Rojos en la Red. Sinopsis del libro

El 15 de enero de este año 2010, el FBI publicaba la que sería la foto, probablemente actual, del terrorista más buscado por los Estados Unidos de Norteamérica: Osama Bin Laden. Junto a la foto se ofrecía por su captura una recompensa de 25 millones de dólares. Sólo que esa foto se había confeccionado utilizando la imagen del ciudadano español, diputado y portavoz de Izquierda Unida en el Congreso de los Diputados, Gaspar Llamazares Trigo

José Francisco Mendi y Gaspar Llamazares Trigo

El 15 de enero de este año 2010, el FBI publicaba la que sería la foto, probablemente actual, del terrorista más buscado por los Estados Unidos de Norteamérica: Osama Bin Laden. Junto a la foto se ofrecía por su captura una recompensa de 25 millones de dólares. Sólo que esa foto se había confeccionado utilizando la imagen del ciudadano español, diputado y portavoz de Izquierda Unida en el Congreso de los Diputados, Gaspar Llamazares Trigo.

Las consecuencias y la enorme gravedad de este hecho que el FBI calificó como “lamentable incidente”, constituyen el eje de este libro. En el mismo se apuntan una serie de elementos técnicos y políticos que explican el que probablemente sea uno de los mayores y peores ¿errores? que ha cometido en los últimos tiempos esta agencia de investigación dependiente del Departamento de Justicia de EE.UU.

La historia de esta estrambótica situación ha sido definida en el prólogo del libro por el propio Llamazares en su calidad de protagonista y víctima de este episodio como “más propia de la T.I.A. del gran Francisco Ibañez”. Por cierto una historia que ha tenido la mayor repercusión mundial de una noticia política española en mucho tiempo y que ha llegado hasta los confines y medios más remotos del planeta.

Sin embargo los aspectos anecdóticos y casi ridículos que se deducen de las “explicaciones” que ofrecen los responsables del FBI no pueden ni deben ocultar que nos encontramos ante una de las más brutales violaciones de los derechos de la persona. En este caso descubierta con facilidad porque la persona era una “personalidad”. ¿Se imagina el lector qué hubiera pasado si la víctima de la burda manipulación fotográfica hubiera sido usted?

Aunque el texto se adentra en algunos episodios históricos que han marcado la comunicación de Gaspar Llamazares no nos encontramos ante un libro “político” ni mucho menos “políticamente correcto”. El autor, apoyado en la denuncia, la explicación y las repercusiones sociales y legales de la que se ha llamado foto de “Llamazares-Laden” nos propone una serie de reflexiones sobre el presente y el futuro de la Red.

Izquierda Unida (IU) ha sido pionera en la utilización de la Red como parte de su campaña electoral. El avatar de Llamazares en “Second Life” se parece sospechosamente a la foto que genera el gazapo del FBI. Fue en ese mundo virtual donde el propio Llamazares ofreció el primer Cyber-mitin que se celebró en España. Más tarde desde Myspace se creó la sintonía electoral de Izquierda Unida. Todos esos esfuerzos fueron necesarios para que una organización y un dirigente como Gaspar Llamazares ocupara un hueco en la escena política española dominada por la polaridad y la exclusión mediática del PP y del PSOE. Una táctica que el autor define como “guerrilla electoral”.

La utilización de Internet y todas las redes sociales que se han desarrollado con ese instrumento nos sitúan ante la posibilidad de acercarnos a la “democracia plena”. Ese enorme potencial de la Red es el que hace temer a los poderes reales que sea utilizado como “arma de comunicación masiva” contra el propio poder. De ahí que dichos poderes fomenten el miedo a la propia Red, el denominado “síndrome del Gran Hermano”, como la mejor manera de evitar una democratización más participativa de la sociedad. Por ello, y con la complicidad, inconsciente o no, de muchos internautas,  se ha reeditado un modelo que reproduce en la Red el funcionamiento del sistema y contra-sistema social hoy vigentes. Esto ha dado lugar a la creación de una nueva especie que habita casi en exclusiva en la Red y que el autor llama “Redícolas” que se contraponen al resto de humanos, los “Terrícolas”.

La colaboración, simbiosis y posterior fusión de ambas especies ofrece un potencial tan importante que provocaría una auténtica revolución y alumbraría un nuevo modelo social más participativo y por ello más democrático.