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Israel provoca a Siria

Sergio Yahni, Alternative Information Center (AIC)

A las 10 de la mañana del 6 de septiembre, cinco cazas de la Fuerza Aérea Israelí (FAI) sobrevolaron el norte de Siria, penetrando en su espacio aéreo desde el Mediterráneo. Los aparatos volaban a muy baja altura, creando un estruendo supersónico que podía oírse desde el suelo. Civiles y personal militar sirios avistaron los aviones que volaban en dirección noroeste-noreste ya en Siria

Traducción: Pablo Carbajosa


A las 10 de la mañana del 6 de septiembre, cinco cazas de la Fuerza Aérea Israelí (FAI) sobrevolaron el norte de Siria, penetrando en su espacio aéreo desde el Mediterráneo. Los aparatos volaban a muy baja altura, creando un estruendo supersónico que podía oírse desde el suelo. Civiles y personal militar sirios avistaron los aviones que volaban en dirección noroeste-noreste ya en Siria.

Funcionarios sirios sostienen que los aviones lanzaron algún tipo de explosivo. Se encontraron dos tanques de combustible en el sur de Turquía, en una zona adyacente a la frontera siria.

Las autoridades israelíes se han negado a comentar el incidente, rechazando incluso confirmar o desmentir que tuviera lugar. Inmediatamente después del mismo, Alex Fishman, analista militar del mayor diario de Israel, Yediot Aharonot, declaró que los aparatos israelíes volaban a baja altura para provocar un estampido supersónico, dado que deseaban hacer notar su presencia.

Los aviones de la FAI vuelan por lo general a una altura más elevada en misiones regulares de reconocimiento con el fin de no ser detectados por el radar y por seguridad del vuelo. [1]

En su artículo Fishman denunciaba también lo contradictorio de las afirmaciones sirias de que los aparatos de la FAI hubieran lanzado bombas sobre suelo sirio. De acuerdo con Fishman, los aviones que vuelan a velocidad supersónica no pueden llevar munición externa.
Pocos días más tarde, la administración norteamericana rompió el silencio mantenido por las autoridades militares y civiles israelíes. El 11 de septiembre el Washington Post y la CNNinformaron de que la aviación de la FAI había bombardeado objetivos en Siria.

En una información de la CNNfechada el 11 de septiembre, Christian Amanpour citaba fuentes de Oriente Medio y Washington que afirmaban que Israel había bombardeado un convoy que transportaba armas de Irán a Hezbolá mientras atravesaba territorio sirio. El diario israelí Haaretz siguió la información de CNN, afirmando que fuentes americanas declaraban mostrarse satisfechas con la operación israelí.

Según Haaretz, el bombardeo constituye un mensaje de aviso a Siria e Irán de que son vulnerables y pueden ser atacados a conveniencia. [2]

El New York Times del 12 de septiembre citaba fuentes anónimas de Washington que confirmaban la misión de la FAI y sostenían que la misión consistió en bombardear escondites de armas iraníes para Hezbolá. El New York Times también citaba a un funcionario anónimo de Washington que declaró que "Israel había llevado a cabo vuelos de reconocimiento sobre Siria, tomando imágenes de posibles instalaciones nucleares que funcionarios israelíes creían que podrían haber recibido material de Corea del Norte". [3]

El 15 de septiembre, el Washington Post informó de que "el ataque parece estar vinculado a la llegada tres días antes de un carguero que transportaba material de Corea del Norte etiquetado como cemento".[4]

Según Yosi Melman, analista de inteligencia de Haaretz, la "web" del puerto sirio de Tartous (www.tartousport.com) registró el arribo de un barco de nombre al-Hamed con bandera norcoreana y que transportaba cemento.

