueño del derecho al
retorno y el establecimiento de un Estado palestino independiente
y soberano con Jerusalén como capital.
En este triste y doloroso momento, me dirijo a todos los
valientes camaradas del FPLP y a todos los miembros de la Revolución
Palestina tanto del interior como del exterior: les pido que
permanezcan fieles no sólo a Abu Ali Mustafa, sino a todos
aquellos que han dado su sangre por Palestina y por la Causa
Árabe. Te prometemos, querido Abu Ali, que el Frente Popular
-que tú mismo ayudaste a establecer sobre las bases de
un espíritu de resistencia- seguirá marchando por
el mismo camino, sin importar cuán largo o traicionero
sea dicho camino, sin importar cuánto hemos de sacrificar.
Las tácticas destructivas del enemigo nunca matarán
nuestra firmeza, ni nuestra voluntad de resistir.
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