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Los verdaderos socialistas luchan contra el proyecto sionista

La paz será resultado de la liberación, no su punto de partida

Conforme el desganado "proceso de paz" serpentea de una cita irrelevante a un encuentro sin sentido entre los dirigentes del Estado israelí de colonos y la Autoridad Palestina sin autoridad, con los Estados Unidos desempeñando el papel de deshonesto mediador, no puede ya quedar ninguna duda persistente de que se trata de una charada escenificada por charlatanes

Moshé Machover
Weekly Worker, nº 836, jueves 7 de octubre de 2010
Traducción: Pablo Carbajosa

Machover

Conforme el desganado "proceso de paz" serpentea de una cita irrelevante a un encuentro sin sentido entre los dirigentes del Estado israelí de colonos y la Autoridad Palestina sin autoridad, con los Estados Unidos desempeñando el papel de deshonesto mediador, no puede ya quedar ninguna duda persistente de que se trata de una charada escenificada por charlatanes.
 
Pero detrás y más allá de esta estafa bastante evidente existe un engaño o autoengaño mucho más sutil: se asume de modo amplio  – hasta se da por hecho – que la “paz” es lo que haría falta para resolver el conflicto israelo–palestino. Dicho de otro modo: lo que se necesita es un auténtico proceso de paz en lugar del falso actual.   
 
Esta creencia la sostienen casi todos los israelíes ilustrados decentes (la llamada izquierda israelí) – que es por lo que se refiere a si misma colectivamente como “el campo de la paz” e individuamente como “activistas por la paz” – y que comparten sus amigos y apoyos en Occidente. 

Los sionistas de "izquierda" de Paz Ahora así como los sionistas y semisionistas "blandos" de Gush Shalom ("el Bloque de la Paz") despliegan este autoengaño en sus etiquetas nominales. El Partido Comunista Israelí, no sionista y que de estalinista ha pasado a reformista insiste en dar la máxima preferencia a los lemas de paz.  
 
Muchas de las actividades en las que se compromete esta buena gente son enormemente encomiables: disentimiento de las políticas y acciones opresivas de las autoridades israelíes, y sobre todo oposición a la ocupación posterior a 1967. Algunas de ellas demuestran auténtico valor moral y físico en diversos actos de solidaridad con los palestinos oprimidos.   
 
No obstante, su autodescripción como “activistas por la paz” revela un profundo malentendido sobre la naturaleza del conflicto israelo-palestino y una falsa ilusión respecto a cómo podría resolverse.  
 
La imagen que evoca es esencialmente simétrica: dos bandos, dos naciones, en guerra una con la otra, atrapadas en un trozo de terreno disputado. Para terminar con el conflicto, los bandos necesitan concluir la guerra, sentarse juntos y hacer la paz.    
 
De hecho, ésta es también la imagen promovida por la hasbarah (propaganda) israelí. Le gusta hablar el idioma simétrico de la “guerra” y la “paz”. Así, Israel y sus amigos describen el ataque contra Gaza de del invierno de 2008-09 con el nombre en clave de ‘Operación Plomo Fundido’, como una “guerra”. [1] En realidad, no hubo guerra: no se produjeron prácticamente combates. Fue una matanza de un solo lado. De forma semejante, la diplomacia israelí insiste en referirse a los territorios ocupados por Israel en 1967 como territorios “en disputa” – una descripción deliberadamente falsa – antes que ocupados.
 
Respecto a la paz, nadie la desea más ardientemente que la mayoría de los dirigentes israelíes. Digo esto sin apenas deje de ironía: es la verdad. Sólo muy poca gente - psicópatas, traficantes de armas y otros beneficiarios de la guerra, así como algunos demagogos y oficiales del ejército arribistas ansiosos de conseguir ascensos por la vía rápida- prefiere realmente la guerra per se a cualquier clase de paz. Supongo que unos cuantos dirigentes políticos y militares israelíes pertenecen a  cada una de estas categorías excepcionales. Pero la mayoría de los dirigentes de Israel desean de veras la paz, la paz en los términos dictados por Israel: su deseo más ansiado se cifra en que el pueblo palestino, desposeído y subyugado, debería aceptar pacíficamente lo que le ha tocado en suerte y cejar en la lucha.  
 
