eldia a dia

 

 

TEXTOS Y DOCUMENTOS DE LA CAMPAÑA MUNICIPALES 2011
¿Otra vez las municipales?
AJUNTAR-NOS, CONFIAR I TREBALLAR  PER MILLORAR LES NOSTRES VIDES
CIUDADANOS Y CIUDADANAS
Cuánto dinero te van a quitar con el Acuerdo sobre Pensiones
Comic
Periodico completo

 

2015 UN AÑO DE COMICIOS ELECTORALES

POCO PAN Y PATÉTICO CIRCO

  Todos aquellos ciudadanos nacidos con anterioridad y a partir de 1960 debieran tener la memoria lo suficientemente despejada para conjugar el pasado y el presente de un periodo histórico que pudiera concluir en este 2015.
   Para conjugar el pasado con el presente cabria emplear los verbos: controlar, explotar y corromper, y de esta manera llegaríamos a la visualización completa y clarificadora de nuestro “querido” presente.
  Mediante un control metódicamente ordenado, las distintas partitocracias gobernantes han ido dejando en la mínima expresión los derechos ciudadanos, han ordenado a través de sus “crisis” la explotación laboral y social de los trabajadores y, han fortalecido sus estructuras de mafias corruptas.
  Esta ha sido su auténtica “política” en estos casi 40 años de “democracia”, política esta, que tratan de esconder en cada consulta electoral a través de la demagogia, el ocultismo, las falsas promesas y las justificaciones indecentes del incumplimiento de sus programas electorales.
 Si tú, ciudadano/na, quieres seguir siendo engañado, manipulado y extorsionado, solo tiene un camino: IR A VOTARLES.  
   Si por el contrario te has dado cuenta de toda esta patraña, olvídate de las URNAS, empieza a recuperar tu dignidad, a sentirte dueño/ña de tu destino para forjar junto a ciudadanos y ciudadanas conscientes de esta realidad una autonomía social y política que mande al carajo a tantos oportunistas del momento y a todos los partitócratas y sus corruptelas

NO VOTES

LAS ELECCIONES
(material para el debate y la reflexión)

 

Texto obtenido del libro “REPENSAR LA ANARQUIA”
de Carlos Taibo

En el meollo de la democracia liberal están las elecciones. Me sigue fascinando el eco que, estas últimas tienen en la cabeza de tantas gentes. Quien plantea otro horizonte debe justificar puntillosamente su opción, mientras pasan inadvertidas, en cambio, las ingentes miserias de la vía electoral. Los elementos más malsanos se imponen de forma extremadamente eficiente cuando se interioriza que la lógica a la que responden las elecciones es normal y democrática: no hay mejor manera de controlar a las personas y aniquilar las disidencias. Sorprendente resulta, en particular, el hechizo que las elecciones suscitan en muchas gentes de izquierda, que al parecer creen en ellas a pies juntillas. Es llamativo' por cierto, que haya dejado de escucharse al respecto un argumento que, vergonzante, en el pasado tuvo algún predicamento: el que llamaba la atención sobre la posibilidad de utilizar elecciones y parlamentos como plataformas para difundir ideas.

Como quiera que las elecciones implican dejarlo todo en manos de otros que en el futuro habrán de resolver nuestros problemas y -cabe suponer-liberarnos, la creencia mítica en aquéllas es un indicador de desesperación y una dejación de la acción. Esta circunstancia resulta tanto más llamativa cuanto que, en el caso de los libertarios, la crítica de las elecciones se asienta por igual en preconceptos sólidamente asentados -ante todo el que reclama un rechazo constante de la delegación- y en una cruda y empírica reflexión sobre la realidad del presente. Porque no está de más recordar que en las elecciones se dan cita el atontamiento e ignorancia previos de la población, que suele desconocer por completo los programas de los partidos a los que vota; una dudosa representación de la voluntad de la mayoría, en la medida en que los partidos ganadores -con estructuras internas nada democráticas- consiguen porcentajes reducidos de voto, tanto más si se considera la abstención; dramáticas diferencias en lo que hace a los recursos a disposición de esos partidos, o sistemas electorales comúnmente injustos. Para que nada falte, y como ya he tenido oportunidad de señalar, la economía queda casi por completo al margen de las decisiones de los parlamentos, el poder judicial colabora activamente, sin independencia alguna, en la trama general, otro tanto debe decirse de los medios de incomunicación y menudean cada vez más los discursos tecnocráticos que sugieren que los problemas principales no son políticos, sino meramente técnicos. Por si algo fallase, ahí están, en la recámara, los estados de excepción y los golpes de Estado, acompañados de un horizonte, el de la represión, que no amaina. ¿Dónde queda entonces la soberanía popular? Los votantes son los extras que trabajan, gratis, en una película -farsa, la de la democracia, en la que "la libertad ha quedado reducida a elegir tu marca de detergente en los pasillos de un centro comercial..

