Estrategia
para no ser un mono ciego, sordo y mudo
Homenaje a los periodistas
que intentan informar
Por la existencia del periodismo
en Iraq, no a los secuestros
Nota
CSCA - CSCAweb (www.nodo50.org/csca), 11 de febrero de 2005
El ataque
y secuestro de periodistas perjudica a la resistencia iraquí.
A pesar de que exista el peligro de la existencia de espías
y de personas de doble faz, mucho nos tememos que esas acciones
respondan a intereses espúreos a los intereses del pueblo
iraquí y estén más cercanos a una estrategia
de tapar oídos, ojos y boca del resto de los ciudadanos
del mundo.
Si en las guerras se planifica
el cómo influir en las opiniones públicas y hacerlas
refractarias al uso de la fuerza, al tiempo que ignorantes de
las razones que impulsan a sus promotores con señuelos
trabajados en departamentos de mercadotecnia, en la posguerra
ocurre eso y más.
En este caso, los promotores
de la guerra contra Iraq ya habían hecho ensayos en la
invasión de Granada, Panamá o el estropicio de
Somalia. Había todo un tratado de cómo intervenir
y trasladar a las opiniones públicas segmentadamente las
intervenciones en los territorios balcánicos. Y, además,
contaban con el factor del 'cansancio' popular.
Las personas occidentales,
maleducados en el lenguaje del acontecimiento, del suceso, en
la vertiginosidad de los periódicos o de los telediarios-ríos
que aplastan los titulares de un día para otro, prestamos
poca atención y huimos de los análisis, de la perspectiva
y la reflexión del porqué de las causas que son
el soporte de los eventos o hechos que si no son leídos
conjuntamente y con su cronología aparecen como una pléyade
de brutalidades sin sentido y acaban imponiéndose eslóganes
de 'paz' ante todo y como sea, sin mirar que lo que se está
apoyando es un estatus quo impuesto por la tiranía del
más fuerte, caso de Palestina o, simplemente, el hastío
y el aburrimiento. ¡Que lo resuelvan y ya no se plantea
el cómo, ni el porqué, ni quiénes, ni para
qué- ellos!
Fran Sevilla, redactor de Radio
Nacional, tras acabar su secuestro o aprisionamiento por
parte de una facción en Iraq, mostraba que el seguir la
noticia -en este caso el enfrentamiento de las milicias de Al
Sadr contra el ejército de ocupación estadounidense-
era peligroso, pero que era imprescindible si queríamos
tener una lectura diferente a los comunicados del departamento
de propaganda de Washington. El no estar presente, equivalía
a hacer las crónicas desde los hoteles de la línea
verde a base de las filtraciones de ese u otros departamentos
de propaganda, como bien ha descrito, Robert Fisk desde The
Independent.
Todo esto viene a cuento para
resaltar que, ante la carencia del ocupado de poder transmitir
sus ideas y preocupaciones, perseguidos y encarcelados los disidentes
de la ocupación, los ojos, oídos y boca de lo que
está ocurriendo allí, en Faluya, Kirkuk y en todo
Iraq depende de que personas, como los periodistas, en su día
también los brigadistas internacionalistas, transmitan
sus crónicas.
Esto también vale, quizá,
para los periodistas empotrados. Ellos son un reflejo de la realidad
precaria de una profesión y los intentos por parte del
atacante de humanizar su agresión. En todo caso, no vale
ningún 'paracaidista' que le den a cubrir el campeonato
de balonmano, el rumor de una crónica rosa o a los pobres
palestinos de las chabolas de Sabra y Chatila sin saber nada
de cada una de las cosas más que la charla con otro 'colega'
en el tramo aéreo del acontecimiento.
Por todo esto, entre la planificación
del cansancio mediático, la facilidad 'informativa' de
las crónicas fabricadas en videoconferencias desde los
estudios del Pentágono es muy meritoria la labor de aquellas
personas que intentan comprender, que buscan fuentes alejadas
de los apologetas y traban contacto con los ciudadanos de la
calle. De ahí, el realizar crónicas políticamente
incorrectas provienen los asesinatos de periodistas y las presiones
para cerrar Al-Jazzera. Por supuesto, los medios de comunicación
son empresas de comunicación y responden a los intereses
de sus patrocinadores. Pero caben rendijas en el sistema y, abren
otros espejos que afectan a la realidad del rey desnudo del imperialismo.
Y, por eso, el ataque y secuestro
de esas personas va en perjuicio de la resistencia iraquí.
A pesar de que exista el peligro de la existencia de espías
y de personas de doble faz. Mucho nos tememos que esas acciones
respondan a intereses espúreos a los intereses del pueblo
iraquí y estén más cercanos a una estrategia
de tapar oídos, ojos y boca del resto de los ciudadanos
de este mundo.
Si ahora nos congratulamos
de la imposición de la Medalla al Mérito al Trabajo
a Julio Anguita, José Couso, Julio Fuentes, Ricardo Ortega,
Jordi Pujol, Juantxu Rodríguez y Luís Valtueña,
debemos mostrar nuestro apoyo, solidaridad e insistir en la exigencia
de libertad de Taiysir Alony, Florence Aubenas y Giuliana Sgrena.
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