¡Ocupación, Ocupación!

Mar Gijón Mendigutia, filologa y doctoranda del Programa de Estudios Internacionales Mediterraneos de la UAM

Sí, hay que repetirlo alto y claro, una y mil veces, constantemente... Es la ocupación israelí la que mata a los palestinos, a los niños, mujeres, ancianos y hombres, la que les roba la tierra, la que les destroza sus hogares, la que los enjaula como animales…

CSCA

Sí, hay que repetirlo alto y claro, una y mil veces, constantemente... Es la ocupación israelí la que mata a los palestinos, a los niños, mujeres, ancianos y hombres, la que les roba la tierra, la que les destroza sus hogares, la que los enjaula como animales, la que los humilla, la que les encarcela sin juicio y les tortura, la que les roba el agua, la causante del paro, la que no deja a los estudiantes asistir a sus clases, la que les rodea de miseria y hambre, la que les bombardea incesantemente, la que hace que huyan de su tierra, la que honra a sus colonos, la que por la noche pasa rompiendo la barrera del sonido para que todo el mundo sepa que pueden atacar dónde, cómo y a quién quieran, la que castiga colectiva e individualmente por tierra, mar y aire, al norte y al sur, al este y al oeste...

Sí, los palestinos viven bajo una brutal, inhumana ocupación, y que consten estos dos calificativos, porque debería servir únicamente el término ‘ocupación’ para saber lo que realmente significa, pero no, desgraciadamente esto no ocurre con los palestinos, cuando se habla de ellos las palabras se caen, se tuercen, y se vuelven en contra suya, nunca se califica nada por su nombre. Tiene que ser una «bestialidad» ejecutada con saña por el ejército israelí para que nos dignemos a mirar, a hablar de ello, a protestar, si no, otro palestino más que muere, otra casa más derruida, otro árbol más arrancado. No se menciona la ocupación y jamás se habla del origen lo que nos descubre que las palabras y los términos juegan a favor del que tiene el poder. Nos intentan hacer creer que todos los ataques de las fuerzas sionistas los hacen como una respuesta a una acción palestina previa -como últimamente lo es el lanzamiento de cohetes-, cuando de lo que se debería hablar sin cesar es simple y llanamente de la ocupación israelí.

Sí, Israel ha acribillado en las últimas horas a más de 30 palestinos entre ellos 8 niños y un bebé con la excusa de los lanzamientos de cohetes Qassam hacia su territorio. La comunidad internacional a pesar de la ya de por sí trágica, desesperante, situación en los territorios palestinos y en especial en Gaza, a lo máximo que llega es a compadecerse de la situación en la que se encuentran como si hubiera sido causa de una catástrofe natural, y a extender un cheque post-destrucción por las acciones de su «hijo mimado», pues Israel tiene derecho a «velar por su seguridad y a defenderse», -aquí de nuevo el juego de las palabras-, pero,  ¿defenderse de quién?, no deberíamos preguntarnos ¿quién defiende a los palestinos de Israel? cuando es este la fuerza ocupante.
                                                                                          
Sí, Israel es uno de los ejércitos más poderosos del mundo que utiliza y prueba todo su armamento con la última tecnología militar contra los palestinos, lo emplea para que siga en marcha la letal maquinaria de la ocupación, es la fuerza de todo un estado, apoyado por las principales potencias, contra un pueblo disperso en terruños... pero, cuidado, si la comunidad internacional es incapaz de protegerles y hacen uso de su derecho a defenderse ellos mismos de los ocupantes -secundado por las leyes internacionales-, la «respuesta» de Israel será que los palestinos son terroristas que lo único que quieren es acabar con ellos para que así la atención se aleje de lo central, para que nunca se diga lo que verdaderamente es,  porque lo realmente peligroso y de lo que tienen más miedo es que todo el mundo sepa y vea que esto es la ¡ocupación, ocupación!.