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IRAQ



Periodistas y espias

Abdel Wahab Badrakhan

Al-Hayat, 4 de octubre de 2005 / CSCAweb, 14 de octubre de 2005
Traducción de Natalia Litvina para CSCAweb

"La soldado Lindey England supo porqué se le encausaba y castigaba; sin embargo el proceso de imponer leyes a la fuerza sigue la tendencia de la globalización, especialmente en lo relacionado en la guerra contra el terrorismo. Por eso, el periodista Taysir Alony ha sido acusado por algo que el fiscal ha sido incapaz de demostrar".

El capítulo de la serie norteamericana sobre cómo golpear uno de los más importantes principios de la prensa libre, a saber, el derecho del periodista a proteger sus fuentes de información, ha llegado a su fin. Ésta es también una de las repercusiones del terremoto del 11-S, de la guerra contra el terrorismo y de la guerra contra Iraq. Judith Miller, periodista del New York Times y una de las mas destacadas "militantes" a la hora de asegurar la existencia de armas de destrucción masiva (ADM) en Iraq, ha sido liberada de prisión recientemente. Miller fue encarcelada tras haberse negado a revelar sus fuentes de información y la identidad de la persona que filtró la información de la CIA. Tras pasar doce semanas en prisión, y tras más de un año de investigación e interrogatorios, su fuente de información aceptó voluntariamente que Miller revelara su identidad. Mathew Cooper, otro reportero de la revista "Time" se vio sujeto a muchas presiones para que revelara sus fuentes: Carl Rove, el más destacado consejero del presidente Bush. En el caso de Miller, su fuente de información era Louis Libby, el jefe de equipo del vicepresidente Dick Cheney. La diferencia es que Cooper publicó las informaciones que le fueron confiadas, mientras que Miller fue perseguida por lo que no llegó a publicar: "se sabía que ella lo sabía". Otra diferencia es la del caso de la la agente Valerie Plame, quien tenía el derecho legal de permanecer "en el anonimato". Por ejemplo, los dos principales consejeros (Libby y Rove) violaron la ley. No está claro si serán acusados y juzgados o si sus jefes continuarán protegiéndoles. Debemos mencionar que el asunto al que nos estamos refiriendo ahora es el del "escándalo del Uranio", en el que se afirmaba que el antiguo presidente de Iraq había comprado uranio de Níger. Más tarde se descubrió, tras una investigación desarrollada por el esposo de Blame, el embajador Joseph Wilson, que todo era una invención.

Se dio cierta precipitación a la hora de depender de una fuente de información equivocada, incluso si esto conducía a la violación de la ley o afectar a un agente, que a fin de cuentas es un ciudadano de los EEUU y no un agente de la supuesta oposición iraquí. Sin embargo, esta carrera de demolición de principios continúa pese al hecho de que quienes estaban obsesionados con la guerra ya la han ganado. Hace un par de días, se daba a conocer el veredicto del juicio contra la soldado Lindey England, la protagonista de las infames fotografías de tortura y humillación en la prisión de Abu Graib. Resultó condenada a tres años de prisión, lo que significa de facto ser castigada por un error simple en sus obligaciones. Lindey England es afortunada porque ha sido enjuiciada y sentenciada. Sin embargo, ella es bien consciente, quizá no, de que prisioneros iraquíes permanecen todavía en la cárcel de Abu Graib y en otros campos de prisioneros desde hace más de dos años, y se les niega todo juicio o causa. Ni siquiera conocen los cargos que se les imputan. Algunos podrían ser lo suficientemente afortunados como para ser tratados de forma bastante humana, como en el caso protagonizado por England. La antigua carcelera de Abu Graib ha declarado que los abusos no eran exclusivos de su cárcel. Por ello, la general de brigada Janis Karpinski (que fue degradada en su momento), recientemente solicitaba la publicación de todas las fotos que muestran las violaciones cometidas en el resto de prisiones, si es verdad que se desea hacer "justicia".

En cualquier caso, Karpinski y England supieron porqué se les encausaba y castigaba, aunque el proceso de imponer leyes a la fuerza sigue la tendencia de la globalización, especialmente en lo relacionado en la guerra contra el terrorismo. Por eso, el periodista Taysir Alony ha sido acusado por algo que el fiscal ha sido incapaz de demostrar. No existía la fuente de información secreta que se le pidió revelar, así como no existían las fotos secretas que la administración de EEUU necesitaba para demostrar una conspiracion. Alony estaba frente a la cámara y frente a todo el mduno. No fue la única persona en entrevistar a Ben Laden ( si es que esto es de lo que se le acusa). No se sabe realmente por qué la judicatura española tomó este enfoque para castigar al periodista. Es más bien como si la judicatura española quisiera confirmar los precedentes británico y francés por el que la "intuición" o la "duda" justificaron el encarcelamiento del acusado como medida preventiva. De nuevo, el encarcelamiento de un periodista, te guste o no su periódico/canal, parece significar que desapruebas su labor. Esto es algo bastante nuevo para un Estado gobernado por el "imperio de la ley". Tácitamente, esto significa que un Estado semejante ha cambiado para convertirse en algo distinto en tiempos de guerra. Llegará el momento en que se de a conocer que estos Estados dieron órdenes a sus ejércitos para que bombardearan las sedes de las agencias periodísticas árabes en Kabul y Bagdad, y en especial se destacará que antiguos funcionarios de estos Estados, especialmente en la administración norteamericana, dieron salida a declaraciones aprensivas sobre estos canales árabes de noticias.

Después de que Kare Hughes, la embajadora de buena voluntad enviada por el presidente Bush para mejorar la imagen de EEUU fuera del país, volviera de su primera gira por Oriente Medios, es de esperar que dispusiera de una idea clara acerca de la irremediable dolencia de que tal imagen adolece. Quizá se haya dado cuenta de que todos los errores, violaciones y faltas a la verdad cometidas por EEUU están extendiendo el cáncer del terrorismo mas de lo que están contribuyendo a su erradicación. Acerca de mejorar su imagen bueno, esa es otra historia.