Israel lleva a cabo una descarnada
ofensiva militar en Gaza mientras el Tribunal Internacional de
La Haya concluye hoy su dictamen sobre el "Muro del Apartheid"
CSCAweb (www.nodo50.org/csca),
9 de julio de 2004
Nota informativa CSCAweb, 9 de julio de 2004
Frente a
un proyecto permanentemente actualizado de aniquilación
sistemática de todo un pueblo y de su sociedad en su propia
tierra que se quiere "judaizada", ¿cómo
seguir evocando la paz sin atributos en los medios de
la solidaridad internacional con Palestina cuando precisamente
ha sido la instrumentalización de su discurso y su falsa
aplicación interesada lo que ha llevado a la debilidad
máxima del movimiento nacional palestino y al fortalecimiento
del proyecto sionista en Palestina?
"Podríamos
aniquilar Beit Hanun y el resto de Gaza en pocas horas. Tenemos
la fuerza para hacerlo"
(Ze'ev
Boim, viceministro de Defensa de Israel,
Radio del Ejército israelí, 28 de junio de 2004)
El Tribunal Internacional de
La Haya emitirá hoy su fallo sobre el muro físico
de separación [1] que Israel está poniendo
en pie en Palestina, como si hiciera falta obtener ningún
dictamen de ninguna instancia para legitimar la oposición
palestina e internacional a este nuevo proyecto racista del sionismo,
o como si Israel fuese a paralizar su construcción de
emitir el Tribunal un fallo negativo sobre su construcción.
Paralelamente, el feje de la Agencia Internacional de la Energía
Atómica, Muhammad al-Baradai recibía ayer, la arrogante
negativa de Sharon a discutir en ningún término
la capacidad nuclear del Estado de Israel (la quinta potencia
nuclear del mundo). Y mientras tanto, el ejército de ocupación
israelí está llevando acabo sin apenas repercusión
en los ámbitos políticos y mediáticos y
desde el pasado 24 de junio una nueva y descarnada ofensiva militar
en la totalidad de la Franja de Gaza y en buena parte de las
ciudades de Cisjordania contra la resistencia y contra el pueblo
palestino.
En la ciudad de Bait Hanun,
al norte de la Franja de Gaza, solo en las primeras horas de
la madrugada de ayer, jueves, 8 de junio la ofensiva israelí
había causado ya las primeras siete víctimas mortales
palestinas del día, incluida una mujer [2]. Con
ellas, el total de muertes palestinas en esta ciudad desde el
principio de la ofensiva asciende a 13, incluidos tres niños.
Además, solo en la madrugada del mismo día decenas
de palestinos fueron heridos de diversa consideración
como consecuencia de los ataques armados de unidades del ejército
de ocupación y al menos 1400 dunums de tierra agrícola
fueron devastados. Igualmente, 30 casas palestinas fueron intencionadamente
destruidas totalmente y otras 10 severamente dañadas por
los buldózeres israelíes en el campamento de refugiados
de Jan Yunis, al sur de la Franja. En la operación, las
balas israelíes hirieron a otros cuatro palestinos, entre
ellos un niño.
Ofensiva
contra Beit Hanun
A la 1.30 de la madrugada,
del 8 de junio una unidad de infantería israelí
desplegada junto a otros efectivos israelíes en la ciudad
de Beit Hanun al norte de Gaza se dirigió hacia la vivienda
de Nahed Abdul Rahman Abu Uda, de 44 años, quien fue abatido
por disparos israelíes reteniendo los soldados su cadáver
en una ambulancia sin permitir su salida de la ciudad. Pocas
horas después, otros cuatro palestinos fueron atacados
por otra unidad de infantería tras desplegarse ésta
en el único punto de acceso y salida dejado a los habitantes
de la ciudad en las últimas semanas. Las tropas cercaron
varias viviendas y después de varias horas abrieron fuego
contra un grupo de cuatro palestinos que eran miembros de la
organización palestina Fatah. Uno consiguió escapar,
los otros tres fueron asesinados (Naser al-Din Mohammed Abu Harbid,
de 38 años; Zaher Raj Abu Harbid, de 31, y Na'im Mubah
al-Kafarna, de 41). Ul palestino que trató de asistir
a las víctimas, Yousef Ahmed Musa al-Za'nin, de 52 años,
fue inmediatamente disparado en la cabeza por los efectivos israelíes
e igualmente asesinado. Una hora más tarde, un grupo de
combatientes de la resistencia palestina mantuvo un enfrentamiento
directo con las tropas de ocupación. Hamed Ahmed Abdul
Asis Abu Uda, de 24 años murió en los enfrentamientos.
En otra acción, y en
el curso de un intenso bombardeo llevado a cabo por el ejército
israelí en la ciudad, Wafa, de 13 años resultó
gravemente herida. Su madre, Yamila Abdul Hadi Hamad, de 44 años
fue directamente asesinada por el impacto de varias balas en
su cuerpo en las proximidades de su casa. Con ella son ya 3.172
las bajas mortales palestinas desde que comenzase la Intifada
en 2000 y con ella la represión brutal del ejército
israelí.
