Index | IRAK 2006-2008
Actualidad
PALESTINA

Fin de la ocupación en IRAK

 

 

¿Quién provoca la violencia en el Iraq ocupado?

Dirk Adriaensens

El autor, miembro del Comité Ejecutivo de la organización BRussells Tribunal, hace un repaso por los grupos que, tras cinco años de ocupación, generan violencia y desestructuran el país

Diagonal

Irak ocupado

BAGDAD. La ciudad está tomada por milicias y policías entrenadas por EE UU, ejércitos ocupantes, terroristas británicos y bandas criminales que desastibilizan todo el país / USA Army

Según muchas encuestas, la mayoría de los iraquíes está convencida de que las tensiones sectarias son creadas y fomentadas por los ocupantes, y de que disminuirán cuando las tropas se vayan. ¿Quiénes son los diferentes actores que desestabilizan el país? ¿Quién crea las condiciones para una guerra civil?

MILICIAS

Mucho antes de la invasión, EE UU y sus aliados entrenaron y armaron a decenas de miles de milicias contra Iraq. Las más importantes son:
- El Congreso Nacional Iraquí, dirigido por Ahmed Chalabi, y el Acuerdo Nacional Iraquí, liderado por Iyad Allawi, el ‘hombre fuerte’ preferido de los ocupantes. Ambos grupos están formados por expatriados iraquíes, entrenamiento y armamento de EE UU y Reino Unido.
- La Brigada Badr, brazo armado del Da’awa y SCIRI, ‘partidos’ religiosos liderados por Abdul Aziz al- Hakim, Ibrahim al-Jaafari y Nuri al- Maliki, está formada por expatriados iraquíes y por iraníes. Son armados y entrenados por Irán y EE UU.
- La milicia kurda (Peshmerga) está dirigida por señores de la guerra entrenados por EE UU e Israel.
- El Ejército del Mahdi, dirigido por Muqtada al-Sadr, ha sido acusado de muchos asesinatos sectarios. Cada milicia se ha transformado en 1 escuadrón de la muerte como las brigadas Lobo, Karar, Falcon, Amarah o los Defensores de Kadhimiyah. Armados y financiados por EE UU y sus aliados, son usados por los ocupantes para aterrorizar a la población y minar su apoyo a la resistencia. Fuentes militares estadounidenses admitieron en Newsweek que la población “no está pagando ningún precio por el apoyo que está dando a la resistencia… Tenemos que dar la vuelta a esta ecuación”. Es decir, los civiles se convierten en objetivos por su rechazo a la ocupación.

TERRORISTAS BRITÁNICOS

Un artículo del Sunday Telegraph demostró que fuerzas especiales británicas están reclutando y entrenando terroristas para aumentar las tensiones étnicas. Una élite del SAS (Servicio Especial del Aire, fuerza de operaciones especiales del Ejército británico) con un pasado sangriento en Irlanda del Norte opera con inmunidad y provee explosivos. Se trata de la fuerza de contraterrorismo Regimiento Especial de Reconocimiento, y soldados encubiertos de EE UU están trabajando codo con codo con ellos en la Task Force Black. Se está culpando de algunos de sus ataques a los iraníes, a insurgentes iraquíes o a al-Qaeda.

SERVICIO DE PROTECCIÓN DE INSTALACIONES

En octubre de 2006, Jawad al-Bolani, ministro del Interior de Iraq, culpó del aumento de la violencia al Servicio de Protección de Instalaciones (SPI), una fuerza de guardia gubernamental no regulada. Las empresas de seguridad privada de EE UU y Reino Unido están íntimamente ligadas al programa de SPI en Iraq de Paul Bremer. Estadísticas recientes elevan a 200.000 sus miembros. El anterior ministro de Interior, Bayan Jabr, asoció el SPI con los endémicos escuadrones de la muerte que operan dentro de las fuerzas policiales.

COMANDOS ESPECIALES DE LA POLICÍA

Según Greg Jaffe, del Wall Street Journal, los ‘comandos especiales de la policía’ operan en todo Iraq y han llevado a cabo asesinatos conocidos como ‘Opción El Salvador’, con el conocimiento de las fuerzas estadounidenses. A finales de 2003, cuando estuvo claro que EE UU se enfrentaría a una dura resistencia, una parte de un fondo secreto de 3.000 millones de dólares se destinó a la creación de una unidad paramilitar formada por milicianos asociados con antiguos grupos iraquíes en el exilio. Los expertos dijeron que esto podría llevar a una ola de asesinatos extrajudiciales, no sólo de rebeldes armados, sino también de oponentes a la ocupación y miles de civiles baazistas. Según The New York Times Magazine, James Steele, consejero del embajador estadounidense para las Fuerzas de Seguridad iraquíes, fue asignado para trabajar con una nueva unidad contrainsurgente de élite: los Comandos Especiales de la Policía, formados bajo el control del Ministerio del Interior. Entre 1984 y 1986, el entonces coronel Steele dirigió el Grupo de Asesoramiento Militar de EE UU en El Salvador, donde dirigió el desarrollo de las fuerzas de operaciones especiales durante el punto álgido del conflicto. Los Comandos de la Policía son también creación de otro veterano estadounidense, Steven Casteel, ex dirigente de la DEA que trabajó como asesor en el Ministerio del Interior. Casteel participó en la caza del narcotraficante Pablo Escobar, durante la cual la DEA colaboró con la organización paramilitar Los Pepes, que después se transformó en las Autodefensas Unidas de Colombia, que reúne a los escuadrones de la muerte del país. En 2006, la Organización para el Seguimiento y el Control dijo que “el 92% de los 3.498 cuerpos encontrados en varias regiones de Iraq habían sido arrestados por oficiales del Ministerio del Interior. Nada se sabía del destino de los arrestados hasta que sus cuerpos acribillados eran encontrados con marcas de torturas”.

FUERZAS OCUPANTES

En octubre de 2006, The Lancet informó de que el 92% de las entre 426.000 y 794.000 muertes violentas a raíz de la ocupación se debió a violencia directa; el 31% fueron asesinados por las fuerzas de la ‘coalición’. Los iraquíes de la provincia de al-Anbar y de otras zonas informan regularmente de asesinatos perpetrados por las fuerzas estadounidenses que muchos creen que forman parte de una estrategia genocida.

BANDAS CRIMINALES

Las bandas criminales, que secuestran para lograr un rescate, juegan un papel marginal pero instrumental en la inestabilidad de Iraq. Son el único grupo que no está ligado estructuralmente a la ocupación, pero puesto que pueden perpetrar sus crímenes con impunidad bajo la mirada de 750.000 miembros de fuerzas de seguridad sin miedo a ser perseguidos, se sospecha que el ocupante cuanto menos tolera esos crímenes con la intención de provocar el caos para derrotar a la resistencia.