Masivas movilizaciones contra
la guerra en todo el mundo mientras se recrudece la ofensiva
contra Iraq
Graves incidentes en Madrid
durante tres días consecutivos a consecuencia de la brutal
y provocadora actuación policial
23 de marzo de 2003. Nota informativa CSCAweb
(www.nodo50.org/csca)
Al mismo tiempo que EEUU
y sus aliados recrudecen su ofensiva contra Iraq con ataques
aéreos que incluyen objetivos civiles (que han provocado
ya numerosas víctimas con muertos y heridos en Bagdad
y Basora), la ofensiva terrestre se está encontrando con
una fuerte resistencia del Ejército iraquí en el
sur del país. Simultáneamente, el sábado
22 de marzo, se ha realizado a nivel mundial una nueva jornada
de protestas masivas en contra de la guerra. El grito de "No
pasarán" del heroico pueblo de Madrid resistente
al fascismo se ha transformado hoy en un nuevo clamor popular
con el "No a la guerra". Parar la guerra contra Iraq
sosteniendo e incrementando la movilización en nuestro
país es un clamor popular que debe verse reflejado en
una actitud clara y contundente por parte de los principales
responsables de la oposición política y sindical,
cuya obligación no es otra que estar a la altura de las
circunstancias históricas que vivimos.
Al mismo tiempo que EEUU y sus aliados recrudecen su ofensiva
contra Iraq con ataques aéreos que incluyen objetivos
civiles (que han provocado ya numerosas víctimas con muertos
y heridos en Bagdad y Basora), la ofensiva terrestre se está
encontrando con una fuerte resistencia del Ejército iraquí
en el sur del país. Según fuentes iraquíes
ya han sido capturados los primeros prisioneros de las fuerzas
agresoras y abatidos varios aviones de combate estadounidenses.
Diversos medios informan hoy también de que --al contrario
de lo inicialmente vaticinado-- cientos de iraquíes, en
su mayoría refugiados de la guerra de 1991, están
volviendo a su país desde Jordania, mientras solo 50 han
hecho el trayecto inverso desde el inicio de la agresión
anglonorteamericana.
Incremento de las movilizaciones
Simultáneamente, el sábado 22 de marzo, se ha
realizado a nivel mundial una nueva jornada de protestas masivas
en contra de la guerra. Destacan, por su amplitud, las convocadas
en Europa y entre ellas las de Madrid, Barcelona y Londres, que
fueron las que contaron con un mayor número de asistentes:
en torno al millón de personas en cada una de estas ciudades
según los convocantes. En EEUU, Washington y Nueva York
protagonizaron las movilizaciones más masivas entre las
decenas que se convocaron en todo el país de costa a costa.
En las manifestaciones de todas las ciudades de España,
a las consignas solidarias con Iraq y en contra de EEUU y de
Bush se unieron esta vez de forma unánime las que pedían
la dimisión del Gobierno de Aznar y, más allá,
el procesamiento de éste y de los responsables políticos
de la asociación de malhechores que promueve esta guerra
ilegal ante los organismos de justicia españoles e internacionales.
"No pasarán", "Contra la guerra, huelga
general", "Gobierno dimisión", "Aznar
asesino" y otros similares, muy imaginativos y aun más
explícitos, fueron sin duda los lemas más repetidos
por los ciudadanos en la manifestación de Madrid. Destaca
la profusión en todas las manifestaciones (in crescendo
día tras día) de banderas españolas republicanas
y de banderas rojas portadas mayoritariamente por hombres y mujeres
jóvenes.
De nuevo Madrid capital de resistencia
Desde el primer día del comienzo de la guerra, en Madrid
se han sucedido y concatenado tres días de masivas movilizaciones
-espontáneas y convocadas- mañana tarde y noche.
El primer día del comienzo de la ofensiva contra Iraq,
el jueves 20 de marzo, decenas de miles de personas se manifestaron
de forma automática en la Puerta del Sol. Ya desde por
la mañana, miles de estudiantes de enseñanza media
y universitarios "tomaron" de forma espontánea
toda la zona central de la ciudad y por la noche se produjeron
las primeras cargas policiales y los primeros heridos y detenidos.
Al día siguiente, viernes 21, convocada por las fuerzas
sociales, políticas y sindicales de la izquierda, hubo
un multitudinaria concentración frente a la Embajada de
EEUU que desembocó en una manifestación dirigida
a la sede del PP. La policía interpuso un fuerte dispositivo
que impidió a los manifestantes dirigirse a la calle Génova
desde la Plaza de Colón y allí efectuó varias
cargas que dispersaron a los manifestantes en grupos, que posteriormente
realizaron diversos "saltos" en diferentes puntos de
la ciudad. Por la mañana, los universitarios cortaron
varias vías principales de acceso a la capital --aledañas
a las zonas universitarias-- entre ellas la Carretera de La Coruña,
y protagonizaron un sinfín de movilizaciones localizadas.