Melman afirma que es posible que fuese al-Hamed el barco norcoreano que desencadenara el ataque y añade que el reporte de atraque de la "website" se cambió después de que apareciese la información del Washington Post, de manera que pudiera leerse que el barco era de bandera siria. No obstante, el informe de Haaretz también establece que en la "website" del Ministerio de Transportes de Egipto (www.MTS.gov.eg), se encuentra un registro del 28 de julio, casi un mes antes, del atraque del al-Hamad en el Damietta Port Said en el Delta del Nilo y que "esta página registró el navío como de bandera surcoreana".

Los conservadores norteamericanos e Israel vienen afirmando desde hace mucho que Siria coopera con Corea del Norte para hacer avanzar su programa nuclear de civil a militar.[5] Además, Andrew Semmel, Vicesecretario de Estado interino para política de no proliferación nuclear se hizo eco de esta afirmación, declarando a la Associated Pressen Roma que los norcoreanos estaban en Siria y que Damasco puede haber mantenido contactos con "proveedores secretos" para hacerse con equipamiento nuclear. "Hay indicadores de que tienen algo en marcha", afirmó. [6] Asimismo, John Bolton, ex embajador norteamericano ante las Naciones Unidas, sostiene que la FAI atacó una instalación nuclear.[7]

Sin embargo, la Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA), así como instituciones de investigación independientes mantienen que no hay signos de que Siria disponga de un programa nuclear militar. [8] Por ende, un informe publicado por la Agencia Sueca de Investigación sobre Defensa [9] sostiene que "Siria no alberga ambición alguna de un programa nuclear militar". De acuerdo con este estudio, Siria carece además de los recursos técnicos y económicos necesarios para dicho programa.

Pese a que hay cada vez más pruebas de lo improbable de las ambiciones nucleares militares de Siria, parece que el silencio oficial israelí y las declaraciones en su mayor parte anónimas de funcionarios norteamericanos se orientan a describir a Siria como un peligro nuclear. Debido a la clara posición de la AIEA de que Siria no posee un programa nuclear militar y a la ausencia de pruebas de que dicho programa exista, ni los Estados Unidos ni Israel pueden acusar abiertamente a Siria de mantener un programa de ese género o utilizar la presunta capacidad nuclear de Siria para justificar una guerra.

Pero con la ayuda del Washington Post, el New York Times y la prensa israelí, Israel y la administración norteamericana han logrado crear una falsa impresión e influir de forma significativa en la opinión pública. Por lo que parece, la operación de la FAI no consistió en bombardear instalaciones nucleares o escondites de armas iraníes; más bien se trata de una provocación destinada a llevar a Siria a la guerra. Si no responde a esta provocación, habrá una segunda o tercera para forzar al régimen sirio a reaccionar. Entonces, los pirómanos que mandan en Washington y Tel Aviv procederán a prender fuego a un nuevo conflicto en Oriente Medio.

El único camino para evitar la guerra estriba hoy en una clara movilización internacional para defender a Siria de las agresiones israelíes apoyadas por los Estados Unidos. Defender a Siria deslegitimaría una guerra que comenzaría con falsos pretextos y provocaría nuevos desastres en la región.

[1] Alex Fishman, Yediot Aharonot, 7 de septiembre de 2007.
[2] Haaretz, 12 de septiembre de 2007.
[3] New York Times, 12 de septiembre de 2007.
[4] Washington Post, 15 de septiembre de 2007.
[5] Véase, por ejemplo, el testimonio de John R. Bolton, Subsecretario de Control de Armamento y Seguridad Internacional ante el Comité de Relaciones Internacionales y Subcomité sobre Oriente Medio y Asia Central del Congreso norteamericano, 16 de septiembre de 2007.
(http://www.globalsecurity.org/wmd/library/congress/2003_h/wmd-030916-408986
[6] New York Times, 15 de septiembre de 2007.
[7] Washington Post, 16 de septiembre de 2007.
[8] Haaretz, 16 de septiembre de 2007.
[9] "Syria and WMD Incentives and Capabilities", Magnus Normark, Anders Lindblad, Anders Norqvist, Björn Sandström, Louise Waldenström, FOI-R--1290--SE - June 2004 ISSN 1650-1942.