Palestina


Acto de conmemoración del I Aniversario de la Segunda Intifada en el Ateneo de Madrid el 3 de octubre de 2001
Convocado por el CSCA, la Asociación Hispano-Palestina 'Jerusalén', Izquierda Unida, la Asociación Haydée Santamaría y la Asociación Pablo de la Torriente Brau, el próximo miércoles (20:00 h en el Ateneo de Madrid, calle Prado 21) se celebra un acto de conmemoración de la Segunda Intifada transcurrido un año desde el inicio de la revuelta palestina. Se trata del primer acto que se celebra en Madrid relacionado con tan significativo aniversario y es una iniciativa de organizaciones y asociaciones que forman parte del campo progresista y solidario con la lucha del pueblo palestino. La presentación y moderación del acto corren a cargo de Ahmad Maaruf (vicepresidente 1º de la Asociación de la Comunidad
Hispano-Palestina 'Jerusalén') y cuenta asimismo con la participación de Pedro Martínez Montávez (catedrático de la UAM), Teresa Aranguren (periodista), Ángeles Maestro (secretaria federal de Solidaridad Internacional de Izquierda Unida), Isaías Barreñada (miembro del Consejo de Redacción de Nación Árabe) y Nabil Maaruf (delegado general de Palestina en España) .
Cartel de convocatoria

Palestina

Un año de la Segunda Intifada palestina

Comunicado del CSCA

Madrid, 30 de septiembre de 2001

"La Intifada es la única respuesta posible para expresar, con sacrificio pero con determinación, el rechazo popular palestino al orden impuesto en diez años de un proceso negociador que se ha burlado de las aspiraciones nacionales del pueblo palestino y que ha conculcado todos sus derechos legítimos"

EL 29 de septiembre se ha cumplido el primer aniversario de la segunda Intifada. Durante un año de levantamiento popular -con el que la población palestina ha materializado su rechazo tanto a la ocupación militar israelí como al balance del proceso negociador de Oslo- Israel ha respondido a las reivindicaciones palestinas mediante la represión militar brutal y la política de devastación contra los Territorios Ocupados (TTOO).

Más de 600 palestinos -al menos un 40% menores de edad- han caído víctimas de la represión del ejército o de la violencia de los colonos asentados en los TTOO y más de 15.600 han sufrido las secuelas de esa misma represión y violencia. A los ataques del ejército israelí contra la población civil palestina se ha de sumar la estrategia planificada por el gobierno Sharon del asesinato extrajudicial de relevantes figuras políticas palestinas que representan a la dirección de la Intifada. Brutalidad militar que se combina con una represión sostenida por el cerco y el bloqueo impenitentes, que han sumido los TTOO en la miseria desbordada, el empobrecimiento masivo y la devastación: las pérdidas económicas palestinas ascienden (sin calcular las del sector agrícola) a más 26 millones de dólares en una economía de subdesarrollo que ha forjado la dependencia exterior como modelo impuesto en los acuerdos económicos derivados de Oslo (Acuerdo de París, 1994). Paralelamente, los cierres han paralizado toda actividad social, política, y educativa (con el cierre de escuelas y universidades) y han colapsado los servicios sanitarios palestinos.

La dominación y la fuerza israelí ha permitido, asimismo durante este año de Intifada, mantener la política ilegal de creación y expansión de asentamientos mediante la confiscación ilegal de tierras y la destrucción de propiedades palestinas. Tras meses de asedio y ataques militares sin precedentes, en un acto cargado de prepotencia y provocación, Israel ocupaba militarmente el pasado mes de agosto la Casa Oriental en Jerusalén Este, símbolo y representación internacional de la palestinidad de la ciudad ocupada y referente para los palestinos de Jerusalén que viven bajo la ocupación. La Casa Oriental ha sufrido desde su ocupación, además, el requisamiento por parte israelí de toda la documentación que avalaba las propiedades históricas públicas y privadas palestinas en Jerusalén Oriental

