Paremos la guerra contra Iraq


El Centro para los Derechos Sociales y Económicos (CESR. Nueva York) es una organización independiente dedicada a promover la justicia social a través de los derechos humanos. El equipo directivo de CESR ha enviado seis misiones humanitarias a Iraq, incluido un equipo de la Universidad de Harvard en marzo y agosto de 1991. En 1996 fue la primera organización independiente de EEUU que documentó desde Iraq las violaciones de los derechos humanos -sociales y económicos- causadas por las sanciones del CS de NNUU a la población iraquí. El CESR ha participado en distintas actividades en el Estado español organizadas por el CSCA. El informe completo "Special Report: Water under Siege in Iraq: US ­ UK Military Forces Risk Commiting War Crimes by Depriving Civilians of Safe Water" está disponible en ingles en formato PDF en: www.cesr.org

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Con Iraq


Informe del CESR

Crisis de agua en el sur de Iraq

9 de abril de 2003. Center for Economic and Social Rights
Traducción de Beatriz Morales. CSCAweb (www.nodo50.org/csca)

"Si se suprime el suministro eléctrico durante largos periodos, toda la estructura básica de la vida civil iraquí -salud pública, agua, condiciones sanitarias y distribución de alimentos- se colapsará, con devastadoras consecuencias para la población civil. (...)El personal político y militar de todas las partes en conflicto que dé o ejecute órdenes ilegales está sujeto a acusación de Crímenes de Guerra".

Presentación

Si los iraquíes "acaban con vidas inocentes, si destruyen infraestructuras, serán acusados de Crímenes de Guerra"
(Presidente George W. Bush, 25 de febrero de 2003)

En los centros urbanos del sur y del centro de Iraq, millones de civiles se están enfrentado a enfermedades y a una posible muerte por no poder acceder al agua como consecuencia de la invasión británico-estadounidense.

Un nuevo informe del Centro para los Derechos Económicos y Sociales (CESR), "Crisis de agua en el sur de Iraq: las fuerzas militares de EEUU y Gran Bretaña se exponen a cometer Crímenes de Guerra si deniegan a la población civil iraquí el derecho al agua potable" aborda la posibilidad de que EEUU y Gran Bretaña puedan estar cometiendo Crímenes de Guerra al privar a la población civil iraquí de agua en buenas condiciones.

Según UNICEF, cien mil niños de Basora están ya amenazados de sufrir graves enfermedades debido a la inutilización de la planta de tratamiento de aguas. A medida que el ejército estadounidense avanza hacia Bagdad, la ciudad de cinco millones ha perdido suministro eléctrico y su población se enfrenta también a una crítica situación sanitaria debido a enfermedades transmitidas por el agua.

El Derecho Internacional es muy claro a este respecto: privar a la población de los recursos para sobrevivir es un Crimen de Guerra. Al tiempo que el presidente Bush ha advertido a los iraquíes de que no cometan dichos crímenes, los propios ejércitos estadounidense y británico a las puertas de Bagdad corren el riesgo de cometer Crímenes de Guerra contra una población la mitad de la cual está formada por niños.

En solidaridad,
Roger Normand
Centro para los Derechos Sociales y Económicos (CESR, Nueva York)


Extracto del Informe "Crisis de agua en el sur de Iraq: las fuerzas militares de EEUU y Gran Bretaña se exponen a cometer Crímenes de Guerra si deniegan a la población civil iraquí el derecho al agua potable"

El agua es fundamental para la vida. Nadie puede sobrevivir sin suficiente agua para beber, cocinar, lavar y para la higiene personal. Por ello el Derecho Internacional reconoce como un derecho humano básico el acceso al agua en buenas condiciones, un derecho "indispensable para llevar una vida humanan digna", así como una parte integrante de los derechos a la vida, la salud y al alojamiento.

La actual invasión de Iraq por parte de EEUU, Gran Bretaña y Australia supone una grave amenaza al derecho al agua de 24 millones de iraquíes, la mayoría de los cuales son niños menores de 15 años. Las fuerzas militares anglo-estadounidenses ya han sitiado muchos centros urbanos del centro y sur de Iraq y han alterado los sistemas de suministro eléctricos, de aguas y sanitarios que mantienen a millones de civiles. Con la proximidad del verano, en el que las temperaturas en esta región pueden exceder fácilmente los 45 grados, la posibilidad de epidemias de enfermedades transmitidas por el agua es alarmantemente alta.