El sábado 22 de marzo, respondiendo a la convocatoria
europea e internacional en solidaridad con Iraq, de nuevo Madrid
protagonizó una de las mayores movilizaciones mundiales.
La convocatoría de la Asamblea contra la Globalización
Capitalista y la Guerra, a la que se sumó el Foro Social
de Madrid y apoyaron partidos y sindicatos de izquierda, se concentró
esta vez en Moncloa, cerca de la sede de la Presidencia del Gobierno,
y recorrío la arteria central Princesa - Plaza de España
- Gran Vía, para desembocar en la Puerta del Sol, donde
hacia las 21:00 dio comienzo (tras casi tres horas de recorrido
repleto de gente) un acto de artistas en contra de la guerra.
Durante la celebración de este acto un fuerte dispositivo
represivo cargó contra los ciudadanos desde la calle Montera
con proyectiles de goma y armas químicas (bombas lacrimógenas)
mientras se desarrollaban las actuaciones de cantantes y la lectura
de poemas, a resultas del cual hubo decenas de heridos. Según
el diario El Mundo: "Entre los atendidos hubo 81
manifestantes y 37 policías, y se produjeron 31 traslados
a centros sanitarios (27 manifestantes y cuatro agentes). La
mayoría tenían lesiones leves, salvo cinco manifestantes
y un policía, que sufrieron heridas de mayor consideración".
Los enfrentamientos se prolongaron hasta bien entrada la pasada
madrugada, ya del día 23 de marzo.
Mientras fuentes del Ministerio del Interior, del gabinete
de crisis del Gobierno dirigido por el vicepresidente Rajoy (fundamentalmente
centrado ahora en problemas de orden interno) y de la Delegación
del Gobierno en Madrid (encabezada por el franquista Ansuátegui)
propalaban la falsedad de que "grupos organizados de 300
encapuchados iniciaron los altercados", CSCAweb pudo comprobar
in situ que las primeras cargas policiales se produjeron
sin que mediara provocación alguna, y que las subsiguientes
cargas, especialmente virulentas, fueron como respuesta a la
acción contraofensiva o defensiva de los manifestantes,
que obligó a retroceder a los antidisturbios varias decenas
de metros hacia sus posiciones iniciales. Incluso se dio el caso,
según han confirmado y reflejado muchos medios de comunicación,
de que las fuerzas represivas atacaron a los manifestantes con
armas "no reglamentarias" como piedras y adoquines.
Durante los incidentes (véase
el vídeo) fueron detenidas al menos 7 personas.
Campaña victimista del PP
y más censura en la TV
Al mismo tiempo que el Gobierno ha intensificado la represión
contra las manifestaciones (especialmente en Madrid), con la
evidente intención de retraer la participación
de amplios sectores sociales en las movilizaciones, el PP --en
boca de su secretario general, Javier Arenas-- ha intensificado
en las últimas horas una patética campaña
mediática victimista, denunciando el "acoso"
a que se ven sometidos sus actos preelectorales y sus dirigentes
por doquier y la "ilegalidad" de las manifestaciones.
Diversas fuentes hablan, además, del inicio de veladas
actitudes de malestar interno en el propio partido gubernamental,
algo que se confirma con la baja voluntaria en el PP del ex ministro
de Trabajo, Gregorio Pimentel, a causa de su discrepacia con
la posición ilegal favorable a la guerra del partido.
Por otra parte, esta misma mañana (23 de marzo), en un
acto de canonización celebrado en la Plaza de San Pedro
del Vaticano, el Papa Juan Pablo II se ha dirigido, en castellano
y visiblemente airado, a las autoridades españolas allí
presentes --encabezadas por el ministro Zaplana-- y les ha reclamado
que "sigan el ejemplo de Jesucristo, príncipe de
la paz". Palabras del Papa que fueron censuradas en la información
del acto que difundió el informativo del mediodía
de TVE-1, que se limitó a transmitir unos segundos de
la alocución en italiano del jefe del Estado Vaticano.
Como afirmó José Saramago en la Puerta del Sol
acompañado de los internacionalistas madrileños
de las Brigadas a Iraq organizadas por la CELSI, el grito de
"No pasarán" del heroico pueblo de Madrid resistente
al fascismo en 1936 se ha transformado hoy en un nuevo clamor
popular con el "No a la guerra". Parar la guerra contra
Iraq sosteniendo e incrementando la movilización en nuestro
país, en Europa y en el mundo, y exigir que los responsables
de los crímenes contra el pueblo iraquí dimitan
y sean puestos a disposición de la justicia es ahora el
objetivo de las movilizaciones y el clamor unánime de
los manifestantes. Clamor popular que debe verse reflejado en
una actitud clara y contundente --sin medias tintas ni actitudes
dubitativas-- por parte de los principales responsables de la
oposición política y sindical, cuya obligación
no es otra que estar a la altura de las circunstancias históricas
que vivimos.
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