Excarcelados iraquíes
denuncian hacinamiento y torturas en los campos de detención
de las fuerzas de ocupación, y un cifra superior a 10.000
prisioneros
Mohamed Abu Nasr*
CSCAweb
(www.nodo50.org/csca), 6 de febrero de 2004
'Free Arab Voice'/'al-Arab al-Yaum', 27 de enero de 2004
Traducción: Paloma Valverde, CSCAweb
"Los
iraquíes detenidos por las fuerzas de ocupación
estadounidenses están siendo objeto de brutales torturas,
tanto física como psicológica, en los cinco principales
campos de detención del país, especialmente los
de Abu Ghraib, al oeste de Bagdad, y Umm Qasr, cerca de Basora.
Los excarcelados afirman que el número de detenidos excede
los 10.000 y que la puesta en libertad de algunos de ellos, a
principios de enero, se produjo como consecuencia de la masificación,
tanto en las prisiones como en los campos de concentración,
además de por el hecho de que las detenciones habían
sido llevadas a cabo de forma arbitraria. Al manos ha habido
un revuelta en el centro de Abu Ghraib. La cifra de detenidos superaría
los 10.000"
De acuerdo con informaciones
proporcionadas por Ahmad Sabri y publicadas en la edición
del martes, 27 de enero de 2004 del periódico jordano
al-Arab al-Yawm, los iraquíes detenidos por las
fuerzas de ocupación estadounidenses han sido objeto de
las más brutales formas de tortura, tanto física
como psicológica en los cinco principales campos de detención
del país, especialmente los de Abu Ghraib, al oeste de
Bagdad, y Umm Qasr, cerca de Basora, en el sur.
Los primeros excarcelados han
ofrecido su testimonio al periódico al-Arab al-Yawm
sobre las prácticas inhumanas llevadas a cabo por las
autoridades de ocupación, afirmando que el número
de los encarcelados excede los 10.000 y que la puesta en libertad
de algunos de ellos, a principios de enero [1], se produjo
como consecuencia de la masificación, tanto en las prisiones
como en los campos de concentración, además de
por el hecho de que las detenciones habían sido llevadas
a cabo de forma arbitraria y sin que se realizara acusación
formal alguna contra los detenidos. De hecho, la mayor parte
eran civiles a quienes se detuvo por sospechas, algo consustancial
a cada iraquí a los ojos de las fuerzas de ocupación.
En sus testimonios, los liberados
han manifestado haber visto a un número de ex altos dirigentes
iraquíes detenidos, esposados y encerrados en celdas de
castigo sin ningún tipo de consideración por su
estado de salud o, en muchos de los casos, por las condiciones
de confinamiento.
Recuperamos a continuación
la información de Ahmad Sabri, corresponsal en Bagdad
de al-Arab al-Yawm y publicada en ese periódico
en la edición del martes 27 de enero de 2004.
Uso de la
tortura y celdas de aislamiento
El prisionero 'Ali Mahmud,
que pasó cinco meses en cinco campos de prisioneros en
distintas partes de Iraq antes de ser encarcelado en Abu Ghraib,
ha declarado que la acusación contra él no estaba
basada en ningún hecho sino en meras calumnias. Es más,
la forma de la detención fue ultrajante: "[...] Asaltaron
mi casa, en el distrito de al-Karakhbien, ya entrada la noche,
rompiendo de forma provocativa las cosas de la casa. Robaron
5 millones de dinares en mi casa y detuvieron a tres de mis hijos".
Mahmud afirmó que quienes le interrogaron utilizaron la
tortura psicológica contra él durante las largas
horas que duraron las sesiones del interrogatorio en las que
le tuvieron esposado y atado con cadenas. Mahmud, conocido como
'Ali Mama, no ha dicho que hubiera sido golpeado pero ha declarado
que algunos de los investigadores utilizaron amenazas e intimidaciones
respecto a lo que le podría ocurrir si no confesaba su
conexión con Sadam [Husein] y con el llamado Ejército
de Mohammad, [una organización de la resistencia,]
conexiones que él negó. Por el hecho de haber negado
cualquier conexión con la resistencia, Mahmud afirmó
que le desnudaron y le encerraron en una celda de aislamiento.
Mahmud describió cómo
durante su estancia en la cárcel estuvo sometido a una
forma muy dura de castigo en la que los carceleros vertían
agua sobre su cuerpo desnudo haciendo que enfermara. "[...]
Sufrí una terrible infección intestinal y rachas
de desmayos por lo que ahora me está tratando un médico",
ha indicado.
Mahmud describe la comida como
pobre, afirmando que era insuficiente para los presos.
Cuenta que un contratista iraquí preparaba la comida,
de la que afirmó estar en malas condiciones. 'Ali Mahmud
ha declarado que en numerosas ocasiones durante el tiempo en
que estuvo encarcelado, el campo de Abu Ghraib fue objeto de
ataques con fuego de mortero que dejaron decenas de prisioneros
muertos y bajas entre [el destacamento de la prisión de]
soldados estadounidenses. Explicó que las tiendas de campaña
plantadas en la basura eran el hogar de la mayoría
de los detenidos de los campos de prisioneros de Ridwaniyah,
Abu al-Khasib, al-Baghdadi y zonas del de Abu Ghraib.
Mahmud calculó que el
número de detenidos iraquíes que pasan más
de cinco meses detenidos en los campos de prisioneros supera
la cifra de 10.000. Afirmó que la razón para la
puesta en libertad de los detenidos es que las cárceles
estaban sobresaturadas y tenían serios problemas de hacinamiento.
