1991-2002: once años
de guerra y sanciones contra el pueblo iraquí: comunicado
del CSCA en el aniversario del inicio de la Guerra del Golfo
de 1991
Comité de Solidaridad con la Causa Árabe
CSCAweb (www.nodo50.org/csca). Madrid, 17
de enero, 2002
El 17 de enero de 2002
se cumplen once años de la intervención multinacional
contra Iraq de 1991. La agresión contra Iraq fue el primer
episodio de la aplicación del denominado "Nuevo Orden
Mundial", que hoy, tras el 11 de septiembre, adopta la denominación
de "guerra global contra el terrorismo", una escalada
en la ofensiva planetaria del imperialismo contra los pueblos.
Este año 2002 será determinante en la estrategia
norteamericana contra Iraq: la Administración Bush está
intentando convencer a sus aliados de la necesidad de lanzar
un asalto final contra Iraq que conduzca a un cambio interno
de régimen.
El 17 de enero de 2002 se cumplen once años de la intervención
multinacional contra Iraq de 1991, una guerra de devastación
que se prolongaría hasta el 28 de febrero. Durante los
más de 40 días que duró la campaña
aérea de bombardeos y lanzamiento de misiles desde buques,
EEUU y sus aliados arrasaron intencionadamente la infraestructura
civil del país, ocasionando a Iraq daños evaluados
por Naciones Unidas (NNUU) en más de 22 mil millones de
dólares.
En el siniestro legado de la guerra hay que recordar las 300
toneladas de residuos de uranio empobrecido que aún permanecen
en el país, causantes del denominado 'Síndrome
de la Guerra del Golfo' en los veteranos norteamericanos y europeos,
y de la multiplicación de las tasas de leucemia infantil,
malformaciones congénitas y otras enfermedades entre la
población iraquí, especialmente en la zona sur
del país, tal y como ha podido comprobar la nueva delegación
de miembros de organizaciones e instituciones del Estado español
que ha visitado Iraq los pasados días 2 al 10.
La agresión contra Iraq fue el primer episodio de la
aplicación del denominado "Nuevo Orden Mundial",
que no es nada más que el ejercicio sin límite
alguno de la hegemonía militar, política y económica
estadounidense, y que hoy, tras los sucesos del 11 de septiembre,
adopta la nueva denominación de "guerra global contra
el terrorismo", una escalada en la ofensiva planetaria del
imperialismo contra los pueblos. EEUU no duda en desencadenar
toda la devastación de su poderío militar para
imponer sus proyectos políticos y, con éstos, su
dominación económica, que hoy denominamos globalización.
Las imposiciones neoliberales de los organismos financieros internacionales
(el Banco Mundial y el FMI) y la expansión capitalista
de los grandes consorcios se sustentan en este ejercicio de violencia
que pretende justificarse cínicamente como humanitario
o defensor del Derecho Internacional.
Si la excusa para desencadenar la denominada Guerra del Golfo
fue liberar el emirato de Kuwait de la ocupación iraquí
-después de que EEUU desbaratara cualquier arreglo diplomático-
el objetivo de la guerra, al igual que el de as sanciones económicas
previamente aprobadas en agosto de 1990, es y sigue siendo desestructurar
estratégicamente a Iraq como potencia regional y, con
ello, al conjunto del Oriente Medio árabe.
Tras la Guerra del Golfo, EEUU ha tratado de imponer en Oriente
Medio su Pax Americana, es decir, garantizar el control
de sus reservas petrolíferas y preservar la superioridad
estratégica de Israel y la supervivencia de los regímenes
árabes aliados: la intervención contra Iraq fue
la premisa obligada de la puesta en marcha del "proceso
de paz" árabe-israelí, que no es nada más
que la careta de un proceso de normalización con
el que se pretende insertar a Israel económicamente en
la región árabe y a ésta en la economía
globalizada.
Más de una década después, EEUU sigue
imponiendo a Iraq un embargo genocida (más de un millón
y medio de civiles han muerto a causa de las sanciones) y atacando
diariamente a su población, en la que ya es la más
prolongada campaña aérea desde la Guerra de Vietnam.
Las medidas puestas en marcha por el Consejo de Seguridad para
aliviar la crisis humanitaria que vive Iraq -el denominado programa
"petróleo por alimentos"- no han resultado eficaces,
como lo confirman las dimisiones sucesivas de los coordinadores
del programa Dennis J. Halliday y Hans von Sponeck en 1998 y
2000, respectivamente. Además, EEUU y Gran Bretaña
siguen obstaculizando en el seno del Comité de Sanciones
la aplicación del programa humanitario para Iraq, al bloquear
intencionadamente contratos en sectores que son estratégicos
para la normalización de la vida cotidiana en Iraq -como
el eléctrico, el de los transportes o el petrolífero-
por considerarlos de "doble uso", civil y militar:
Al inicio del año, responsables de Naciones Unidas informaban
que la cantidad de dinero bloqueada en contratos pendientes de
aprobación había alcanzado un máximo de
casi 5 mil millones de dólares.
Este año 2002 será determinante en la estrategia
norteamericana contra Iraq. En el contexto de la "guerra
global contra el terrorismo", la Administración Bush
está intentando convencer a sus aliados regionales y europeos
de la necesidad de lanzar un asalto final contra Iraq que conduzca
a un cambio interno de régimen, pese haber fracasado en
intentar involucrar a Iraq en los atentados del 11 de septiembre.
Al tiempo, mientras prepara a la opinión pública
mundial para atacar a Iraq, alienta y financia a la oposición
y acumula tropas en la región, la Administración
Bush pretende endurecer el sistema de sanciones contra Iraq -las
llamadas "sanciones inteligentes"-, forzando en el
Consejo de Seguridad una nueva resolución el próximo
mes de mayo, cuando finaliza la actual fase semestral del programa
"petróleo por alimentos".
Por medio de la guerra abierta o utilizando, si lo precisa,
el Consejo de Seguridad para endurecer y eternizar el embargo,
EEUU está decidido a someter a Iraq. Desde la plena solidaridad
con el pueblo iraquí, reclamamos la movilización
internacional para el logro de una solución negociada
y definitiva al drama que desde 1990 padece Iraq, al tiempo que
la condena y el fin de la política genocida de EEUU contra
este pueblo.
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