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El mundo árabe ya no volverá a ser el mismo

Hace un mes, los titulares de la sección de Oriente Próximo del viernes del diario libanés Daily Star habrían sido inimaginables. “Mubarak ignora su ‘día de la salida’”, “La ‘jornada de la ira’ en Yemen saca a decenas de miles a las calles”, “Siria no es inmune a la ola de protestas pro democráticas”, “El rey jordano admite las reformas” y “Argelia levanta un estado de excepción de 19 años”.

http://www.cuartopoder.es ,Domingo, 6 de febrero de 2011

al jazeera

Hace un mes, los titulares de la sección de Oriente Próximo del viernes del diario libanés Daily Star habrían sido inimaginables. “Mubarak ignora su ‘día de la salida’”, “La ‘jornada de la ira’ en Yemen saca a decenas de miles a las calles”, “Siria no es inmune a la ola de protestas pro democráticas”, “El rey jordano admite las reformas” y “Argelia levanta un estado de excepción de 19 años”.

Sin lograr sus objetivos últimos salvo en el caso tunecino, la primavera árabe ya ha cambiado radicalmente la región. Las poblaciones, hasta ahora atenazadas por el terror a regímenes dictatoriales, han perdido el miedo y desafían a sus dirigentes abiertamente exigiéndoles reformas políticas y económicas y, en última instancia, justicia y libertad: dos conceptos hasta ahora ajenos a los árabes. Los tiranos y autócratas mueven ficha antes de que la revolución termine con sus prebendas, y lo hacen de la única forma que podría abortar las protestantes sociales: cediendo a algunas demandas de los manifestantes.

La inesperada revolución árabe ya ha conseguido sus pequeñas victorias en apenas un mes de vida. “Los regímenes desean mostrar signos de apertura y aceptan reivindicaciones que han rechazado durante décadas por miedo a perder el poder”, explicaba a AFP Ziad Majid, experto en Oriente Próximo de la Universidad Americana de París. La batalla final, la que conduce al final de los regímenes, sólo ha sido lograda en Túnez: Egipto está en camino. Pero en el resto de Oriente Próximo y el norte de Africa, las promesas políticas se suceden. El mundo árabe ya no volverá a ser el mismo.

Argelia.- El Gobierno argelino, que asiste a protestas masivas desde hace más de un mes que han incluido el suicidio dos jóvenes y otros 20 intentos de inmolación, ha anunciado su intención de levantar “en un futuro muy próximo” el estado de emergencia que desde hace 19 años restringe las libertades de sus habitantes, justificado por el supuesto peligro islamista radical. El presidente Abdelaziz Bouteflika también ha pedido a su Gobierno que promueva reformas encaminadas a crear empleo y ha pedido a los medios de comunicación estatales que comiencen a dar cobertura a todos los grupos políticos, medidas impensables hasta ahora.

Marruecos.- El régimen ha anunciado que mantendrá las subvenciones de los productos básicos tras el anuncio de próximas protestas.

Yemen.- El presidente Ali Abdullah Saleh ha prometido no presentarse a la reelección, prevista en 2013, y congelar la enmienda constitucional que había impulsado en el Parlamento para prolongarse en el cargo de forma vitalicia. Así mismo, ha anunciado que su hijo, responsable de la Guardia Republicana, no le sucederá en el cargo. También ha encargado un paquete de medidas económicas a su Gobierno para contener el auge de los precios y promover el empleo, especialmente entre los jóvenes, los mismos que están impulsando las protestas que el pasado jueves llevaron a decenas de miles de personas a pedir el final del régimen en Sanáa.

Jordania.- El rey hachemí, Abdullah II, abortó rápidamente las protestas que se vivieron en Amán durante tres viernes consecutivos, con una presencia de miles de personas en las calles, de la forma más sencilla: accediendo a las demandas. Disolvió el Gobierno de Said Rifai, acusado de no activar medidas para hacer frente a la crisis económica, y nombró primer ministro a Maruf Bajit, jefe de Gobierno entre 2005 y 2007. Si bien su nombre no agrada a la oposición, Abdallah II ha iniciado inmediatos contactos con el Frente de Acción Islámico, el mayor partido de la oposición y brazo político de los Hermanos Musulmanes jordanos, para conocer sus exigencias y discutir las reformas políticas y económicas que requiere el reino. Los analistas coinciden en que la monarquía no está en peligro.

Siria.- Aunque el régimen aún no ha vivido protestas -convocadas por Internet para el viernes y ayer sábado, el miedo pudo con los 15.000 miembros del grupo de Facebook que planeaban participar- el presidente sirio, Bashar Asad, ha decidido no esperar a tener a su pueblo en la calle. En declaraciones al Wall Street Journal, el rais sirio aseguró que su país no es susceptible al contagio de la revolución social pero admitió que encara “desafíos considerables” y anunció reformas políticas de cara a las próximas elecciones municipales, así como subvenciones para los funcionarios y una nueva ley de medios de comunicación.

Bahrein.- El emir Hamad bin Isa Al Khalifa se ha reunido con sus asesores, con los responsables de la Seguridad y los líderes religiosos para evaluar unas revueltas que amenazan con extenderse al pequeño reino, donde la mayoría chií se está levantando contra la minoría suní -a la que pertenece Al Khalifa- que gobierna el país. Dado que el emirato es muy susceptible a quedar contagiado por la revolución, el emir ha prometido que anunciará reformas políticas y económicas en los próximos días.

Irak.- Nuri al Maliki ha anunciado que no se presentará a un tercer mandato tras haberse impuesto por segunda vez como primer ministro pese a haber perdido las elecciones. “Ocho años es suficiente para no convertirse en un dictador”, ha explicado uno de sus asesores. Además, el jefe del Gobierno ha anunciado que se recortará el sueldo a la mitad para desamortizar las críticas. Las primeras y tímidas protestas tuvieron lugar el pasado viernes en Bagdad.

Cisjordania.- El Gobierno de la Autoridad Palestina, muy debilitado tras la filtraciones de documentos obtenidos por Al Yazira, ha accedido a celebrar las elecciones congeladas desde el pasado junio.