'La convocatoria de elecciones
anticipadas del presidente Abbas es un error y la única
solución es un gobierno de unidad nacional'
Entrevista con el Dr. Gazi Hamad,
portavoz del gobierno palestino
Lana
Shaheen / Palestine Times (sin fecha)
CSCAweb: 18-01-07 - Traducción de Agustín Velloso
"(...)
esperamos poder reconciliarnos de alguna manera y recuperar la
confianza mutua. Ambos han de formar un frente unido para enfrentarse
a los obstáculos. Hay luz al final del túnel. No
es fácil para Hamas o Fatal asumir la responsabilidad
en solitario. Han de confiar uno en otro para que el ciudadano
sea quien gane".
La convocatoria de elecciones
presidenciales y legislativas anticipadas del presidente Abbas,
ha sido rechazada por Hamas que ha insistido en su inconstitucionalidad.
¿Por qué?
Creo que las elecciones son
un error porque no resuelven el problema y no dan satisfacción
a la mayoría de los palestinos. En primer lugar no son
aceptadas por todas los grupos palestinos. El diálogo
nacional se basaba en el Documento de los Presos, que da cuerpo
al consenso palestino y se reflejaba en conversaciones reales
entre esos grupos acerca de una tregua. La celebración
de elecciones a estas alturas hará que se agrande la división
entre los palestinos
En segundo lugar, si Hamas,
o Fatah, gana las elecciones, tendrá que volver a las
negociaciones igualmente. Creo que el gobierno de unidad nacional
ha de ser aceptado por todos los poderes y grupos palestinos.
Más bien, la no celebración de elecciones ahorran
tiempo, tensión y derramamiento de sangre. En cuanto a
la cuestión de la legalidad de las elecciones, nuestro
ministro de justicia asegura que no son legales. No quiero insistir
más en este punto.
Usted insiste en que la
única opción para los palestinos es el diálogo
nacional. Tras cinco meses de conversaciones, este diálogo
ha llegado a un punto muerto y es lo que ha llevado al presidente
Abbas a convocar elecciones, así que ¿busca un
diálogo por el mero hecho de seguir dialogando?
Creo que las elecciones no
serán provechosas ni darán ningún beneficio.
El problema está en que la idea de formar un gobierno
de unidad nacional no se discutió desde un primer momento
y que únicamente en las tres o cuatro últimas semanas
empezamos a tratarla. Todo estaba siguiendo su curso hasta que
llegó el momento de discutir la distribución de
los ministerios, y entonces aparecieron los problemas, en particular
con los de economía y asuntos exteriores. Sin embargo,
aún se puede seguir el diálogo. Es preciso trabajar
con una perspectiva diferente y entonces podremos alcanzar el
objetivo final.
¿El gobierno de unidad
nacional?
Sí, pero todo se ha
venido abajo.
¿Por qué?
El problema reside en la forma
dialogar. Según mi experiencia hemos estado trabajando
todo el tiempo en una dirección determinada sin poder
alcanzar el objetivo
¿Cuál es la
solución?
Ni Hamas ni Fatah pueden trabajar
de forma independiente. Tanto si Hamas, o Fatah, gana, el nuevo
gobierno elegido ha de trabajar en colaboración porque
la situación es muy complicada. Nos enfrentamos a muchos
problemas con la ocupación siempre sobre nosotros. Sufrimos
a causa del caos y el desempleo. Los dos partidos se necesitan
mutuamente. Por eso el diálogo nacional es la única
solución a nuestra crisis y las elecciones no son la varita
mágica que resolverá nuestros problemas.
Pero el recurso a los electores
palestinos puede resolver los problemas. ¿Por qué
Hamas insiste en rechazar esta opción? ¿Tiene miedo
Hamas de la decisión de los palestinos?
En enero ganamos las elecciones.
En vez de convocar nuevas elecciones, que solamente incrementarán
la tensión, el presidente Abbas ha de facilitar el encuentro
entre Hamas y Fatal para que encuentren una solución juntos
Unas nuevas elecciones no servirán para eso.