Con semejante panorama no puede sino sorprender una crítica de las prácticas libertarias -una crítica de la abstención electoral- que muchas veces se ha expresado desde la trinchera de organizaciones y gentes que se reclaman del pensamiento de Marx, la que afirma que, al no participar en elecciones e instituciones, los libertarios dejan el camino expedito, en estas últimas, a las fuerzas del capital''. Como si no hubiese ejemplos consistentes y constantes de la inutilidad de elecciones e instituciones, y, más aún, de la capacidad que la democracia liberal muestra a la hora de absorber a quienes deciden acatar sus reglas. Sólo puede calificarse de ingenua la doble conclusión de que esa forma de aparente democracia abre el camino, sin cautelas, a opciones rupturistas y carece de mecanismos para evitar eventuales desperfectos generados en el edificio del capitalismo; "si las elecciones permitiesen cambiar algo, habrían sido abolidas", reza un lema bien conocido. Más sensata parece la conclusión de que la abrumadora mayoría de los progresos alcanzados por los trabajadores poco o nada han tenido que ver con la vía electoral. De hecho, la crisis general del sindicalismo de pacto guarda una relación obvia con la primacía otorgada a esa vía, encargada de desangrar muchas de las instancias de combate de antaño. Porque, y al cabo, desde arriba, desde las instituciones, ¿acaso se tira emancipatoriamente de las gentes y se consigue que éstas hagan lo que en otras condiciones no harían?

Cierto es que en el mundo libertario la cuestión de las elecciones ha suscitado polémicas de alguna vivacidad. Ojo que no estoy pensando ahora en la discusión, ontológica, sobre el voto: salta a la vista que no es lo mismo ejercer el voto en grupos de adscripción voluntaria que hacerlo en el marco de elecciones reguladas, interesadamente, por las instituciones. Pero, más allá de ello, y en relación con esas elecciones reguladas, hay quienes piensan que hay que reivindicar orgullosamente la abstención y hay quienes estiman que lo que procede es, sin más, olvidarlas. Quienes se emplazan en esta segunda posición suelen aducir que reclamar la abstención es en los hechos otorgar a las elecciones un relieve que no les corresponde y, en cierto sentido, participar en ellas. El que pasa por ser el principal teórico del anarquismo hispano, Ricardo Mella, abrió la que acaso es una tercera vía de acción: la que invitaba a respetar, sí, la decisión de votar, pero llamaba la atención sobre la necesidad de volcar el peso de la atención en la acción directa cotidiana, mucho más importante y efectiva".

Carlos Taibo Arias es un escritor, editor y profesor titular de Ciencia Política y de la Administración en la Universidad Autónoma de Madrid.

SALUD.
colectivoautonomosantboi@gmail.com

ASAMBLEA AUTONOMA

 

Como cada cuatro años…….

 Como cada 4 años...En época de elecciones los/as políticos/as pelean por la atención del/la ciudadano/a porque le necesitan en calidad de votante. Introduciendo nuestra papeleta en la urna renovamos la ficción del pacto social. Si bien la política que se haga en los cuatro años siguientes se llevará a cabo sin tener en cuenta a la inmensa mayoría de la sociedad, sobre sus cabezas y en contra de sus intereses, el momento de las elecciones generales y su repetición periódica es esencial para dotar de legitimidad al sistema representativo. El día de las elecciones –sólo ese día– el pueblo es realmente soberano. Ante esta situación nosotros/as tenemos muy claro qué hacer con esta soberanía: negarnos, así de claro, a seguir sustentando un sistema que necesita nuestra participación simbólica.

Llamamos a la abstención no porque consideremos que el reparto de escaños es injusto (esto es una evidencia), ni porque el Congreso sirve de pantalla de humo que esconde las verdaderas fuentes de poder en nuestra sociedad (que también), ni porque no nos creemos los programas electorales, que incluyen infinidad de promesas pero que poco tienen que ver con las políticas que sufriremos en los cuatro años siguientes (otra evidencia). Todo esto son factores que cabrean a mucha gente, pero son síntomas, no la raíz de la cuestión. » 

Leer todo el articulo

MUNICIPALES Y AUTONÓMICAS 2015

AUTONÓMICAS ANDALUZAS

ANDALUCIA, MARZO DE 2015

GENERALES 2015 (

ELECCIONES GENERALES 2015: PARTICIPACIÓN O DESMOVILIZACIÓN?
¿CAMBIO O REGENERACIÓN DEL SISTEMA?


(EUROPEAS 2014) CAMPAÑA DE ABSTENCIÓN ACTIVA CONTRA LA EUROPA DEL CAPITAL
CAMPAÑA CONTRA EL RECORTE EN LAS PENSIONES
CAMPAÑAS ELECTORALES - Generales 2011
Campañas