La resistencia iraquí
aparece cada vez más unida
Jim Lobe
International
Press Service,
15 de febrero, 2006
CSCAweb: 22 de febrero, 2006
"Esto
no significa que las diferencias entre grupos insurgentes no
existan y que no pueda llegar la hora de la verdad pero
sólo después de la retirada norteamericana. 'Hasta
el día de hoy los objetivos de la oposición armada
han sido reducidos a uno fundamental: liberar a Iraq del ocupante
extranjero. Más allá de eso, todo es ambigüedad'".
A pesar de los informes que
dan cuenta de crecientes tensiones e incluso choques esporádicos
entre islamistas y nacionalistas, la insurgencia iraquí,
fundamentalmente suní, aparece cada vez más unida
y segura de su victoria. Esta conclusión se recoge en
un informe publicado por el International Crisis Group (ICG),
con sede en Bruselas, Bélgica.
El informe, con una extensión
de 30 páginas y que se basa en un análisis de los
comunicados públicos de los grupos insurgentes, así
como en entrevistas y estudios anteriores de ICG sobre la insurgencia,
llega a la conclusión de que los grupos rebeldes se han
adaptado a las tácticas cambiantes de los estadounidenses,
en el campo político y en el militar, con rapidez y eficacia.
"A lo largo de este tiempo,
la insurgencia parece estar más coordinada, más
segura de sí misma, más atenta a las necesidades
de su entorno, y más capaz para aprender de los éxitos
del enemigo y de errores propios.", según recoge
el informe titulado: "Con sus propias palabras: una lectura
de la insurgencia iraquí" (título original:
"In their own Words: Reading the Iraqi Insurgency")
[1]. "Los EEUU deben tener en cuenta estos factores
si quieren comprender la flexibilidad de la insurgencia y aprender
a contrarrestarla", añade el estudio; destacando
que las respuestas más efectivas incluyen refrenar y disolver
los grupos milicianos sectarios y dejando claro en diversas ocasiones
que el gobierno de Washington carece de proyectos para los recursos
petrolíferos iraquíes o para las bases militares
en Iraq.
El informe se basa principalmente
en lo que los insurgentes han dicho en sus portales de internet,
en foros, tertulias, vídeos, grabaciones de audio y panfletos,
emitidos desde el momento de la invasión y en cómo
han evolucionado esos mensajes. Este estudio se publica mientras
tienen lugar intensos, pero hasta ahora infructuosos, esfuerzos
de la embajada estadounidense para negociar la composición
de un nuevo gobierno en Bagdad que coloque a destacadas personalidades
suníes en puestos clave del mismo.
Si bien la mayor parte de los
textos, según ICG, son propagandísticos, abren
una "ventana que permite observar a la insurgencia",
capaz de informar a los analistas sobre sus debates internos,
sus niveles de coordinación, sus impresiones sobre el
enemigo y su propio campo, así como los cambios en táctica
y estrategia.
Este análisis textual
arroja conclusiones que chocan en lo fundamental con muchos de
los supuestos presentes y pasados que sobre la insurgencia mantiene
del gobierno de Washington. En realidad, "los EEUU luchan
en Iraq contra un enemigo que apenas conocen" asegura el
informe.
Por ejemplo, la idea de que
la insurgencia está dividida entre nacionalistas iraquíes
y yihadistas extranjeros, sobre todo la Organización Al-Qaeda
en Mesopotamia (QOM, según sus siglas en inglés),
liderada por Abu Mus'ab al-Zarqawi, parece cada vez más
discutible, según el informe, que apunta a que ha habido
una "convergencia paulatina" en la táctica y
en la retórica de los grupos de la resistencia. "Hace
un año los diferentes grupos estaban divididos en cuanto
a acción práctica y propuestas ideológicas,
pero los debates han llegado a arreglar esas diferencias por
medio de la convergencia en torno a la jurisprudencia islámica
suní y a los motivos de queja árabe-suníes".
"En la práctica, se ha hecho imposible calificar
el discurso de un grupo en particular como "yihadista"
en oposición a "nacionalista" o "patriótico",
con la excepción del partido Baaz, cuya presencia sobre
el terreno ha sido particularmente ineficaz."
Esa categorización era
menos cierta durante la primera mitad del 2005, cuando salieron
a la luz los informes sobre choques armados entre ambas clases
de grupos insurgentes; pero desde entonces, y a pesar de los
grandes esfuerzos estadounidenses para abrir una brecha entre
ellos, los grupos han armonizado su retórica en gran medida.
