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Afirma ONU que economía palestina está devastada

La economía palestina, devastada por la guerra y la ocupación israelí, tuvo un crecimiento nulo el pasado año y no podrá levantarse si no se proporcionan a la Autoridad Palestina más opciones de política económica, según un informe presentado hoy por la UNCTAD

EFE - Finanzas.com

La economía palestina, devastada por la guerra y la ocupación israelí, tuvo un crecimiento nulo el pasado año y no podrá levantarse si no se proporcionan a la Autoridad Palestina más opciones de política económica, según un informe presentado hoy por la UNCTAD.
La Conferencia de Naciones Unidas para el Comercio y el Desarrollo considera que, para reactivar la economía palestina, no sólo es necesario que se levanten las restricciones que impone Israel, sino también que la Autoridad Palestina disponga de toda la gama de instrumentos de política fiscal, monetaria (moneda nacional), comercial y laboral con que cuentan los demás países.
El informe recuerda que la Autoridad Palestina "apenas tiene otro margen de maniobras que la asignación del gasto público, menos del que disponen las administraciones locales de muchos países".
El informe constata que "la economía del territorio palestino ocupado se estancó en 2007 y no pudo recuperarse de la contracción sufrida en 2006, por lo que el PIB siguió disminuyendo y la pobreza se intensificó".
"De no haber sido por la reanudación de la asistencia externa en la segunda mitad del 2007, el PIB se habría reducido por segundo año consecutivo", agrega la UNCTAD.
El informe destaca que "la construcción del muro de separación (por parte de Israel), la política de bloqueo de este país y la erosión de la capacidad productiva siguieron impidiendo la recuperación".
Según los expertos, la adopción de una moneda nacional sería la medida propuesta que tendría efectos más fuertes en favor del crecimiento.
La UNCTAD propone, además, el aumento de las inversiones públicas y las transferencias gubernamentales, la corrección de las distorsiones de las inversiones y de las exportaciones; programas de creación sectorial de empleos y la sustitución de la casi unión aduanera con Israel por un régimen comercial de nación más favorecida.
Las restricciones a la circulación, junto con la reiterada retención por parte de Israel de los impuestos y derechos de aduana que recauda en nombre de la Autoridad Palestina agravaron la crisis fiscal.
Esta fuente de financiación, cuando no es retenida, representa entre el 60 y el 70 por ciento de los ingresos públicos y es por tanto el principal componente de los recursos presupuestarios palestinos.
En el 2007, el producto interno bruto por habitante prosiguió su descenso hasta el 60 por ciento del nivel de 1999.
El desempleo aumentó al 29 por ciento de la población activa en el 2007, cuando en 1999 era del 21 por ciento.
En el 2006, el 57 por ciento de la población vivía bajo el umbral de la pobreza y un año después el 44 por ciento se encontraba en situación de pobreza absoluta.
El informe pone de manifiesto también la creciente disparidad entre las condiciones de vida de Gaza y de Cisjordania.
En 2006, el 66 por ciento de los habitantes de Gaza vivía en condiciones de pobreza absoluta, tasa superior en 30 puntos porcentuales a la de Cisjordania.
Durante el 2007, las empresas de Gaza sólo funcionaban al 46 por ciento de su capacidad instalada, en comparación con el 76 por ciento del año anterior.
Y a finales del 2007 se habían suspendido alrededor del 95 por ciento de las actividades industriales de Gaza.
El número de establecimientos operativos del sector industrial se redujo de 3.500 a comienzos del 2005 a sólo 150 en el 2007.