La emisión de sellos conmemorativa del XX aniversario de las relaciones diplomáticas España-Israel abunda en la asimetría de la política española y en el desequilibrio para ser un agente por una paz justa en la zona.

Próximamente el Organismo de Correos va a emitir un sello conmemorativo del XX Aniversario de las Relaciones Diplomáticas entre España e Israel. Esta actuación se enmarca dentro del programa aprobado por el Ministerio de Exteriores para conmemorar dicha fecha que ha tenido otras actuaciones como el patrocinio de un Seminario en los Cursos de Verano de la Universidad Complutense a primeros de julio de este año, en plena represión de los Territorios Ocupados palestinos.

El Gobierno español cuando estableció relaciones diplomáticas con dicho Estado dijo que lo hacía en "su convicción de que todas las partes implicadas debería aceptar y respetar las Resoluciones pertinentes de las Naciones Unidas". Insistía en las labores conjuntas de mediación 'España expresa su confianza de que, con su ingreso en la Comunidad Europea, puede contribuir más activamente a abrir la vía a una solución global, justa y duradera del conflicto'.

Veinte años después, los diferentes Gobiernos israelíes de toda naturaleza avalan y mantienen la expulsión y encarcelamiento de palestinos y la expropiación de sus tierras. La ocupación israelí se quiere hacer estructural con nuevas colonias, se construye un Muro y se cambia la naturaleza demográfica de Jerusalén. Mientras tanto, los Gobiernos europeos, entre ellos, el español, renuevan y refuerzan al Estado israelí concediéndole un Acuerdo de Asociación Preferencial aduanero y le incentivan aceptando el intercambio de armas, mirando para otro lado ante su armamento nuclear no declarado e incluso el Gobierno español aprobó hacer maniobras militares en el Mar Negro y ejercitar a naves israelíes que al cabo de unas semanas bombardearon Líbano.

Por todo ello, es un sarcasmo la emisión de ese sello conmemorativo. ¿Para cuándo un sello sobre los refugiados palestinos que Israel impide volver a sus hogares? ¿Para cuándo recordar las matanzas periódicas realizadas al amparo de su ejército como Deir Yasin o Sabra y Chatila? ¿Para cuándo reclamar la libertad de los más de 10000 secuestrados palestinos y árabes por las fuerzas israelíes?¿Para cuándo hacer acciones concretas contra la potencia ocupante, en lugar de aceptar en la práctica sus hechos consumados?

Las dobles varas de medir se repiten y se acrecientan.

Mantener la situación actual, un estatus quo que deja ampliar el Muro y que consiente la Ocupación es ser cómplices de ella. No es conveniente una interposición que sólo pretenda mantener la injusticia de la ocupación y el desarraigo de sus pobladores originarios.

Por eso, la emisión de un sello conmemorativo publicitario en pleno ejercicio de los desmanes de la Ocupación y sin que la política española haya hecho acciones concretas, como podrían ser la paralización de intercambios militares, suspensión del Acuerdo de Asociación entre la Unión Europea e Israel, etc revela el desequilibrio de su política y la complicidad con el Ocupante israelí.