Index | Palestina 2008
Actualidad
PALESTINA

Palestina

 

 

 

 

 

 

 

Sobre la conferencia sobre el Racismo de Ginebra

Artículo editorial

El presidente iraní logró poner en evidencia los duales criterios occidentales y obtener una victoria para el pueblo palestino y su justa causa cuando se refirió, en el discurso que pronunció durante la sesión de inauguración de la conferencia Durban II de lucha contra el racismo, al racismo de Israel y a cómo Occidente solucionó el problema judío a costa de los palestinos.

Gaza

Al Quds al Arabiya, 23-04-2009
Traducción: boletin de Al Fanar

 El presidente iraní logró poner en evidencia los duales criterios occidentales y obtener una victoria para el pueblo palestino y su justa causa cuando se refirió, en el discurso que pronunció durante la sesión de inauguración de la conferencia Durban II de lucha contra el racismo, al racismo de Israel y a cómo Occidente solucionó el problema judío a costa de los palestinos.

Las delegaciones europeas que abandonaron la sala en protesta por el discurso del presidente iraní dejaron claramente al descubierto su apoyo al racismo israelí y que están del lado de las carnicerías que se cometen contra el pueblo palestino, la última de las cuales se produjo durante la ofensiva contra la franja de Gaza.

EEUU, que boicoteó la conferencia posicionándose del lado de Israel en protesta por las críticas dirigidas contra este país en el proyecto del comunicado de clausura antes de ser modificado, con la pretensión de que se omitiera cualquier alusión al racismo israelí, tachó de «deshonrosas», «vergonzosas» y «rencorosas» las declaraciones del presidente Ahmadineyad, pero no dijo ni una sola palabra sobre deleznables prácticas sionistas contra los palestinos como las políticas de asentamiento, el muro racista, las detenciones arbitrarias y el trato que recibe más de un millón de ciudadanos árabes de nacionalidad israelí, peor que el que dispensaba a los ciudadanos africanos negros el régimen racista de Sudáfrica.

El presidente Ahmadineyad sólo dijo la verdad o tal vez se quedara corto ya que Israel es el sistema racista más abominable de la Historia, un país que se levantó a costa de desahuciar a un pueblo entero en países vecinos y en el destierro. Y aún más: éste régimen siguió expulsando a ese pueblo con aviones de fabricación estadounidense y segando vidas en los campamentos de refugiados de la franja de Gaza y del sur de Líbano.

Sí, Israel es un Estado racista y sus líderes han declarado que sólo negociarán con la Autoridad Palestina si ésta reconoce este Estado como judío, lo que supone quitarle la legitimidad y el derecho a la vida a 1200000 ciudadanos que representan una quinta parte de la población. Ayer precisamente un informe del Banco Mundial desvelaba que los colonos judíos de Cisjordania consumen cuatro veces más que los palestinos, los auténticos propietarios de las tierras. Estos colonos usurpadores disfrutan de piscinas y riegan sus campos con libertad mientras tres millones de palestinos viven sedientos a unos metros de allí.

Tal vez la señal más destacada de este racismo israelí sea el gobierno extremista de Benjamin Netanyahu que incluye partidos que quieren expulsar a los árabes, como Israel Beitenu (Israel Nuestra Casa), liderado por el racista extremista Avigdor Lieberman, ministro de Exteriores de este ejecutivo. El presidente iraní tuvo el coraje y el arrojo de decir una palabra de verdad, un valor que desafortunadamente no tiene ningún mandatario árabe. Las delegaciones árabes, concretamente la delegación palestina, estuvo de acuerdo en suprimir del proyecto del comunicado de clausura los párrafos que condenaban el racismo israelí como respuesta a las presiones estadounidenses e israelíes y con la esperanza de que estos dos países dieran marcha atrás al boicot de la conferencia y volvieran a participar en ella, una iniciativa que EEUU recibió con profundo desprecio.

Las delegaciones occidentales que abandonaron la sala de la conferencia durante el discurso del presidente Ahmadineyad demostraron cuán falsas son sus reivindicaciones de democracia y libertad de expresión pues, de creer en lo que predican, habrían seguido participando y respondido al presidente iraní con argumentos convincentes que demostraran el error de todo lo que dijo. Pero no creen en la democracia ni en el derecho de expresión si éstos destapan el racismo de un Estado que ellos levantaron y cuyas salvajes prácticas contra inocentes conocen.

Artículo traducido por Al Fanar Tradcutores en www.boletin.org