En Cisjordania, las incursiones
del ejército sionista apoyados por carros de combate y
helicópteros de combate se han extendido con bombardeos
nuevamente en Yenín (30 tanques), Nablus (15 vehículos
militares) y Qalqilia (otros 15).
Antes estos hechos, cotidianamente
repetidos por los informes de las organizaciones palestinas desde
hace más de tres años, cabe preguntarse qué
validez cabe esperar de un dictamen que una institución
judicial internacional como La Haya pueda hacer al respecto de
la legalidad del muro de la separación en Cisjordania
e igualmente qué eficacia pueda tener para movilizar a
la comunidad internacional contra Israel. El muro, plasmación
física y atroz de la colonización sionista en Palestina,
de la desestructuración de su sociedad y de la aniquilación
progresiva de su pueblo, no es sino una faceta más de
las tácticas multifacéticas de las que se sirve
la planificación sionista para consolidar su proyecto
de dominación en Palestina con el consentimiento implícito
internacional (caso de la UE y de NNUU) o explícito (de
EEUU). El secretario general de NNUU Kofi Annan expresaba en
términos palmarios las limitaciones y la falta de compromiso
por parte de esa comunidad internacional para frenar a Israel:
"[...] Naciones Unidas
no puede hacer nada para ayudar a los palestinos. No tengo un
ejército. No puedo aplicar las resoluciones de Naciones
Unidas en lo que respecta a Israel. Emitimos declaraciones de
condena pero no podemos ir mucho más allá de eso"
[3].
Estas declaraciones expresan
la capacidad y el compromiso de la comunidad internacional para
intervenir en Palestina: nulos. Dando la espalda a la realidad
trágica que asola al pueblo palestino y a su mantenida
lucha nacional, la comunidad internacional oficial sigue reiterativa
y parsimoniosamente convocando al referente de la Hoja de Ruta.
Una iniciativa que nació muerta pues no fue sino el fruto
de una nueva venta fraudulenta diplomática y mediática
que la Administración Bush e Israel vendieron a NNUU,
a Rusia, y a la UE y que éstos compraron gustosamente,
al igual que los regímenes árabes, para lavar la
cara, unos y otros, de su inacción mientras EEUU ultimaba
la máxima aspiración de su política exterior
en Oriente Medio -doblegar a Iraq por la fuerza militar y la
ocupación- e Israel aprovechaba la coyuntura para provocar
la ofensiva definitiva que sigue aplicando contra Palestina.
La propaganda política
y mediática sobre Palestina sigue poniendo el acento en
lo que conviene al sionismo y a Israel: en la "seguridad"
israelí y en el "terrorismo" palestino. La realidad
sobre el terreno ha dejado claro hace muchos años ya que
los términos están interesadamente invertidos y
que es la in-seguridad de Palestina y de lo palestino -tierra,
pueblo y proyecto nacional- lo que está en juego por el
terrorismo de Estado que ejerce impunemente el sionismo israelí.
Esta percepción es común en la mayoría del
pueblo palestino tanto del interior como de la diáspora,
e igualmente en amplios sectores de las sociedades árabes.
Frente a un proyecto permanentemente actualizado de aniquilación
sistemática de todo un pueblo y de su sociedad en su propia
tierra que se quiere judaizada, ¿qué cabe
esperar que hagan los palestinos cuando además su clase
dirigente ha quedado agazapada entre el dictado estadounidense
e israelí y la traición a las reivindicaciones
históricas palestinas?, ¿cómo seguir evocando
la paz sin atributos en los medios de la solidaridad internacional
con Palestina cuando precisamente ha sido la instrumentalización
de su discurso y su aplicación interesada lo que ha llevado
a la debilidad máxima y a la fragmentación del
movimiento nacional palestino y al fortalecimiento del proyecto
sionista en Palestina? ¿Con qué argumentos políticos
y con qué autoridad moral se puede seguir reclamando entonces
a la población palestina y a su resistencia armada que
afronten el combate de su desposesión y aniquilamiento
frente a la maquinaria sionista por medios "pacíficos"?,
¿Qué interés puede tener para el pueblo
palestino que el Tribunal de La Haya falle en contra del muro
cuando su dictamen no tendrá ningún efecto palpable
para la vida cotidiana palestina?

Notas:
1. Véase
en CSCAweb: ¿Qué
significa el Muro del Apartheid?: comunicado del CSCA como motivo
del 'Día Internacional contra el Muro del Apartheid' | Ibrahim
Alloush: 'El Muro de la separación: ¿racismo u
ocupación?' y enlaces relacionados
2. "Seven Palestinians killed in Beit Hanoun and 40 houses
destroyed in Khan Yunis". Palestinian Center for Human Rights
Report 106/2004, 8 de Julio de 2004.
3. Kofi Annan en declaraciones al periódico árabe
al-Hayat, citado en al-Jazeera, 29 de junio de
2004.
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