Conflicto colonial
 
La clave de una comprensión adecuada del conflicto es que se trata de algo extremadamente asimétrico: entre los pobladores-colonizadores y el pueblo indígena. Tiene que ver con la desposesión y la opresión. Como sucedió en el caso de otros conflictos, el conflicto israelí-palestino ha implicado guerras de verdad entre Israel y los países vecinos; pero éstas eran resultado indirecto, consecuencia de la causa fundamental: la colonización sionista de Palestina. A medida que continúe y se extienda esta colonización, a Israel le hará falta mantener su hegemonía regional como subcontratista local del imperialismo occidental, y sin duda se provocarán nuevas guerras.    
 
En los conflictos coIoniales, los colonizadores siempre se consideran a si mismos como gente que llega en son de paz, portando los dones de ilustración y progreso. Son los ignorantes nativos los que son agresores, [2] y recurren a la violencia contra sus benefactores. Esto obliga a los colonizadores a usar su fuerza superior con el fin de someter a los agresores nativos. Estos últimos sólo pueden culparse a si mismos. 
 
Supongo que es la clase de cosa que mi difunto amigo, el poeta socialista Erich Fried, [3] tenía en la cabeza cuando escribió este poema:
 
Limpieza completa  
 
Las causas 
ahora luchan
con sus efectos,
para que ya no se las pueda
tener por  
responsables de los efectos;
pues hasta 
hacerlas responsables 
es parte de los efectos
y los efectos están prohibidos
y son castigados
por las causas mismas.
No desean 
ya más 
saber de esos efectos.
Cualquiera que vea  
con qué diligencia 
persiguen los efectos
y diga todavía  
que están estrechamente
ligados a ellos
tendrá ahora que
culparse
sólo a si mismo. 

 
Mientras que la meta del colonizador consiste en imponer la paz - con sus propias condiciones y, si es necesario, por la fuerza - el pueblo indígena tiende a tener una visión bastante diferente de la cuestión. Su preocupación no se centra en alcanzar la paz con sus desposeedores sino en resistirse a la desposesión. Para este fin necesitan no traer la paz sino la espada.    
 
Por esa razón es por lo que resultaría difícil encontrar activistas por la paz entre los nativos norteamericanos o los aborígenes australianos que se resistían a la colonización en el siglo XIX, o entre los luchadores por la liberación de Argelia o entre los militantes contra el apartheid en el siglo XX.  
 
Por supuesto, los activistas por la paz israelíes no apoyan todas las duras condiciones de "paz" que su gobierno desea imponer al pueblo palestino (aunque hay quienes no ponen objeciones a algunas de esas desiguales condiciones). Pero a causa de su definición reductiva de la cuestión en términos de algo que tiene todo ello que ver con la paz, aceptan sin saber o sin darse cuenta un punto de vista sesgado en favor de los colonizadores.   
 
Este punto de vista sesgado es incoherente con el internacionalismo. De modo que los autoproclamados activistas por la paz no pueden ser auténticos socialistas. Los socialistas israelíes, ya sean hebreos o árabes, luchan contra el proyecto sionista y sus prácticas: la colonización, la desposesión, la discriminación, y en favor de iguales derechos y de una liberación universal.    
 
La paz será resultado de la liberación, no su punto de partida.   

Notas:
[1] Tras escribir estas palabras, eché un vistazo a "plomo fundido" en la Wikipedia, y vi que remitía a una entrada denominada “Guerra de Gaza”. La máquina de la hasbarah emplea a un cuerpo especial cuyo cometido estriba en editar entradas de Wikipedia y aproximarlas a la versión oficial israelí.
 
[2] Una visión similar fue la propagada por la máquina de la hasbarah en relación con el incidente del Mavi Marmara el 31 de mayo de 2010. A los comandos armados israelíes, que invadieron el barco en alta mar, se les describía defendiéndose contra una turba de “partidarios de los terroristas", interviniendo contra la cual se habían visto obligados a matar a nueve de sus “atacantes”.
[3] http://en.wikipedia.org/wiki/Erich_Fried
Fuente original: http://www.cpgb.org.uk/article.php?article_id=1004122
Traducción Pablo Carbajosa