Carta abierta a la UNESCO
Sudáfrica
e Israel: dos pesos, dos medidas
Electronic
Intifada, 2 de marzo de 2005
CSCAweb (www.nodo50.org/csca), 18 de marzo de 2005
"Apoyando
la creación de la Organización Científica
Israelo-palestina (OSIP), la UNESCO entra en conflicto con la
decisión del Consejo Palestino para la Educación
Superior, que ha rechazado en repetidas ocasiones la "cooperación
técnica y científica entre universidades palestinas
e israelíes". Además, esa acción entra
en conflicto también con el Llamamiento de los palestinos
al boicot de instituciones universitarias israelíes ()
Los proyectos conjuntos que pretenden ser apolíticos,
están en realidad de lo más politizados, por no
tener deliberadamente en cuenta el contexto de opresión
colonial, y por implicar de manera falsa la posibilidad de alcanzar
la paz sin abordar las causas que están en la raíz
del conflicto. Las colaboraciones exhibidas como apolíticas
no hacen más que sustituir por gestos efímeros
y superficiales la lucha real, necesaria para llegar a una paz
justa y duradera. Por consecuencia, no sirven a la causa de la
paz".
A atención de Sr.
Koichiro Matsuura
Director general de la UNESCO
Pza. De Fontenoy, 7
75352 Paris
2 de marzo de 2005
Estimado Señor,
En nombre de la Campaña
Palestina para el Boicot Universitario y Cultural de Israel (CPBUCI),
nos dirigimos a usted para expresar nuestra profunda preocupación
ante el reciente apoyo por parte de la UNESCO del establecimiento
de una organización científica conjunta palestino-israelí
que, según nuestro punto de vista, marca un serio retroceso
en la causa por una paz justa en Palestina.
Bajo la noble intención
del Día Mundial de la Ciencia acerca de "ayudar a
los jóvenes a centrar su atención en la ciencia,
y el hecho que sus fines son conformes a sus propios aspiraciones",
se dió salida a otro mensaje, sutil, pero muy perjudicial
políticamente. Apoyando la creación de la Organización
Cientídica Israelo-palestina (OSIP), la UNESCO entra en
conflicto con la decisión del Consejo Palestino para la
Educación Superior, que ha rechazado en repetidas ocasiones
la "cooperación técnica y científica
entre universidades palestinas e israelíes". Además,
esa acción entra en conflicto también con el Llamamiento
de los palestinos al boicot de instituciones universitarias israelíes,
que fue apoyadó por diez de los sindicatos, asociaciones
y organizaciones de Cisjordania y de Gaza, incluída la
Federación de los Sindicatos de Porfesores y Empleados
de las universidades palestinas. [1]. Es más, al otorgar
su bendición a la OSIP, la UNESCO ofrece una cobertura
internacional a un claro intento por parte de Israel de mejorar
su imagen en el mundo y su estatuto en las organizaciones de
la ONU, sin tener que someterse a la ley internacional que exige
que se ponga fin a la ocupación, ilegal entre otras formas
de opresión del pueblo palestino.
De manera cada vez más
habitual, actividades aparentemente inocentes y con un objetivo
noble, a veces con buenas intenciones y a menudo sin ellas, son
utilizadas para dar la impresión que si los palestinos
y israelíes trabajan en común en proyectos científicos,
medioambientales, culturales o de sanidad, hacen en cierto modo
que la paz sea posible o más accesible. Nada puede estar
más lejos de la verdad. Los proyectos conjuntos que pretenden
ser apolíticos, están en realidad de lo más
politizados, por no tener deliberadamente en cuenta el contexto
de opresión colonial, y por implicar de manera falsa la
posibilidad de alcanzar la paz sin abordar las causas que están
en la raíz del conflicto. Las colaboraciones exhibidas
como apolíticas no hacen más que sustituir por
gestos efímeros y superficiales la lucha real, necesaria
para llegar a una paz justa y duradera. Por consecuencia, no
sirven a la causa de la paz.
Sólamente cuando cese
la opresión podrán desarrollarse unas relaciones
normales entre pueblos, no antes y no como preludio. Desde nuestro
punto de vista, los únicos proyectos conjuntos que deben
ser animados para hacer frente a la injusticia, son aquellos
que contibuyen a resistir a esa injusticia. Como mínimo,
todo proyecto conjunto debe basarse fundamentalmente sobre el
principio de igualdad y el rechazo de la ocupación militar
y de la discriminación racial. Lamentablemente, estos
dos elementos esenciales están manifiestamente ausentes
en la descripción del proyecto de la OSIP y su aprobación
del mismo. El apoyo de la OSIP por parte de la UNESCO legitima,
por consecuencia, el intento de transmitir la idea falsa de una
posibilidad de coexistencia pacifica y de una cooperación
científica a pesar de la opresión, en lugar de
promover todos los esfuerzos para poner fin a esa opresión.
El Llamamiento de los palestinos
al boicot universitario y cultural de Israel se basa en la opresión
sistemática y permanente de los palestinos por parte de
Israel, bajo tres formas principales: la ocupación ilegal
de los Territorios palestinos; el sistema de discriminación
racial contra sus propios ciudadanos palestinos; y el hecho de
negar el derecho de volver a sus casas y a sus tierras a los
refugiados palestinos, en violación de las resoluciones
de las NNUU.
En estas circunstancias, el
llamamiento a las sanciones no es patrimonio exclusivo de los
palestinos, ni mucho menos.