Pero el presidente Abbas,
en su alocución a los palestinos, afirmó su voluntad
de reanudar el diálogo.
Nosotros realizamos enormes
esfuerzos para formar un gobierno de unidad nacional capaz de
terminar con el asedio [israelí], que es nuestra máxima
prioridad. Hicimos muchas concesiones. El Primer Ministro Haniyeh
decidió dejar su puesto y aceptamos excluir a los líderes
políticos de Hamas del Nuevo gobierno. Dimos al presidente
Abbas una oportunidad de decir al mundo entero que existe la
posibilidad de reanudar su apoyo al gobierno palestino. Nuestra
preocupación es la seguridad y la economía, pero
el problema vino a la hora de distribuir los ministerios. Hamas
tiene la mayoría en el parlamento. Insistimos en que el
de economía y el de información han de ser para
Hamas y sugerimos que lo apropiado es que el de interior y asuntos
exteriores sean también para Hamas. También dijimos,
sin embargo, que podemos encontrar algunas personas aceptables
para la comunidad internacional. Pero esto fue rechazado por
el presidente. Se puede decir que no estamos interesados en que
nuestra gente muera por inanición y que estamos haciendo
todo lo posible para encontrar soluciones, pero sin concesiones.
Pero la situación
palestina se deteriora día a día.
Nos preocupamos realmente por
la gente, pero no tenemos obligación de aceptar lo que
quiere el presidente.
Lo que quiere el presidente
es un gobierno de unidad nacional aceptable por la comunidad
internacional.
Podemos volver al Documento
de los Presos en tanto que es la base desde la que comenzaron
las conversaciones y darlas así una oportunidad. Desde
que llegamos al poder nos hemos enfrentado con un bloqueo internacional.
Estamos también bajo presión interna debido a las
diferencias entre los grupos políticos. Los grupos palestinos
han de hablar y discutir detalladamente los requisitos para la
formación del gobierno de unidad nacional. Los grupos
no aceptan las condiciones del cuarteto. Le hemos dado a Abu
Mazen un gran margen de maniobra política. Hemos dicho
que la OLP tiene autorización para responsabilizarse de
la cuestión política y que el presidente puede
seguir negociando con Israel.
El primer ministro Haniyeh
ha acordado reconocer indirectamente el derecho de Israel a
existir como contrapartida a que Israel acepte el establecimiento
del Estado Palestino dentro de las fronteras anteriores a la
ocupación de 1967.
Sí, aceptamos el Estado
dentro de las fronteras de 1967, pero si reconocemos a Israel,
¿quién nos garantiza que Israel reconocerá
los derechos de los palestinos? Algunos nos dijeron que cuando
reconozcamos a Israel tendremos todo, pero según nuestra
experiencia no hay garantías con Israel. Al menos hemos
de contar con una declaración clara por parte de Israel
que lo que tenga lugar ha de ser algo serio. Pero no podemos
aceptar que Olmert diga que no puede mover el asentamiento de
Ma'ale Adumim, o que Jerusalén es la capital de Israel.
La causa palestina se basa en el acceso de los palestinos a Jerusalén
y su derecho a vivir allí, así como en el retorno
de los refugiados. No podemos hacer concesiones en estos dos
asuntos.
¿Qué hay de
la confianza entre la presidencia y el gobierno?
Aún hay un alejamiento
entre ambos. Ambos han de cooperar y coordinarse o la situación
será terrible. Hay personas que tratan de aumentar ese
alejamiento. Pero esperamos que podamos reconciliarnos de alguna
manera y recuperar la confianza mutua. Ambos han de formar un
frente unido para enfrentarse a los obstáculos. Hay luz
al final del túnel. No es fácil para Hamas o Fatal
asumir la responsabilidad en solitario. Han de confiar uno en
otro para que el ciudadano sea quien gane.
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