Declaración final de
la audicíón preliminar de la sesión italiana
del Tribunal Internacional sobre Iraq
Tribunal
Internacional sobre Iraq
(Edificio parlamentario Palacio Marini. Roma, 17 de diciembre
de 2004)
CSCAweb (www.nodo50.org/csca) , 24 de enero de 2005
Traducción para CSCAweb de Nalia Litvina
"Llamamos
al Movimiento Pacifista a lanzar una movilización para
exigir la retirada inmediata del contingente que ocupa el territorio
de Iraq, siendo ésta una condición indispensable
para que el pueblo iraquí pueda expresar libre e inmediatamente
su derecho a la autodeterminación. También llamamos
a todos los organismos competentes jurídicos o políticos,
nacionales, europeos o internacionales, a contribuir desde sus
respectivas esferas a la restauración de los derechos
que fueron pisoteados en Iraq y a castigar a los responsables
de los crímenes cometidos. Llamamos con urgencia a abrir
una investigación internacional sobre el ataque a Faluya,
donde, según testigos, fue perpetrada una tremenda e indiscriminada
masacre"...
La audición preliminar
de la sesión italiana del Tribunal Internacional sobre
Iraq, después de haber recogido y evaluado los testimonios
desde Iraq y las opiniones de los juristas, intelectuales, políticos,
expertos y publico general, concluye:
1 que la guerra contra Iraq desatada por EEUU
y Gran Bretaña en marzo de 2003, y la ocupación
que la siguió y continua hasta hoy día, no tiene
ninguna justificación válida y por lo tanto es
una clara violación de la ley internacional y la Carta
de las Naciones Unidas. Ciertamente, esos hechos están
en conformidad con la definición de "Crimen de agresión"
estipulada por el Tribunal de Nuremberg y por la Resolución
3314 (14 de diciembre de 1974) de las NNUU.
2 que para hacer frente a dicha agresión,
el pueblo iraquí ha creado un movimiento de resistencia
que ha ido adquiriendo distintas formas y que tiene derecho a
proclamar su legitimidad basándose en los postulados de
la Carta de NNUU y en la ley internacional.
3 que durante la guerra, que de acuerdo con lo
declarado constituye un crimen en sí misma, las fuerzas
de ocupación cometieron gran número de distintas
ilegalidades. Se adjunta una lista parcial para ilustrar lo dicho:
a) uso de fuerza masiva, desproporcionada
e indiscriminada que produjo, según estudios científicos
comprobados, al menos cien mil víctimas, la mayoría
de ellas a causa de los bombardeos;
b) numerosas violaciones de los Derechos Humanitarios en tiempos
de guerra y de la Cuarta Convención de Ginebra en la cual
se especifican las obligaciones para las fuerzas de ocupación
c) uso de armamento ilegalizado, como bombas de racimo y proyectiles
de uranio empobrecido que causaron efectos de devastación
indiscriminada;
d) destrucción del medio ambiente, cuyos efectos a largo
plazo o permanentes pesarán sobre las futuras generaciones
de toda la región;
e) destrucción premeditada de la infraestructura civil
(hospitales, escuelas, edificios administrativos/de policia);
f) saqueo de recursos naturales;
g) instauración de un gobierno no reconocido por el pueblo
iraquí que se mantiene en el poder únicamente por
medio de la presencia militar de fuerzas de ocupación,
lo cual viola el derecho a la autodeterminación del pueblo
iraquí;
h) la práctica de ejecuciones sumarias, secuestros, asesinatos,
encarcelamientos sin juicio previo y torturas contra cualquier
persona sospechosa de oposicón a la ocupación;
i) destrucción de un enorme patrimonio arqueológico,
histórico y artístico
j) asesinato premeditado de periodistas y testidos indeseados;
k) ataques premeditados contra establecimientos de la sanidad
pública tales como clínicas y hospitales;
4 que la decisión del gobierno italiano
de enviar tropas para apoyar a la ocupación es una evidente
violación del artículo 11 de la Constitución
( repudio de la guerra) y por tanto constituye un acto de complicidad
con las acciones criminales de los agresores y el poder de ocupación.
Además, el mandato especifico concedido a las tropas italianas
por su gobierno lo hace responsables de verse involucrado en
las violaciones perpetradas por las fuerzas de ocupación
que están expuestas anteriormente;
5 que se efectuaron reprensibles intentos de dividir
al pueblo iraquí por el hecho de pertenecer a una etnia,
corriente religiosa, poniendo en peligro de ese modo a la unidad
y soberanía del Estado iraquí. Merecen ser condenados
particularmente los sufrimientos causados a la mujer iraquí,
quien fue víctima principal de desorden y violencia creados
por la ocupación;
6 que en las sociedades occidentales se hicieron
público "hechos" ditorsionados o inventados
sobre la situación en Iraq lo cual constituye la retaguardia
del esfuerzo bélico , junto con la reducción o
eliminación autoritaria de libertades civiles;
7 que la reacción de la comunidad internacional
y sus instituciones a las violaciones de las normas internacionales
en Iraq y del derecho constitucional de las sociedades occidentales-
fue insuficiente e inadecuada para detener las ilegalidades cometidas.
Por lo tanto, la opinión pública internacional,
principal guardian de la ley internacional, está en el
derecho de pronunciarse sobre lo que sucedió y en particular
sobre los crímenes mencionados.
Basándonos
en esas conclusiones, nosotros, participantes de la audición
preliminar de la sesión italiana del Tribunal Internacional
sobre Iraq, formulamos los siguientes llamamientos:
Llamamos al Movimiento Pacifista
a lanzar una movilización para exigir la retirada inmediata
del contingente que ocupa el territorio de Iraq, siendo ésta
una condición indispensable para que el pueblo iraquí
pueda expresar libre e inmediatamente su derecho a la autodeterminación.
También llamamos a todos
los organismos competentes jurídicos o políticos,
nacionales, europeos o internacionales, a contribuir desde sus
respectivas esferas a la restauración de los derechos
que fueron pisoteados en Iraq y a castigar a los responsables
de los crímenes cometidos. Llamamos con urgencia a abrir
una investigación internacional sobre el ataque a Faluya,
donde, según testigos, fue perpetrada una tremenda e indiscriminada
masacre;
Por último, llamamos
al Secretario General de NNUU y a todos los organismos que trabajan
en la protección de derechos humanos a unirse a la presente
declaración.
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