"O vivimos con dignidad en nuestras casas
o morimos con dignidad defendiendo nuestros derechos..."
Carta del Obispo de Jerusalén desde
el exilio difundida por Boletín Al-Quds de Sodepaz. (23 de
octubre de 2000)
"A los niños del pueblo palestino:
En mi exilio estoy lejos de vosotros pero sólo físicamente,
de otra forma estoy con vosotros durante todo el tiempo, en mi corazón,
con mis pensamientos y mis oraciones. En estos difíciles momentos
que estáis atravesando os siento mucho más íntimamente
que antes. Mi deseo es estar con vosotros, manifestarme con vosotros y estar
preparado para morir por vosotros. Sería un honor para mí
morir en el campo de batalla porque según entiendo éste es
mi deber ante Dios y mi país.
La humanidad de una persona se conmemora sólo por dos cosas: Primero:
para estar de pie en la solidaridad, sin ningún compromiso ni interés,
del lado de los oprimimos, sin privilegios.
Segundo: para estar de pie contra los opresores no importa quienes sean
y no importa a qué precio. Cualquier otra actitud se escapa de nuestra
responsabilidad y nos sirve para lavarnos las manos. Estar callado es una
señal de cobardía. Estar callado es otra manera de asentir.
Como árabe y como Obispo de Jerusalén mi conciencia me obliga
a defender a mis fieles y a mis niños. Es ya bastante, nuestra paciencia
ha alcanzado su límite.
Nuestra desgracia es el movimiento sionista internacional que ha sido
un movimiento expansionista e imperialista, ha hecho nuestras vidas miserables
desde su inicio. Israel es un instrumento para llevar a cabo este objetivo.
Nuestro pueblo palestino vive bajo la ocupación sin derechos y
sin dignidad. Los palestinos son extraños en su propio país
y prisioneros en su propia casa. Israel robó nuestras tierras y ha
dejado a muchas personas sin casa ni hogar. Israel nos quitó nuestros
derechos y deshonró nuestra dignidad. Profanó nuestros sitios
sagrados y asesino a los fieles al Ibrahimi, la mezquita de Hebrón.
La primera y la segunda Intifada son una expresión de la determinación
palestina de luchar contra la opresión y la ocupación. Contra
Israel, el rechazo a la perdida de nuestros derechos, nuestros derechos
inalienables, la determinación a construir un estado palestino soberano
y libre.
Israel está intentando romper nuestro espíritu con tanques,
helicópteros, cohetes y municiones. Israel está atacando a
los héroes desarmados, solo tienen piedras, aún así
están armados con su determinación y su fe, y ellos vencerán.
Asesinaron a decenas de personas y los heridos se cuentan por miles, Israel
continúa aniquilándonos moral y físicamente. Estamos
luchando para la vida. Pero la vida no es sólo comer y beber. No
sólo a través del pan es como el hombre se realiza. La vida
es la dignidad y la patria. Esto es nuestro único camino y lo hemos
tomado. O vivimos con dignidad en nuestras casas o morimos con dignidad
defendiendo nuestros derechos. Si todos debemos morir, sería una
vergüenza morir como un cobarde.
Nuestro objetivo es una paz justa que nos garantice una vida digna en
una patria libre, soberana e independiente. Sus fronteras son las fronteras
del 4 de junio de 1967 y Jerusalén es su capital. Nosotros no estamos
pidiendo nada nuevo. Esto es nuestro. Éste es nuestro derecho básico
y mínimo, de acuerdo a las resoluciones 242 y 338 de las Naciones
Unidas. Bajo esta línea sólo está el 21% del territorio
de Palestina.
Israel tiene que escoger ahora más que nunca, o la paz o la continuación
de la ocupación. Pero beneficiarse de ambas es imposible porque éstas
dos opciones se contradicen. El lenguaje de las amenazas, la opresión,
el boqueo, el estado de sitio, y la inanición que imponen sus políticas
son como el dinero falso. Es inútil. Nuestra moral es alta y nos
negamos a doblegarnos. Arriesgamos nuestras vidas por nuestra casa y dignidad.
No nos rendiremos hasta que no icemos la bandera Palestina en nuestra tierra
ocupada. No nos arrodillaremos y no nos rendiremos. Nuestros mártires
son inocentes y nuestros heridos son luces que nos muestran la forma, la
manera de devolver la mezquita de Al-Aqsa, la Iglesia del Santo Sepulcro,
a Palestina.
El camino está lleno de espinas. Está lleno de sacrificios.
La luz del alba sólo sale después de una noche oscura. La
revolución sólo puede ocurrir a través del parto de
penas y el maíz no puede vivir a menos que se entierre en la tierra.
Su la muerte es su vida, su fertilidad es su resurrección.
El pueblo está luchando contra la opresión
y la tiranía
Los líderes del Mundo Árabe se les acercarán. Se
lo dicen en el nombre de Dios, en el nombre de todas las personas que fueron
asesinadas, en el nombre de los miles de los heridos, en el nombre de los
héroes. Les digo recordando el dolor y las lágrimas de los
niños huérfanos y de las viudas, les digo que ir hacia adelante
es la mejor manera de despertar a los pueblos árabes. No les decepcionen.
Son su trinchera. Ayúdenles a que levanten sus objetivos de vivir
libremente y con la dignidad y tomen decisiones firmes como:
Encontrar la unidad entre los hermanos árabes. La fuerza sólo
puede provenir de la solidaridad y unidad. (Dios nunca cambiará
a las personas a menos que ellos cambien).
Detener forma inmediata todas las actividades de normalización
de relaciones.
Apoyar el boicot a Israel. Para que su la conciencia este en paz ellos
mismos y para que la historia lo recuerde agradecidamente.
Envío mis saludos a todas los pueblos árabes que están
de pie en solidaridad con el pueblo palestino y la Intifada de Al-Aqsa,
y que se expresan con manifestaciones masivas. Estoy muy orgulloso de recordar
a los mártires de las piedras y de todo el pueblo palestino que lucha.
La gloria es para vosotros, nuestros estimados mártires. Descansen
en paz. Nosotros permaneceremos fieles en nuestro camino de llevar el estandarte
de la libertad que vosotros llevasteis antes.
No les decepcionaremos. Prometemos conseguir el objetivo que vosotros
marcasteis, llevar a Palestina, la mezquita de Al-Aqsa, la Iglesia del Santo
Sepulcro, a nuestra Jerusalén árabe y libre, la capital de
Palestina. Dios todo lo puede".
Elarion Cappuchi (obispo de Jerusalén en el exilio).
23 de Octubre de 2000
Postdata de la versión en inglés:
P.S.: There are some points that have
not been translated literary. But the basic meaning was kept to the best
of my knowledge.
Dr. Majed Nassar
Nota del traductor: La precipitada traducción al castellano
proviene de una versión inglesa realizada por el Dr. Majed Nassar
(Deputy director Union of Health Work Committees, Palestine). La urgencia
de los acontecimientos nos hace dar prioridad a la difusión. |