Israel tras Arafat:
Crisis y pobreza en crecimiento
Maxim Ghilan*
The
Palestine Center. Jerusalem Fund
Traducido para CSCAweb por Natalia Litvina
CSCAweb, 22 de diciembre de 2004
En el Israel
de hoy dia, dividido política, económica y socialmente,
el líder palestino Yasser Arafat resultaba un factor unificador.
Constituía una figura central a la que los israelíes
gustaban de odiar; la plasmación de la tensión
que experimentan cotidianamente. Sin embargo, lo que los israelíes
no comprendían -según Maxim Ghilan, fundador de
la Unión Judía Internacional para la Paz- es que
la ocupación israelí del territorio palestino y
la crisis creciente en lo económico, social y político
de Israel son un todo.
Ghilan analizó el impacto
de la muerte de Arafat en la sociedad israelí en la conferencia
mantenida el pasado 3 de diciembre en el Centro Palestino de
Washington. "A nivel subconsciente, la muerte de Arafat
ha supuesto profundos cambios en Israel", afirmó
Ghilan. Su muerte ha "acentuado" la crisis existente
en Israel.
Para los isralíes, la
muerte de Arafat ha ocurrido en muy mal momento. Su principal
preocupación concierne al rumbo que toma la sociedad israelí.
Bajo el actual gobierno del Likud y del Primer Ministro Ariel
Sharon y el Ministro de Economía Benjamin Netanyahu, los
principales beneficiarios del presupuesto estatal son los asentamientos
judíos y el Ejército.
Como resultado de ello, la
población israelí sufre. Según Ghilan, el
60% de los menores en Israel viven bajo el umbral de la pobreza
y el 45% de ellos pasan hambre. La falta de alimento entre los
niños israelíes es tal, que en algunas ciudades
como Ashdod se les ve "lamer envoltorios de McMonalds"
para sentir el sabor de la carne.
Ghilan describió las
políticas sociales del Likud como una "experiencia
piloto" de lo que la administración Bush espera hacer
en los EEUU: una sociedad completamente "desocializada"
falta de todo servicio de bienestar. A las madres solteras se
les niega toda ayuda estatal si su sueldo mensual supera los
555 dólares. Los enfermos y ancianos son expulsados de
las residencias si no pueden pagarlas, siendo enviador a morir
a sus hogares. Se ha prohibido el alquiler de servicios económicos
de cuidado doméstico. Los comedores populares se han extendido.
Los comedores gestionados por judios ortodoxos funcionan a manera
de centros de captación ; es el mismo método empleado
por la organización islamista Hamás, que recluta
a sus militantes a través del trabajo social. El nivel
de pobreza entre los soldados es muy elevado. A los soldados
sin rango, inmigrantes de la antigua Unión Soviética
y del norte de África, se les permite trabajar en el sector
civil para poder mantener a sus familias.
Las políticas "represivas"
del Likud le han creado a Sharon una crisis política,
quien está perdiendo el apoyo dentro de su propio partido.
Al mismo tiempo, miembros del Likud se oponen al plan de Sharon
de desalojar a los colonos de la Franja de Gaza. Ghilan calificó
de "lucha entre idiotas" al enfrentamiento de posturas
internas en el Likud respecto del plan de retirada de Gaza, posturas
que no entienden que el objetivo real de Sharon para Gaza es
el bloqueo continuado en base al despliegue permanente de tropas,
y con el pretexto de la retirada de los colonos de la Franja,
anexionar areas concretas en Cisjordania.
El plan de Sharon ha cosechado
algunos apoyos entre sus rivales del Partido Laborista. En un
intento por permanecer en el poder, podría proponerles
formar coalición. Sin embargo, las políticas sociales
del Likud significarían un grave escollo para este eobjetivo.
Gran parte del apoyo que recibe el partido Laborista viene de
las capas mas desfavorecidas de la sociedad, y la unión
con un gobierno cuya política social resulta negativa
para los pobres podría tener un coste electoral. No obstante,
las ambiciones personales de algunos líderes laboristas
y el deseo de otros por terminar con cuatro años de levantamiento
palestino podrían abrir una brecha en el partido durante
el debate en torno a la posible coalición.
Para empeorar las cosas, existe
una división psicológica y cultural entre los israelíes
que se oponen a la ocupación y entre los que aspiran a
la justicia social. Los israelís, según Ghilan,
no son conscientes de que la paz no puede ser alcanzada si la
gente pasa hambre. La gente seguirá viviendo en la pobreza
tanto tiempo como el dinero se destine al ejército y los
asentamientos de la ocupación. La mayoría de los
pacifistas israelíes son de clase media-alta, y su contacto
con la pobreza es mínimo. Para ilustrar este hecho, Ghilan
citó al antiguo jefe de la inteligencia israelí
Ami Ayalon quien junto al académico palestino Sari Nusseibeh
esbozó una "visión para la paz". Ayalón,
dijo Ghilan, "es un millonario que tiene muy poco contacto
con los pobres".
La actual escena política
israelí está dominada por el miedo. A los pobres
les preocupa que Netanyahu, quien intenta detraer poder de Sharon,
se convierta en Primer Ministro. Aún así, votan
por el Likud porque Sharón es el único lider carismático
en estos momentos. Mientras tanto, el antiguo jefe de equipo
del Likud, Shaul Mofaz, un judío iraní, espera
el momento adecuado para desafiar a Netanyahu y mas tarde a Sharon.
La muerte de Arafat ha desestabilizado
aún mas a la sociedad israelí. Los israelíes
han de bregar ahora con su crisis interna paralelamente a la
crisis de liderazgo de la sociedad palestina, una sociedad que
ha sido desestabilizada durante mucho tiempo por la ocupación.
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