El reciente juicio por despido improcedente y abusivo de una trabajadora inmigrante por nuestro sindicato CCOO, con independencia de que sugiera valoraciones distintas, ha puesto en el tapete debilidades internas de la organización, propias de quienes tienen mayor poder de decision, y diferencias de apreciacion serias respecto al cumplimiento riguroso de las normas y politica interna probada en nuestros Congresos, entre los dirigentes y entre los afiliados/as.

La norma elemental de maximo respeto al trabajador, y especial atencion al inmigrante, esa ha sido la mas vulnerada.

Y ello no se compagina con el sentimiento del conjunto de los afiliados/as, mucho menos con el enorme trabajo realizado en diferentes frentes por parte de militantes de Comisiones.

Las razones seran muchas, pero hay una de tipo interno que no se suele explicitar, ni ser analizado en ningún foro ni congreso: el funcionamiento de los chiringuitos internos, (en este caso el CITE es uno mas), con dependencia de dinero publico del gobierno regional o de los Aytos, y el mantenimiento para sus labores de contratos dependientes de "la obra", es decir, trabajadores precarios cuya continuidad depende Solamente de lo bien que le caigan a los jefes, sin que exista Ningun medio democratico de control.

Este comentario no es nada baladi: la linea general del sindicalismo, en Asturias y el mundo, se ha ido modificando hacia la moderacion desde la implantacion de abundantes chiringos como el mencionado.

La misma linea ha inducido, por ejemplo, a que el caso del CITE (repito: sin ningun debate en ningun foro interno) se haya ido retirando de la confluencia en plataformas con inmigrantes, se hayan autolimitado las movilizaciones contra las afrentosas leyes represoras contra los inmigrantes, y se intente mirar por encima del hombro ante respuestas mas comprometidas: todo ello en sonora contradiccion con la "politica sindical" aprobada por las bases de Asturias.

El resultado final puede ser que una abogada de Comisiones trate de forma grosera e insultante a afiliados de nuestro sindicato, sean o no inmigrantes, en vez de defenderlos, como ocurrio ayer en los juzgados de Oviedo.

Y en el caso concreto del despido de una inmigrante por parte de la direccion de CCOO de Asturias, que se haya iniciado una caza de brujas, torpe, inaudita, echando porqueria sobre destacados y comprometidas trabajadoras, unicamente para mantener el estatu quo de esa direccion atrincherada en su propia metedura de pata: Y no debe ser asi: es lo mas razonable, es lo mas sensato, conversar, escuchar, cambiar las tentaciones represivas y autoritarias, admitir los fallos con humildad y tratar de solventar la grave, muy grave injusticia cometida, para que no recaiga sobre el conjunto de nuestro sindicato un baldon que unicamente ha sido decidido por muy pocas personas.

¿La alternativa? : esta escrita en los documentos de Comisiones de Asturias y no hay que inventarla: a la gente que trabaja bien y dedica esfuerzos hay que apoyarla, no destrozarla.

El CITE, y otros espacios, tienen que estar al servicio de los trabajadores inmigrantes, no contra ellos: y debe ser una herramienta desde la que se potencie, coordine y racionalice el compromiso de acompañar a las y los trabajadores, cualquiera que sea su lugar de nacimiento.

Comisiones no es una empresa, por mucho que lo haya repetido la abogada en el juicio: y si ella lo hacia siguiendo las instrucciones de la direccion, la mayoria inmensa de las afiliadas van a estar en diferente linea porque en la tradicion historica del sindicato ni nos gustan los empresarios y su chuleria, ni los ejecutivos agresivos asi estos hayan sido antes compañeros de trabajo.