Solidaridad con Berta, despedida de CC.OO. Asturias por defender su dignidad de trabajadora inmigrante  

 

| principal | habla Berta | documentos | prensa |

A LA ATENCION DE JUAN JOSE PALACIOS, RESPONSABLE DE MIGRACIONES Y ASUNTOS SOCIALES DE CC.OO.

Estimado Juanjo: Recibo hoy, de Agosto de 2001 una carta con tu firma en la que, según sus redactores se proponen "ampliarte información acerca de los motivos que justificaron tu cese en CITE-CC.OO.". Es evidente que la estulticia intelectual de los redactores de la carta no tiene límite alguno. Por un lado, no hay necesidad de que me amplien ningún tipo de información acerca de las causas de mi despido (dos días después de haberse producido): sé de sobra que mi negativa a mostrar la pleitesia y la sumisión que según D. Alberto Rubio se le debe a su persona es el motivo de mi despido. Por otro lado, denominar como cese lo que, según carta firmada por el Director de Administración de CC.OO. es un despido disciplinario ya fija el estilo del resto de la misiva, una mezcla de mentiras, verdades a medias y nimiedades varias.

Como comprenderás, no voy a contestar a esa serie de estupideces cuyo único propósito es intentar presentar una decisión personalísima del Sr. Rubio como fruto de un proceso con componentes políticos y sindicales. Solo voy a aprovechar la ocasión que me brindan los anónimos (o no tanto) redactores de la carta con tu firma, para describir una anécdota que describe a las claras una degeneración de los usos y costumbres sindicales que es francamente preocupante.

Como relatan los anónimos redactores, a primeros de Mayo, soy invitada por parte de la Federación de Asociaciones de Vecinos de Gijón a participar como mujer, emigrante y miembro de AIRA en una mesa redonda dentro de "Las Jornadas de Inmigración y Paz" celebradas en el centro municipal del Coto en Gijón. La mesa redonda se celebró en sábado por la tarde. Al acceder al salón de Actos me encontré con Doña Herminia, miembro de la Ejecutiva, quién no tuvo reparos en mostrar su extrañeza ante mi presencia en el acto (quizás considere que mi nivel de conocimiento de la emigración en Asturias no esté a la suficiente altura como para compartir una mesa redonda con su excelsa persona). Durante el transcurso de la charla, la Sra. Herminia declamó el gastado discurso "tolerante" y "progresista" acerca de la inmigración con la incapacidad discursiva que le es propia. A la salida del acto, al ver a dicha Sra. hablando muy indignada por el móvil sindical, tuve la intuición de que estaba informando de mi osadía al pretender hablar sobre la inmigración sin pedirle previa autorización a ella.

El lunes siguiente, al llegar a mi trabajo, fui informada de muy malos modos de que D. Alberto Rubio estaba muy cabreado por mi intervención en dicho acto. Como bien tu sabes, el estado anímico de D. Alberto Rubio, así como la totalidad de su persona me era y me es absolutamente indiferente, pero presentar lo que fue una reprimenda con claros tintes de amenaza como "una nueva reunión contigo" excede los límites del sentido común.

Traigo a colación esta anécdota para recordar que en el movimiento popular de El Salvador, a la gente que actuaba como Doña Herminia se les denominaba "orejas". El destino de los "orejas" cuando eran descubiertos no era nada halagüeño, pero en todo caso, no conocí ningún caso en que una "oreja" alardease de su sucio trabajo y que terminase de miembro de la ejecutiva de un sindicato de clase. Pero bueno, quizás esto forma parte de las prácticas un movimiento sindical más moderno y mas progresista que el de mi paisito.

Querido Juanjo, como te dije hace pocas fechas, si algo siento de todo esto son las preocupaciones y los problemas que, me consta, estás sufriendo tú. De todos los miembros de los Organos de Dirección de CC.OO. con los que he tenido la desgracia de tratar en estos últimos días es a ti al único que, por tu calidad moral y personal, guardo un respeto y una gratitud que quiero reiterarte por este medio. Entiendo lo difícil de tu situación y, si en algo te vale, te libero por mi parte de cualquier dilema moral que pudiera planteársete por verte obligado a firmar esta carta o cualquiera otras , sea cual sea su contenido, que pudieran ponerte a la firma.

Al final ¿Qué importa todo esto, Juanjo?. Por mucho que se esfuercen D.Alberto Rubio o una "oreja" cualquiera, no podrán arrebatarnos tantos trabajos y fatigas, tantos esfuerzos compartidos, tanto compromiso común. Como publica la revista "El Sindicato" de Junio-Julio de 2001, durante el año 2000, atendimos 5.000 consultas personales y 8.000 por vía telefónica y tramitamos 900 expedientes. ¿Cuánto hace que no habrá visto D. Alberto tanto trabajo honesto junto? ¿Cuantos expedientes sería capaz de tramitar la "oreja" Doña Herminia en un año?.

Me despido, apreciado Juanjo, guardándote en mi recuerdo como un buen compañero y un jefe honesto. No importa lo que te hagan firmar ni lo que te hagan decir. Hasta siempre. Recibe un fuerte abrazo.

Berta Savil Montoya Ulloa

 

| principal | habla Berta | documentos | prensa |