En ese sentido, "algunos informes recientes de negociaciones
entre grupos nacionalistas y las fuerzas estadounidenses con
el fin de formar una alianza contra los yihadistas extranjeros
parecen, como mínimo, exagerados", continúa
diciendo el informe. Se apunta que tal doblez habría sido
anunciada y denunciada por los demás. Más aún,
"ningún grupo armado ha dado a entender hasta ahora
que puede estar dispuesto a negociar con las autoridades estadounidenses
e iraquíes". "Si bien las conversaciones encubiertas
no se pueden descartar, el discurso público permanece
uniforme e implacablemente hostil a la ocupación y a sus
colaboradores".
Esto no significa que las diferencias
entre ambas clases de grupos insurgentes no existan y que no
pueda llegar la hora de la verdad pero sólo después
de la retirada norteamericana. "Hasta el día de hoy
los objetivos de la oposición armada han sido reducidos
a uno fundamental: liberar a Iraq del ocupante extranjero. Más
allá de eso, todo es ambigüedad".
Mientras tanto, los grupos
se han hecho progresivamente conscientes de su imagen y de la
necesidad de prestar atención a la opinión pública
de los suníes, de otros iraquíes y de Occidente.
Así, responden de manera inmediata y sistemática
a las acusaciones de corrupción o a que se fijan como
objetivos a civiles inocentes, e incluso rechazan las acusaciones
de que están desarrollando una acción militar sectaria,
a pesar de las pruebas de ataques suicidas contra mezquitas chiíes.
De igual manera, han abandonado
tácticas que han demostrado ser especialmente repugnantes
para esas opiniones públicas, tales como la decapitación
de rehenes o los ataques a los votantes que acuden a las urnas.
Y "mientras niegan cualquier intento de privar a la población
de agua y electricidad no se ponen ningún límite
a la hora de atacar las instalaciones petrolíferas, que
se ven como botín y parte de los planes estadounidenses
para explotar a Iraq".
De acuerdo con el informe,
cuatro grupos principales dominan en la actualidad los canales
de comunicación de la insurgencia y publican con regularidad
en una gran variedad de medios de comunicación. Tandhim
al-Qa'ida fi Bilad al-Rafidayn (La Organización de Al-Qaeda
en Mesopotamia), Jaysh Ansar al-Sunna (Partisanos del Ejército
de Sunna), Al-Jaysh al-Islami fil-'Iraq (el Ejército Islámico
de Iraq) y Al-Jabha al-Islamiya lil-Muqawama al-'Iraqiya (Frente
Islámico de la Resistencia Iraquí). La Organización
de Al-Qaeda en Mesopotamia, cuya capacidad operativa ha sido
exagerada por los militares estadounidenses buscó durante
el año pasado "Iraquizar" su imagen, en parte
reemplazando a Al-Zarqawi, jordano de origen, por un líder
iraquí, siempre según los informes existentes.
El Frente Islámico de la Resistencia Iraquí (Jami)
puede que sea "un órgano de relaciones públicas"
compartido por diferentes grupos armados y que tiende a una posición
más sofisticada y nacionalista que los otros, en su estrategia
retórica y de comunicación.
Otros cinco grupos armados
más acreditan haber llevado a cabo acciones militares.
Sin embargo, utilizan canales de comunicación menos estables
y complejos. Cuatro grupos más carecen de medios regulares
de comunicación para reivindicar acciones armadas mediante
declaraciones escritas o grabadas en vídeo.
Todos los grupos han cobrado
una mayor confianza en sí mismos a lo largo del año
pasado, según el informe, que señala que ese optimismo
no sólo se aprecia en los comunicados oficiales, sino
en las expresiones más espontáneas de militantes
y simpatizantes en los foros de Internet y en otros.
En un principio, consideraron
que la presencia estadounidense era extremadamente difícil
de eliminar, "pero ya no es así". "Hoy,
la perspectiva de una victoria rotunda y de una rápida
retirada de las fuerzas extranjeras se ha hecho más evidente,
reforzada por la pérdida de legitimidad y las dudas aparentes
de los estadounidenses, por sus anuncios ocasionales de traslado
de tropas a otros lugares, por el cada vez mayor declive en el
apoyo a la guerra dentro de EEUU y por los llamamientos a una
rápida retirada realizados por destacados políticos."
Más aún, "Cuando los estadounidenses se vayan
los insurgentes no tienen ninguna duda de que las fuerzas de
seguridad y las instituciones iraquíes, se hundirán
de forma inmediata."

Nota:
1. "In
their own words: Reading the Iraqi insurgency", Middle
East Report, Nº50, 15 February 2006. International Crisis
Group
Versión original del informe en inglés/see English
version: International Crisis Group (Crisis Group) - Conflict
prevention and resolution
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