Solidaridad con Berta, despedida de CC.OO. Asturias por defender su dignidad de trabajadora inmigrante  

 

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A LA ATENCION DEL SECRETARIO GENERAL DE LA FEDERACION DE SERVICIOS FINANCIEROS Y ADMINISTRATIVOS (COMFIA) CC.OO. DE ASTURIAS

Estimado Compañero:
En relación al despido disciplinario de que he sido objeto, quisiera poner en tu conocimiento los siguientes datos:

Me incorporo a trabajar en el CITE en Enero de 2.000. Desde esa fecha, y realizando siempre el mismo trabajo, soy objeto de 4 contratos distintos en los que se me adjudican 3 categorías laborales diferentes. El salario que percibía en el momento del despido era un 25% menos que el que cobraba cuando me incorporé . A pesar de haber trabajado ininterrumpidamente durante todo este tiempo hay períodos en que no se cotizó por mí a la Seguridad Social (ni se me pagó, evidentemente) según puedes constatar por la fotocopia que te adjunto del informe de vida laboral emitido por la Seguridad Social. Como verás, durante los 6 primeros días del mes de Marzo no se hizo efectiva la cotización y, al no serme abonados estos días trabajados, mi opíparo sueldo de 150.421.- Ptas. (brutas) quedo reducido a la nada desdeñable cantidad de 125.350.- Ptas. (brutas).

En cuanto a la calidad humana del trato recibida en mi trabajo, te relato la siguiente anécdota: cuando en la segunda quincena de Noviembre de 2.000 y viendo que la situación de agobio personal y de falta de perspectivas profesionales se me hace insoportable, intento que el Señor Alberto Rubio me reciba, le adelanto telefónicamente a su secretaria el motivo de la petición de entrevista. En breves instantes, esta misma secretaria me llama para indicarme que Alberto Rubio no va a recibirme porque está muy ocupado, está muy enfermo y porque esos no son problemas suyos. Para no aburrirte te ahorro el relato de otras situaciones de igual o peor jaez que he padecido a lo largo de estos meses. Como no dudo que tendré ocasión de hacerte llegar un relato más pormenorizado de las circunstancias que llevaron a mi despido disciplinario, dejo para ese momento otro tipo de explicaciones y paso a comentarte lo siguiente:

Como me consta que para Comfia podría suponer una fuente de conflicto con las estructuras de CC.OO. emprender las movilizaciones sindicales que le son propias en casos como éste, hago expresa renuncia hasta el momento en que sea pública la sentencia pertinente, de cualquier derecho que pudiera reclamar en ese sentido. Creo que los trabajadores no podemos permitirnos el lujo de que el modelo sindical que Comfia representa pueda ponerse en peligro por la defensa de un caso que afecta a una sola persona.

Por otra parte, te supongo conocedor de que mi despido parte de una firme decisión personal de D. Alberto Rubio de dejar bien sentado el peso de su autoridad. Como, por motivos que no son del caso, eres conocedor de alguna parte de mi trayectoria personal, comprenderás que para no dejarme avasallar por el Sr. Rubio no me es necesaria mucha ayuda. Pertenezco a una generación de salvadoreños que se la jugaron cuando las apuestas estaban muy altas y cuando lo que estaba en peligro no era un pinche puesto de trabajo. No tengo espíritu de víctima ni es mi costumbre poner la otra mejilla. Lo único que te quiero señalar es el tremendo despilfarro de medios humanos y de recursos emanados de los trabajadores que, me consta, está poniendo en juego D. Alberto para cobrarse la cabellera de la que esto suscribe.

Te aclaro que el ser presidenta de la Asociación de Inmigrantes Residentes en Asturias (AIRA) es una circunstancia que me llena de orgullo. Que estoy orgullosa igualmente de haber participado con los compañeros de la Asociación al lado de los trabajadores asturianos en las manifestaciones contra la Ley de Extranjería, en el Primero de Mayo y en la Manifestación convocada Por el Compromiso con Asturias por parte de los Sindicatos de clase asturianos. Que con más fe que nunca hago mías las consignas de nuestra Asociación (No me llames extranjero, Ningún ser humano es ilegal, Nativa o extranjera, la misma clase obrera, Trabajadores del mundo unidos, Mujeres inmigrantes, presentes). Como te será fácil entender, todo esto es demasiado importante como para que la opinión del Sr. Alberto Rubio respecto a las actividades realizadas en mi tiempo libre y a expensas de mi bolsillo puedan importarme lo más mínimo.

Igualmente te supongo informado de que, en mi familia, la lealtad a CC.OO. y, sobre todo, a la clase obrera es, más que una opción política y sindical, una religión. Por ello quiero enfatizar todo mi respeto a CC.OO. (organización a la que tanto yo como gran parte de los miembros de AIRA pertenecemos) y a sus Órganos de Dirección al igual que a la figura de su Secretario General. Por si todavía no hubiese quedado suficientemente claro, quiero manifestar que ese respeto no se hace extensible de ninguna manera a la persona del particular D. Alberto Rubio

Quisiera finalizar esta misiva con una petición: sí durante el transcurso de alguna reunión orgánica de CC.OO., D. Alberto Rubio o cualquier otro particular se permitiesen verter contra mí descalificaciones o acusaciones distintas de las que soy objeto en la carta de despido te ruego que, con el fin de poder ejercitar un mínimo derecho de defensa, solicites que esas acusaciones se efectúen de forma escrita o bien que el acusador o acusadores tengan el coraje necesario para repetir sus acusaciones frente a mí y ante testigos.

Un saludo

En Pola de Siero a 23 de Agosto de 2001
Berta Savil Montoya Ulloa

 

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