Preguntado si había visto a altos cargos iraquíes
durante el tiempo en que estuvo encerrado, respondió:
"Sí, vi responsables iraquíes. Estaban en
condiciones lamentables. Nadie les atendía, les trataban
mal. Entre ellos se encontraba Sa'adun Hammadi, presidente de
la Asamblea Nacional Iraquí [parlamento iraquí];
el ministro de Comercio, Muhammad Mahdi Salih, y Samir an-Najm,
así como altos oficiales del ejército iraquí".
Mahmud señaló que las fuerzas de ocupación
estadounidenses no le habían permitido ponerse en contacto
con su familia ni tampoco le habían dejado mandar cartas
o recibir ninguna visita de los altos cargos o de miembros de
la Cruz Roja.
Hacinamiento
y revuelta en Abu Ghraib
Otro prisionero puesto en libertad
en el primer grupo libertado pocas semanas atrás, era
de la ciudad de Faluya: "[...] Me encontré con Hamed
'Abdallah delante del campo de prisioneros de Abu Ghraib. Me
dijo que la acusación contra mí era por posesión
ilegal de armas y por haber ayudado a la resistencia. Negué
esto completamente. Expliqué que era estudiante de último
curso de carrera y que el asalto de las fuerzas estadounidenses
a mi casa fue una absoluta sorpresa.". "[...] Me llevaron
a la prisión de Abu Ghraib," explicó Hamed
'Abdallah, "donde pasé la mayor parte de los tres
meses que estuve encerrado".
Hamed 'Abdallah denunció
que las condiciones de la prisión eran malas, lo
que le acarreó la rotura de un brazo y serios dolores
en la columna vertebral, resultado de lo que él manifestó
ser una "durísima tortura" que se las arregló
para poder soportar.
Afirma que a los detenidos
de Faluya se les trata de forma especialmente dura y brutal porque
en esa ciudad las fuerzas de ocupación estadounidenses
están sometidos a los ataques de la resistencia prácticamente
a diario. Esto deja una impresión negativa de todos los
detenidos de Faluya, cuyo número en los campos de prisioneros
estadounidenses calculó en centenares.
Hamed 'Abdallah ha declarado
que las fuerzas estadounidenses habían instalado cámaras
por todo el campo de prisioneros para observar a los detenidos
y controlar sus movimientos y conversaciones, a resultas de lo
cual docenas de presos fueron incomunicados y torturados para
evitar que se comunicaran entre ellos.
Un dirigente religioso de la
ciudad de Mosul, Ghanim Dhannun, describió el trato que
había recibido de los policías estadounidenses
que le interrogaron como "duro e inhumano". Afirmó
"[...] no tienen respeto a los religiosos, ni los estudiosos
de la religión, ni a las personas de edad". Ghanim
Dhannun dijo que la mayor parte del tiempo que había estado
encarcelado lo había pasado en el puerto de Umm Qasr en
la ciudad de Basora, y afirmó que estuvo sometido a humillaciones
y a sesiones de interrogatorios tan largas que ninguna persona
podría soportarlas.
Respecto a las acusaciones
contra él, Ghanim Dhannun dijo que la mayoría de
los detenidos estaban acusados de cooperar con la resistencia
iraquí. Afirmó, sin embargo, que él no estaba
colaborando con la resistencia y que no tenía relación
con ninguno de los ataques contra las fuerzas de ocupación
estadounidenses. Declaró haber visto decenas de altos
cargos iraquíes atados con cadenas de hierro y encerrados
en celdas de aislamiento, pero declinó nombrar a ninguno
de ellos.
Terminó diciendo que
la práctica estadounidenses de poner en libertad a contingentes
de detenidos tras jurar que no están en contra de la ocupación
y tras haber recibido la confirmación de alguna persona
respetable de su lugar de residencia de que se hacen responsables
de ellos, crea un precedente muy peligroso que no está
justificado por la ley ni por los principios que rigen los derechos
humanos.
Haytham 'Abdallah, un estudiante
que estuvo meses en el campo de prisioneros de Abu Ghraib, describió
las condiciones de su encarcelamiento y las de otros detenidos
en el campo como "trágicas, insoportables y violando
todos los principios humanitarios", y narra:
"[...] Mi caso, básicamente,
es que estaba paseado causalmente por una calle concreta en el
barrio de al-Jihad en Bagdad al mismo tiempo que una unidad estadounidense
sufrió un ataque. De repente me encontré rodeado
de soldados. Me preguntaron '¿Dónde está
el resto del grupo?' A pesar de mis negativas y de pedir ayuda,
tras vendarme los ojos me metieron en una celda y me ataron las
manos".
Dijo que le habían golpeado
y dado patadas, y que le negaron el agua y la comida durante
dos días consecutivos. Describió los enfrentamientos
que tuvieron lugar entre los detenidos del campo de prisioneros
de Abu Ghraib y los guardias: "[...] Estallaron debido al
maltrato y porque las autoridades de la prisión no permiten
ningún contacto entre los detenidos y sus familias. Además,
estaba el factor de las condiciones de la cárcel: la comida,
el lugar y los malos tratos". Haytham 'Abdallah afirmó
que las autoridades de la prisión reaccionaron muy duramente
contra los que protestaron. Primero dispararon al aire y después
hirieron a muchos de ellos. Pensó que seguramente un número
de los heridos habría muerto después a consecuencia
de sus heridas.

Nota de
CSCAweb:
1. Véase
en CSCAweb: Muhamad
Abu Nasr: El testimonio de los excarcelados iraquíes de
Abu Ghraib confirma el carácter arbitrario de las detenciones,
la indefensión jurídica y la práctica de
las torturas
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