El diseño territorial de Oslo

Desde el comienzo del levantamiento palestino, Israel se ha servido del diseño territorial creado por los acuerdos de Oslo para aplicar su política de represión combinada. Ha sido Oslo quien ha hecho de los TTOO un espacio "cantonalizado" y cercado por los puestos militares israelíes fruto del repliegue previsto en los Acuerdos, del mismo modo que ha sido Oslo quien ha hecho de los palestinos una población más intensa y sofisticadamente sometida a Israel. El proyecto sionista histórico -en el que confluyen el Likud y el Laborismo israelíes- se he reforzado al legitimar los Acuerdos de Oslo el control militar y la dependencia económica de los TTOO, al afirmar la separación territorial y la dependencia económica, al dejar sin contenido el concepto de soberanía para un Autoridad Palestina (AP) en cuyo limitado poder confluyen los intereses de elite dirigente y las pretensiones de supervivencia como interlocutor ante Israel y EEUU. Frente a todo ello, la Intifada es la única respuesta posible para expresar, con sacrificio pero con determinación, el rechazo popular palestino al orden impuesto en diez años de un proceso negociador que se ha burlado de las aspiraciones nacionales del pueblo palestino y que ha conculcado todos sus derechos legítimos.

Durante un año, asimismo, se ha materializado de nuevo la hegemonía de EEUU y su 'Nuevo Orden Regional' al reafirmar el respaldo incondicional a Israel y situar a la comunidad internacional, particularmente a Naciones Unidas, a la Unión Europea y a los regímenes árabes, en actores subsidiarios de la política norteamericana en la región. La reiterada petición palestina de situar observadores internacionales en los TTOO durante este año de Intifada ha sido negada sistemáticamente por unos y por otros. La única intervención posible, la de EEUU, ha seguido favoreciendo a Israel a través de la petición de aplicación del Informe Mitchell, cuyo contenido supone la aceptación por parte de la AP de las consignas israelíes referentes a la seguridad -desactivación interna de la Intifada y supervisión y control de la CIA en el interior de los TTOO y de las Áreas Autónoma (ÁA)- sin que a Israel se le exija el levantamiento incondicional del bloqueo y la paralización de la construcción de asentamientos. La pretendida visión israelí y norteamericana que hace de la resistencia palestina a la ocupación israelí y a la represión del ejército un elemento equivalente a la fuerza aplicada por los dispositivos militares sirve mediáticamente como base para reclamar a la AP un "alto el fuego" mientras se impone sistemáticamente la fuerza de las armas contra la población civil palestina.

Tras los sucesos del 11 de septiembre

Tras los atentados contra Nueva York y Washington del pasado 11 de septiembre, cabe pronosticar los peores augurios para Palestina. Al igual que ocurriera en 1991, en la fase previa a la intervención multinacional contra Iraq, y tras meses de abandono por parte de la Administración Bush de la cuestión palestino-israelí, EEUU ha vuelto a recomendar a Israel la necesidad de que adopte un perfil bajo en la coalición internacional que se prepara para intervenir, esta vez, en Afganistán. No por ello, Israel ha dejado de actuar en el terreno de los TTOO: en los dos días siguientes al atentado, más de 20 palestinos fueron asesinados dejando constancia de las manos libres de que goza Israel para "contener" la Intifada en un momento de crisis internacional.

La identificación entre los ataques de EEUU y las acciones armadas palestinas contra la ocupación impúdicamente reseñadas como "terrorismo islámico" está siendo aprovechada por Israel para extremar la represión de la Intifada. Beneficiario privilegiado de la situación, el gobierno de coalición israelí puede ahora radicalizar la alternativa militar de contención de la Intifada al tiempo que fuerza, con la intervención directa y el respaldo de la Administración Bush, un nuevo marco futuro de resolución del conflicto que le permita redefinir, nuevamente, en términos de dominación militar y económica y garantizando su proyecto sionista, la resolución del problema palestino.

La debilidad extrema de la AP presagia el acatamiento de los designios de Israel o la aniquilación física de su estructura política dentro de los TTOO y las ÁA. Por ello, el alineamiento de la AP con EEUU en esta crisis, al igual que el de los regímenes árabes vecinos, viene a acentuar la estrategia de la supervivencia política asumida por todos ellos desde que EEUU impusiera el proyecto hegemónico del 'Nuevo Orden' tras la intervención contra Iraq en 1991. Ello se hace sin consideración del aumento de la deslegitimación popular interna que afrontan dichos regímenes, intensificada tras un año de Intifada y sin evaluar el coste que seguirá teniendo, en términos de represión y miseria para la población palestina y para los pueblos árabes.

¡Todo nuestro apoyo para el pueblo palestino !

Madrid, 30 de septiembre de 2001

Comité de Solidaridad con la Causa Árabe