En Basora, el bloqueo anglo-estadounidense ha privado a un millón de habitantes de esta ciudad del acceso al agua potable durante casi dos semanas. UNICEF advierte de que "en Basora hay cien mil niños que corren el riesgo de padecer fiebre alta y de morir debido a que una planta de tratamiento de agua ha dejado de funcionar". El portavoz regional de UNICEF describe una "extremadamente grave" crisis humanitaria: "La situación está llevando a un aumento de las enfermedades y ya hemos observado en el sur algunos casos de cólera, así como de lo que llamamos 'fiebre del agua negra', que es extremadamente mortal para niños menores de cinco años...[El brote de cólera] nos preocupa tremendamente porque no sólo muestra que ha habido un importante impacto debido a las agua no potabilizadas en la zona, sino también que nuestra habilidad para llegar allí y a esta población en medio de los combates es actualmente muy limitada".

La crisis sanitaria pública en Basora da una idea de cuál será el posible destino de los civiles iraquíes en Nasiriya (cuya población es de 560.200 habitantes), Nayaf (585.600), Kerbala (572.300), Hila (548.000), Amara (351.100) y Bagdad (5.800.000). La población civil de Bagdad es especialmente vulnerable dados los intensos bombardeos aéreos, y las expectativas de un bloqueo riguroso y de encarnizados combates urbanos destinados a derrocar al régimen iraquí. El 3 de abril, el suministro eléctrico se redujo en Bagdad el 90% a consecuencia de los daños ocasionados a la estación eléctrica de Al Doura durante la captura por parte de los estadounidenses del aeropuerto Sadam.

Las agencias de NNUU y el Comité Internacional de la Cruz Roja han alertado a la comunidad internacional de la cada vez peor crisis del agua en el sur y centro de Iraq. El Secretario General de NNUU ha declarado que "EEUU y sus aliados deberán proporcionar ayuda humanitaria en aquellas zonas que están bajo su control, de acuerdo con sus obligaciones generales según el Derecho Internacional".

Antes de la guerra los dirigentes estadounidenses y británicos aseguraron a sus respectivas opiniones públicas que la operación para "liberar" Iraq sería "rápida" y "limpia", y se basaría en el uso de armas de alta precisión tecnológica para minimizar el número de víctimas civiles. Se esperaba que el pueblo iraquí, en especial la mayoría shi'í del sur que ha sufrido durante mucho tiempo, daría la bienvenida al ejército anglo-estaounidense. Esto no se ha producido y el Pentágono ha solicitado una fuerza adicional de 120.000 soldados para apoyar a los 250.000 que ya se encuentran en el Golfo Pérsico.

Ahora parece probable que el ejército anglo-estadounidense siga manteniendo el bloqueo a las ciudades del sur y del centro de Iraq para preparar el combate urbano directo. Si como resultado de ello se suprime el suministro eléctrico durante largos periodos, toda la estructura básica de la vida civil iraquí -salud pública, agua, condiciones sanitarias y distribución de alimentos- se colapsará, con devastadoras consecuencias para la población civil.

Así pues, la estrategia militar anglo- estadounidense impondría un coste desproporcionado a la vida y propiedades civiles iraquíes violando los principios más fundamentales del derecho y de la humanidad. El personal político y militar de todas las partes en conflicto que dé o ejecute órdenes ilegales está sujeto a acusación de Crímenes de Guerra.

Cumpliendo con sus obligaciones legales, el CESR urge a todas las partes en conflicto -EEUU, Gran Bretaña, Australia e Iraq- y a todos los órganos de NNUU -el Consejo de Seguridad, la Asamblea General y la Secretaría- a establecer y respetar inmediatamente:

- un alto el fuego que permita a agencias humanitarias imparciales, independientes de cualquier fuerza militar, restaurar y mantener los servicios fundamentales para la vida de los civiles iraquíes.
- los actuales corredores humanitarios para permitir a las agencias de ayuda asegurar durante el conflicto la supervivencia de la población civil vulnerable.
- la retirada de las fuerzas militares anglo- estadounidense a sus posiciones anteriores al 19 de marzo de 2003 para permitir a NNUU cumplir su mandato en la resolución de la crisis iraquí de acuerdo con la Carta de NNUU y el Derecho Internacional.



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