Durante el Apartheid en Sudáfrica,
las Naciones Unidas establecieron un sistema de sanciones que
finalmente llevó a la caída del régimen
racista de este país y ayudó a crear un gobierno
democrático. Los científicos, atletas, artistas,
universitarios y hombres de negocios sudafricanos, todos fueron
objeto de boicot. Como sabemos todos, la UNESCO jugó un
papel notable y ampliamente aprobado, promoviendo las sanciones
y diversas formas de boicot contra la Sudáfrica del apartheid,
organizando nada menos que ocho conferencias y seminarios internacionales,
abordando una amplia gama de temas, incluyendo la "solidaridad",
la "resistencia a la ocupación, la opresión
y el apartheid", el "boicot deportivo del apartheid".
[2] El acontecimiento más significativo que hizo que se
pusieran en marcha las sancciones, en aquel caso, fue la opinión
consultiva del Tribunal Internacional de Justicia en 1971, que
denunciaba como ilegal la ocupación de Namibia por Sudáfrica.
Cuando el Tribunal Internacional pronunció la misma opinión
el 9 de julio de 2004, condenando el muro colonial de Israel
y en general el régimen de ocupación que viola
la ley internacional, los palestinos, los árabes y los
amigos de la paz en todo el mundo esperaban que NNUU y sus instituciones
pusiesen en marcha medidas punitivas contra Israel para que cumpliera
las resoluciones de Naciones Unidas.
Creadores de opinión
concienciados y organizaciones apoyaron esas medidas bajo diferentes
formas. El arzobispo emérito Desmond Tutu, premio Nobel
de la Paz y defensor de los derechos humanos, estableció
recientemente unas similitudes entre Israel y la Sudáfrica
del apartheid, llamano a boicotear a Israel,de manera similiar
a lo que se hizo con Sudáfrica. [3] La semana pasada,
el Consejo Ecuménico Mundial animó a sus miembros
a "considerar seriamente la toma de medidas" contra
Israel para que ponga fin a la ocupación de los Territorios
Palestinos [4]. El Consejo aprobó la actuación
de la Iglesia presbiteriana americana, que consiste en dejar
de invertir, de forma selectiva, en compañías relacionadas
con la ocupación israelí ilegal. Numerosas universidades
estadounidenses y europeas están empezando a considerar
el cese de inversiones en Israel o la aplicación de boicots
selectivos de sus instituciones. Algunos representantes británicos
y miembros del Parlamento lanzaron una campaña contra
el Muro colonial y algunos llegaron incluso a exigir sanciones
significativas contra Israel [5].
Lamentablemente, algunas organizaciones
de las NNUU, por el contrario, optaron por cerrar los ojos o
minimizar la gravedad de la ocupación, la opresión
y el apartheid cometidos por Israel, de ese modo dandole vía
libre para despreciar animosamente las leyes internacionales.
El apoyo por parte de la UNESCO de proyectos conjuntos palestino-israelíes
que desconocen por completo la realidad de la ocupación
y la opresión sobre el terreno, nos parece por tanto inexplicable
y decepcionante.
En la medida en que las instituciones
universitarias israelíes ( en su mayoría bajo el
control del Estado), y una mayoría de los científicos
y universitarios israelíes son responsables de esta situación,
sea contribuyendo directamente al mantenimiento, defensa o justificación
de la opresión sobre los palestinos por parte de su Estado,
sea siendo cómplice por permanecer en silencio, creemos
que la comunidad internacional, encabezada por NNUU y sus organizaciones,
debe llamar al boicot y a las sanciones contra instituciones
universitarias y científicas israelíes.
Inspirados por la solidaridad
internacional, la coherencia moral y la resistencia a la injusticia,
nosotros, universitarios e intelectuales palestinos, pedimos
a la UNESCO que retire inmediatamente su apoyo a la OSIP y demás
iniciativas semejantes de asistencia, cooperación o de
promoción de instituciones cintíficas y culturales
israelíes, hasta que Israel cese las violaciones de los
derechos humanos de los palestinos y se conforme a los justos
preceptos de la ley internacional y a las resoluciones de las
Naciones Unidas.
Atentamente,
Omar Barghouti, investigador independiente y coreógrafo;
miembro fundador de la Campaña Palestina para el Boicot
Universitario y Cultural de Israel.
Dra. Jacqueline Sfeir, educadora; miembro del gabinete consultivo
de la Campaña Palestina para el Boicot Universitario y
Cultural de Israel.
Notas:
[1] El texto
completo del Llamamiento de los palestinos al boicot, apoyado
por decenas de sindicatos, asociaciones y organizaciones palestinas,
en Cisjordania y en Gaza, se puede encontrar en www.right2edu.birzeit.edu/news/article 178. Para acceder a artículos
recientes en los que se debate el boicot universitario y cultural
de Israel, consulte www.bricup.org.uk/home/articles.html
[2] Para ver
la lista de los 8 seminarios y conferencias contra el apartheid
en Sudáfrica, patrocinados por la UNESCO, organizados
en 1975 y 1991, consulte www.anc.org.za/un/conf.html
[3] Desmond
Tutu, "Apartheid en Tierra Santa", The Guardian,
29 de abril de 2002.
[4] Comunicado
de prensa del Consejo Ecuménico Mundial, "WCC central
committee encourages consideration of economic measures for peace
in Israel/Palestine", 21 de febrero de 2005.
[5] Ver como
ejemplo el llamamiento a las sanciones lanzado por War on
Want y apoyado por la estrella de rock Rogers Waters en:
www.waronwant.org/?lid=9301
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